SI LAMENTABLE fue la imagen del asalto a los supermercados protagonizada
por los seguidores del diputado de IU Sánchez Gordillo, la foto de la
nueva hazaña que protagonizaron ayer echándose a la piscina de un
complejo turístico en Córdoba resulta patética. Es intolerable que un
cargo público utilice su inmunidad parlamentaria como patente de corso
para cometer todo tipo de desmanes y jalee a otros para delinquir. Robar
en un supermercado o entrar sin autorización en una propiedad privada
para usar sus servicios es un delito, se vista como se vista. La
Justicia debe perseguir estas actuaciones. Si Llamazares y otros
dirigentes de IU vuelven a justificar a Gordillo o no condenan estos
actos, Griñán, que gobierna Andalucía con su apoyo, debería ser rotundo
al respecto.
epsimo y EL MUNDO
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