¿ES RUBALCABA CULPABLE DEL ESPIONAJE AL PP?
El
llamado caso Interligare tiene dos vertientes. La de la corrupción, con
actos de cohecho de documentación falsa y, sobre todo, de una asombrosa
cantidad de millones supuestamente robados a los contribuyentes por una
panda de chorizos del Ministerio del Interior, dirigido por Rubalcaba.
Y otra que es la del espionaje a la sede del PP desde un piso alquilado
casualmente enfrente de la calle Génova, en la sede del partido, donde
supuestamente grababan y escuchaban las conversaciones de los dirigentes
del partido que hoy gobierna España.
Es difícil creer que Rubalcaba
se haya manchado las manos metiendo dinero en la caja y embolsándose
unos milloncetes. El líder del PSOE jamás ha tenido ningún problema de
ese tipo y su perfil parece la de un político honrado en este aspecto.
Pero el asunto del espionaje, aunque todavía está la investigación muy
verde, tiene un tufillo que le va como anillo al dedo a Rubalcaba. Hay
que recordar, y eso ya está archidemostrado, que la cúpula policial
engañó vilmente al pobre Acebes tras el atentado del 11-M El Gobierno en
pleno tenía la información de las investigaciones y todo apuntaba a que
ETA era la responsable del brutal atentado. Y el entonces ministro del
Interior comparecía cada media hora ante los medios para corroborar esa
teoría.
Pero hay que recordar también que esa cúpula policial
siempre ha tenido muy buenas relaciones con el actual líder del PSOE,
por lo que muchos creen que el engaño se produjo para que el Gobierno
cayera en la trampa y luego acusarle de mentir.
La teoría era muy
sencilla. El Gobierno de Aznar apoyó, aunque por mucho que se diga jamás
intervino militarmente en la guerra de Irak, por lo que la acusación de
los socialistas era que el atentado se produjo por ese apoyo. De eso se
sirvió Rubalcaba para acusar al Gobierno de mentir, porque todo el
mundo sabía que si el atentado había sido cometido por los islamistas
radicales, la victoria electoral del PP era harto difícil, pues la
teoría de la responsabilidad del Gobierno en el atentado ya había sido
profusamente aireada por los socialistas.
Y casualmente, el día 13,
justo un día antes de las elecciones, se propagó y se confirmó que el
atentado era obra de los islamistas asesinos. El Gobierno quedó en
ridículo, Rubalcaba se hartó de decir que el Gobierno mentía y también
se ocupó, como ahora, de movilizar a sus huestes contra el PP, rodeando
sus sedes y acusando a Aznar y a sus ministros de asesinos.
Por eso,
más de uno piensa que no sería de extrañar que Rubalcaba estuviera
detrás de ese espionaje del que ahora se le acusa. Porque los juegos de
policías, aparatos de escuchas y demás son una de las aficiones de
Rubalcaba. Ya le espetó a un congresista del PP que lo sabía todo y lo
escuchaba todo. Sería verdad. Porque Rubalcaba tiene unas antenas que se
cuelan por todos los rincones. Sobre todo, por los de sus adversarios
políticos.
Como es natural, todo esto habrá que demostrarlo, tendría
que haber una Comisión de Investigación, Rubalcaba debería comparecer
en el Congreso para dar las explicaciones pertinentes y, al final podría
terminar en manos de un juez. Esperemos esas investigaciones y esa
sentencia. Pero el tufillo de espía no hay quien se lo quite a
Rubalcaba.
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