Reducir a tres los días libres de los que
disfrutaban los empleados públicos fue una medida aprobada transcurrido
más de medio año. Hasta que se concretó en una disposición transitoria
que entraba en vigor en 2013, decenas de trabajadores gastaron días
acumulados o recibieron órdenes contradictorias en un mismo centro
Un viernes 13 (no
podía ser otro día), la vicepresidenta del Gobierno y el ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas pusieron voz al «doloroso» último
paquete de medidas de ajuste que había anticipado 48 horas antes en la
tarima del Congreso el presidente Mariano Rajoy.
En una de esas medidas, que atañían al sector público estatal, se pedía
más sacrificios a los funcionarios y se incidía en su pérdida de poder
adquisitivo, pues dejarían de cobrar la paga extraordinaria del mes de
diciembre, así como los complementos salariales referentes a ese mismo
último mes del año, y se ponía una sola fecha: la próxima paga de diciembre de 2012. Se les compensará en fondos a través del plan de pensiones a partir de 2015, garantizó el Ejecutivo.
Los funcionarios y empleados públicos se quedaban sin la paga, con vistas a que se recupere el próximo año 2013 -aunque
no se especificó con claridad porque la crisis económica puede
continuar y hacerse inviable implementar su recuperación-, pero además se quedaban sin sus «días adicionales o de libre disposición», lo que en el argot funcionarial se ha dado en llamar «moscosos». «Se suprimen a la mitad -anunció Montoro en esa rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del 13 de julio pasado-, por lo que pasan de seis a tres días» moscosos. No en vano, no se daba la fecha: ¿su aplicación sería para este mismo 2012, como es ordinario, tras la publicación al día siguiente del Real Decreto de medidas de estabilidad en el BOE?
-O la misma pregunta planteada de otra forma, ¿cuándo entra en vigor la reducción de los moscosos?
En toda la referencia del Consejo de Ministros citado no se aclara si la reducción entra en vigor este año 2012.
En la práctica debía aplicarse con la entrada en vigor, al día
siguiente, de la aparición del Real Decreto en el Boletín Oficial del
Estado, que se publicó el 14 de julio. Pero este matiz originó una gran confusión: en un mismo hospital comarcal turolense se daban los días posteriores tres órdenes distintas a los empleados,
según el sector al que perteneciesen. En planta, se les decía a los
enfermeros que los moscosos pasaban a ser tres, así que quien hubiese
disfrutado ya más de tres a estas alturas del año «debería devolverlos
trabajando en días festivos en lo que quedase de 2012». En cocina, se
añadía que su aplicación sería a partir de 2013 y en mantenimiento e
informática, que quien no hubiese disfrutado de inmediato de esos días
moscosos «lo hiciese cuanto antes para no perderlos». Se generaba aún
mayor controversia al no saber si los moscosos se recortaban a la mitad
de los que disfrutaban o a tres.
La medida aprobada pasado más de medio año generó cierta confusión
-¿Hubiera sido legal que el empleado público tuviese que devolver esos días ya disfrutados?
«Hubiera sido legal, en el caso de que hubiese entrado en vigor el Real Decreto publicado en el BOE», explica Miguel Borra, presidente nacional de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F).
«Por regla general, la mayoría de los compañeros se cogen estos días
moscosos en Semana Santa y Navidades, así que se hubiesen tenido que
devolver trabajando días festivos adicionales, o cuando se trabaja a
cómputo de horas, como es el caso de los hospitales -que funcionan por
turnos-, se hubiesen devuelto según el cálculo final de horas anuales
trabajadas», añade Borra.
-¿Se tienen los mismos días moscosos en toda España?
Solucionada
esa primera confusión, que causó cierta inquietud durante algunos días a
los funcionarios y empleados públicos, se presenta otra pregunta en el
sector: ¿por qué Montoro alude a los seis días de libre disposición si en algunas Comunidades se tienen siete u ocho?
Por seguir con el ejemplo aragonés, en esta autonomía una negociación
sindical con el Ejecutivo de hace años derivó en que sean ocho las
jornadas moscosas para todos los empleados públicos.
-¿La reducción de moscosos es a la mitad o a los tres días mentados por el ministro del ramo?
La
pérdida para un funcionario maño no es, por tanto, de la mitad de sus
días, como fue el enunciado ministerial en principio, sino hasta los tres días fijados para toda España, así que el empleado aragonés pierde cinco días. En Madrid, por poner otro caso, pierden tres. Son tres días a partir de ahora por norma estatal.
«No tiene nada que ver lo que pierde un médico en Alcalá que en Guadalajara y hay 30 km.»
Miguel Borra, presidente nacional del sindicato funcionarial, colige
que la pérdida es diferente dependiendo del lugar donde se trabaje, y
eso pese a que se han conseguido por negociaciones y acuerdos entre los
sindicatos y Ejecutivos regionales en cada caso. Y abunda: «Aunque queda
mal decirlo, es una realidad que un maestro no va a perder lo mismo en
Aragón que en Castilla La-Mancha, porque en unos lugares también va a
haber mayor rebaja de los complementos salariales. En las Comunidades
donde más se cobraba, también se pierde más. No tiene nada que ver un médico de Alcalá de Henares que un médico de Guadalajara y solo les separan treinta kilómetros. Hay muchas diferencias entre ellos».
Con esa rebaja de los días de libre disposición o de asuntos propios como se llaman en otras empresas, la función pública se «ha quedado por debajo de los convenios colectivos de la mayoría de las empresas privadas, donde el promedio de días es superior a los tres. Se han olvidado del inicio de los moscosos, que surgieron en los primeros y malísimos años económicos del Gobierno de Felipe González, años de muchísima inflación y pérdida de poder adquisitivo para los empleados públicos y cuando se pensó en los moscosos como una retribución en especie para ese perjuicio ocasionado al sector público», detalla Borra en conversación con este periódico.
Con esa rebaja de los días de libre disposición o de asuntos propios como se llaman en otras empresas, la función pública se «ha quedado por debajo de los convenios colectivos de la mayoría de las empresas privadas, donde el promedio de días es superior a los tres. Se han olvidado del inicio de los moscosos, que surgieron en los primeros y malísimos años económicos del Gobierno de Felipe González, años de muchísima inflación y pérdida de poder adquisitivo para los empleados públicos y cuando se pensó en los moscosos como una retribución en especie para ese perjuicio ocasionado al sector público», detalla Borra en conversación con este periódico.
-¿Se podría haber evitado la medida de los moscosos tras suprimir la paga extra de Navidad?
Cientos
de funcionarios han protestado en la calle contra las últimas medidas y
un corifeo unánime aludía a la voluntad de «hurgar en la herida»
doblemente por parte del Gobierno, ya que si se pretendía ahorrar el
dinero público de las pagas de Navidad, se podría haber evitado la
medida de los moscosos, consideran. Desde el punto de vista de Borra, el empleado público está cabreado por el quebranto sucesivo al que se le somete. «Que te quiten moscosos es evidente que fastidia, pero sobre todo lo hace el hecho de que se vea como "un privilegio" del empleado público el hecho de disponer de ciertos días» en caso de que un familiar fallezca u otros asuntos propios.
-En total, ¿de cuántos días disfrutarán?
No todos los funcionarios han perdido los mismos días moscosos
En
el Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar
la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad (que puedes leer completo aquí, en PDF), se recoge la modificación de los artículos 48 y 50 del Estatuto Básico del Empleado Público a tenor de los días adicionales, así que los funcionarios públicos tendrán los siguientes permisos:
-Tres
días por fallecimiento, accidente o enfermedad grave de un familiar
dentro del primer grado de consanguinidad o afinidad y cinco días cuando
sea en distinta localidad. Si la relación es de segundo grado el
permiso será de dos días hábiles y cuatro, en distinto municipio.
-Un día por mudanza de domicilio.
-Los permisos de lactancia, nacimiento de hijos y matrimonio se mantienen.
-Los días de vacaciones para un funcionario serán 22 días hábiles, junto a los 3 moscosos, así que disfrutarán de 25 días al año en total.
-Se eliminan los canosos, ¿también los hay en toda España?
Hasta
ahora, conforme a la antigüedad, el número de días libres crecía y el
personal público tenía derecho a más días de vacaciones. Este derecho se
aplicaba a los funcionarios, de forma gradual, a partir de su sexto
trienio, con el que pasaban a tener dos días más de libre disposición.
Los llamados canosos (que disfrutaban solo los que peinan canas) fueron establecidos cuando se aprobó el Estatuto Básico del Empleado Público en 2006 y
se derivan de la Administración General del Estado, que fijó que a
partir de una determinada antigüedad los funcionarios podrían acumular
hasta cuatro días libres adicionales que podían juntar con las
vacaciones de verano. Se eliminan todos los días de este tinte y en toda España, así que ningún empleado veterano sigue acumulando días por años trabajados.
-¿La pérdida de la paga es irreparable o se repondrá a partir de 2013?
La supresión del 5% de Zapatero es permanente; el 7% menos por la paga es para 2012
-¿Cuánto se cobrará el 1 de enero de 2013?
«No
se sabe si cobraremos el 12% menos, como el último día del año, o
cobraremos el sueldo a fecha 1 de enero de 2012», posterga Miguel Borra.
En el Real Decreto no se anuncia la reposición de la paga en 2013,
aunque Cristóbal Montoro sí especificó que la paga que se quita es la próxima, la inminente. «Se trata de una medida de carácter excepcional con vigencia para 2012»,
se recoge en el documento oficial del Ejecutivo, así que en principio
se volvería a la situación precedente, si bien el futuro del sector
público está ligado a si mejoran o no las circunstancias económicas que
atraviese el país.
-¿Qué se ahorra el Estado suprimiendo los moscosos?
-La supresión de la paga extra no supondrá de forma lógica una merma de dinero en las arcas públicas. El ahorro es evidente. A
diferencia de ello, desde el CSI-F aseguran que no se ha calculado ni
por parte del sindicato ni del Ministerio qué ahorro entrañará la
reducción de días libres por parte del empleado público, aunque Miguel
Borra aprecia que el ahorro en términos económicos y en determinados servicios será pequeño. Más bien, el ahorro se concretará a partir de despidos de interinos en servicios como la Educación. «Sospechamos que va a facilitar que las administraciones dejen de contratar interinos porque
el personal contratado trabajará más horas» a la postre, plantea Borra,
aunque creemos que es una medida más social, para proyectar cierta
imagen a la ciudadanía.
No
obstante, Borra cree que la población es consciente de que el personal
afectado por la medida son bomberos, policías, maestros o médicos y que
está desterrada la idea de que los empleados públicos no trabajan o se
ausentan de sus puestos de trabajo.
«De cada diez médicos que se jubilan, solo se sustituye uno y empiezan a no cubrirse las bajas»
tes, aumentando el ratio de
alumnos por clase para que en lugar de seis clases se tengan cuatro,
será fácil no contratar a docentes interinos. Lo que mucha gente ignora
es que ya empiezan a no cubrirse las bajas y la tasa de reposición es cero. Eso quiere decir que ya de cada diez médicos que se jubilan, solo se sustituye uno», y eso en Sanidad donde la tasa de reposición es de un 10%, se duele.
En la referencia del Consejo de Ministros, La Moncloa corrobora:«En
el marco del incremento de la productividad y de la prestación del
servicio, esta medida permitirá mejorar los servicios públicos que se
prestan generando ahorro en el funcionamiento de las estructuras, evitando la contratación de interinos, disminuyendo la realización de horas extraordinarias o de guardias adicionales para cubrir el servicio durante los días de permiso».
ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario