Luces y sombras,
sobre todo sombras, serán este año, más que nunca, las protagonistas de este 1º
de Mayo de 2012. Una fiesta que hoy queremos conmemorar con sabor más agridulce
que en otras ocasiones. Estamos viviendo una parte de la historia de nuestro
país, de nuestra economía, de los trabajadores y de los sindicatos,
especialmente dura. Una época de continuos cambios desacertados, de la
incertidumbre más profunda en todos los ámbitos laborales, tanto en el privado,
como en el público. Por nuestra parte, queremos vivir un primero de mayo
conmemorativo y festivo, pero repleto de reivindicaciones, de exigencias y
peticiones como uno de los sindicatos más representativos de la sociedad
española.
En estos
momentos de profunda crisis económica, desde CSIF asumimos nuestra
responsabilidad y se ejecutarán con la mano más firme, el mejor de
los propósitos y el mayor de los esfuerzos, para conseguir que no sean los
trabajadores los que paguen las consecuencias de una crisis que no han
originado.
Nuestro primer
reto, es hacer frente a una nueva Reforma Laboral aprobada sin negociación
previa, que recorta los derechos de los
trabajadores y que ataca como nunca en la historia la independencia de la
Administración, al permitir en su disposición adicional segunda el posible
despido de laborales de la Administración.
Una reforma
laboral, que no aliviará las cifras de desempleados que mes tras mes, engrosan
las colas ante las oficinas de empleo de todo el territorio español. Una reforma que no servirá para aliviar ni
mejorar las economías familiares, verdaderas damnificadas por la situación
actual, culpa y consecuencia de la mala gestión de nuestros gobernantes.
Una reforma
laboral que entrega a los empresarios, los derechos de los trabajadores,
abaratando el despido, permitiendo cambiar sus condiciones económicas y
laborales de forma unilateral, una
reforma laboral que no generará empleo y lo que si conseguirá es
inclinar la negociación colectiva de forma importante hacia el lado de los
empresarios aumentando con ello de forma
importante la conflictividad laboral.
Tampoco en el
ámbito público aporta soluciones reales. ¿O es que la posibilidad de despedir
al personal laboral por motivos presupuestarios va a solucionar el derroche de
las administraciones o, ya puestos, la crisis? En cambio, propiciará que
decaigan la cantidad y la calidad de los servicios públicos que se prestan a
los ciudadanos y hará que la Administración Pública quede más en manos de los
políticos, los mismos que han derrochado en gastos superfluos con
infraestructuras ruinosas, coches oficiales y administraciones paralelas y
clientelistas sin control.
Para CSIF es inasumible esta reforma laboral y estamos
trabajando sin buscar el protagonismo, ni la foto fácil, ni el rédito electoral
propio, o de algún partido político afín, con TODOS los grupos políticos en
mejorar con las enmiendas presentadas al texto final.
Garantizar los derechos de los
trabajadores y la imposibilidad de
despido de laborales son para CSIF irrenunciables en estos momentos y de no
aceptarse en el trámite parlamentario nuestras propuestas pasaremos a la acción
en toda su extensión, no descartando movilizaciones y la huelga.
Ahora más que
nunca es necesaria la NEGOCIACION política y sindical, es hora de que TODOS
participemos en conseguir una reforma laboral NEGOCIADA que nos permita
establecer las nuevas reglas que regularan el mercado laboral de nuestro país.
Por eso, ahora
más que nunca, seguiremos instando a los Gobiernos, medidas que fomenten el
crecimiento del empleo estable y de calidad, para que los trabajadores puedan
conseguir salir de esta tesitura. También pediremos de forma imperativa líneas
de actuación que potencien las inversiones, que se garantice los servicios
públicos y que se alcancen unos niveles
de coberturas sociales adecuadas que se ajusten a lo que demanda la sociedad.
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
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