domingo, 25 de marzo de 2012

CORRUPCIONES SOCIALISTAS: Trama Junta de Andalucía: Una imputada descubre la implicación de los sindicalistas Tocho y Mocho


Una imputada ratifica a la Guardia Civil que la Junta pagaba comisiones a los sindicatos
Dice que las ayudas del 'fondo de reptiles' se inflaban para pagar a CCOO y UGT
 El actual director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Daniel Rivera, conoce desde 2010 que las ayudas que concedía la Consejería de Empleo se inflaban para pagar comisiones encubiertas a los sindicatos CCOO-A y UGT-A.
Así lo puso de manifiesto la ex asesora María José Rofa en su declaración como imputada, el pasado 2 de febrero, ante los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO).
En abril de 2011, EL MUNDO informó de que los sindicatos mayoritarios cobraban una comisión del fondo de reptiles por cada Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en los que participaban. De media, se pagaba entre el 0,5% y el 1% del montante de la póliza de prejubilaciones.
Entonces, el consejero de Empleo, Manuel Recio, lo desmintió: «No tengo conocimiento, no se paga ninguna comisión de ese tipo».
Su director general de Trabajo conocía desde al menos cuatro meses antes la práctica de pagos encubiertos a las centrales sindicales que el máximo responsable de Empleo aseguraba desconocer.
María José Rofa entregó a los investigadores policiales un detallado relato redactado por ella misma en el que cuenta cómo se tramitaban algunas ayudas y otras incidencias en la gestión durante su etapa en la Consejería de Empleo.
En el citado documento, Rofa explica que a finales de 2010 informó personalmente a Daniel Rivera acerca de la ayuda sociolaboral que la Dirección General de Trabajo, con cargo al fondo de reptiles, había concedido para el pago de prejubilaciones a ex mineros de la Faja Pirítica de Huelva y que el mediador reclamaba a la Junta al haberse incumplido los plazos.
«Le expliqué el origen de dicha ayuda y que llevaba incluida cantidades para los sindicatos (120.000 euros) y un coste del 16% de IVA como prestación de servicios», cuenta la ex asesora.
Este periódico pudo conocer en fuentes solventes que los sindicatos CCOO-A y UGT-A pactaron con la Junta una comisión anual de 60.000 euros (más IVA) cada uno, lo que les permitía pagar el kilometraje y las dietas a dos liberados.
Al igual que en el caso de los mineros de Huelva, los sindicatos también pactaron el cobro de una comisión por el ERE de Santana Motor. La cantidad era idéntica (120.000 euros) y el fin era ayudar a los ex trabajadores de la empresa automovilística durante la vida de la póliza de prejubilaciones, según detalló María José Rofa a Daniel Rivera. Las fuentes aseguraron que estos dos pagos a los sindicatos «nunca llegaron a materializarse» al estallar el escándalo de los ERE, y que fue el propio Rivera quien llamó al mediador para que no se abonasen las citadas comisiones a los sindicatos.
«Lo que pueda ocurrir en las empresas más allá de la relación con la Junta deberán ser las partes implicadas las que den explicaciones», declaró el consejero Recio el 4 de abril de 2011. El titular de Empleo rechazó que su departamento pusiera en marcha una investigación para determinar si, como denunció este periódico, los sindicatos cobraban comisiones por sus gestiones.
Junto a pagos encubiertos a los sindicatos, Rofa también informó a Rivera de que en las ayudas a los ex trabajadores de la Faja Pirítica de Huelva y de Santana Motor se repercutía el 16% del IVA por prestación de servicios, a pesar de que este impuesto está exento en la actividad aseguradora.
 
Fondos de formación para cuentacuentos
UGT y CCOO de Valencia emplean el dinero en cursos de guía canero y cata de vinos
¿Aprender a contar cuentos con tan sólo asistir a 20 horas de un curso? ¿Ser un experto en cata de vinos en idéntico tiempo? ¿Ganarse la vida de guía canero? Son sólo tres ejemplos de cómo UGT y CCOO se gastan el dinero de la formación para ocupados y parados en la Comunidad Valenciana. Pero los había también para controlar el estrés, la administración y gestión del tiempo y ser patrón de yate y embarcación deportiva.
En vísperas del 29-M, y cuando arrecia la polémica sobre la utilidad de los cursos de formación gestionados por la patronal y los sindicatos mayoritarios, a la vista del bajísimo nivel de inserción laboral de sus alumnos y los fondos millonarios que reciben, llaman la atención los contenidos de algunos de ellos.
Basta con asomarse a las web de las organizaciones valencianas de UGT y CCOO para encontrar cursos imaginativos en sus planes de formación continua, dirigidos preferentemente a ocupados pero sin descartar que sus supuestos beneficios alcancen a parados. Así, CCOO ofrece un curso presencial de cata de vinos, de 20 horas, para que el alumnado sea «capaz de llevar a cabo las diferentes técnicas de vinos y extraer las conclusiones derivadas del análisis del vino en cada una de las fases del proceso».
Si uno quiere ganarse la vida de cuentacuentos, CCOO le da la oportunidad de formarse con un curso presencial de 20 horas, impartido en Alicante, Benidorm, Orihuela y Elche. También los hay para los principiantes en el uso del ordenador, con un seminario de 25 horas en Valencia, para aprender todo lo relativo a la informática para casa.
¿Cuántos tipos de estrés existen? Para saberlo basta con acudir a un curso de control de estrés en Valencia. CCOO enseñará cómo afrontarlo. Y si se quiere ahondar en el conocimiento de uno mismo o de los demás, el sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo propone cursos de inteligencia emocional y de comunicación interpersonal. La web de CCOO incluye un curso de técnicas de canto para gente con inquietudes artísticas.
UGT no se queda muy atrás en cursos imaginativos. Es sabido que cada vez hay más gente que convive con un animal de compañía. Acaso por esa razón, el sindicato ofrece un curso de guía canero «para facilitar la adquisición de las competencias y habilidades dentro del área de la seguridad con perros».
UGT organizó este año sendos cursos para patrón de yate y de embarcaciones deportivas dentro de su plan de formación intersectorial, dirigido en teoría a facilitar el reciclaje profesional de sus alumnos. Al primero, de 130 horas, asistieron 62 alumnos repartidos en cuatro grupos presenciales. El segundo, de 90 horas, tuvo, si cabe, mayor éxito: 151 alumnos divididos en 10 grupos.
El curso de patrón de yate costaba 9.360 euros, a razón de 1.509 euros por alumno. El segundo salió por 162.000 euros, a 1.072 euros por asistente. Sin embargo, la Generalitat valenciana sólo pagará 7.800 euros del primero y 16.200 del segundo. ¿Por qué? Porque una vez analizada la identidad de los alumnos, descubrió que entre los asistentes había funcionarios de la Generalitat y del Ayuntamiento de Valencia, trabajadores de la EMT y Aguas de Valencia, directores de entidades bancarias y hasta personal de una parroquia, con un perfil laboral que no era el requerido. UGT declinó dar su versión sobre lo sucedido.
Consciente de las enormes lagunas del modelo de formación para parados, el Gobierno de Alberto Fabra introducirá este año como novedad que el 15% de las ayudas estén condicionadas a la inserción laboral de sus alumnos. 
epsimo y EL MUNDO

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