jueves, 22 de diciembre de 2011

Un Gobierno que llega con la lección aprendida

Rajoy forma el Gobierno de la excelencia

CON puntualidad británica y sin filtraciones previas, Mariano Rajoy leyó ayer a las siete y media de la tarde la lista de los nuevos ministros. Haciendo honor a su fama de previsibilidad, no hubo grandes sorpresas. El nuevo presidente ha diseñado un Gobierno que podríamos definir con cuatro calificativos: reducido, homogéneo, avezado y competente.
Es un Gabinete reducido porque pasa de las 16 personas que integraban el anterior equipo de Zapatero a solamente 14: el presidente, la vicepresidenta y otros 12 ministros. Rajoy no ha seguido la regla de la paridad porque hay nueve hombres y cuatro mujeres. Es un Gobierno homogéneo porque la mayoría son personas muy cercanas o ex colaboradores del propio Rajoy. No hay familias. Todos los ministros tienen un perfil político moderado, en clara sintonía con el presidente. Y se trata también de un equipo avezado y competente, en la medida en que casi todos tienen experiencia política y muchos de ellos ya desempeñaron cargos importantes. Montoro, Arias Cañete y Ana Pastor fueron ministros con Aznar; Morenés, Fernández y De Guindos fueron secretarios de Estado; Gallardón ha sido presidente de comunidad autónoma y alcalde de Madrid, y Soria presidió el Cabildo insular de Gran Canaria. Por tanto, ocho de los 13 han desempeñado ya importantes responsabilidades políticas.

Rajoy forma el Gobierno de la excelencia

Tal y como se esperaba, Soraya Sáenz de Santamaría va a ser la número dos del Gobierno, acumulando un poder sin precedentes al sumar los cargos de vicepresidenta única, ministra de la Presidencia y portavoz. No hay duda de que Rajoy ha depositado en ella la tarea de coordinar la acción política del Gobierno.
La composición y la estructura del Ejecutivo prueba que la gran prioridad es la lucha contra la crisis. De ahí que Rajoy vaya a presidir la comisión delegada para Asuntos Económicos, lo cual evita el riesgo de posibles fricciones entre los ministerios de Economía y Hacienda.

Rajoy forma el Gobierno de la excelenciaLuis de Guindos, hasta hoy miembro del Consejo de Unidad Editorial y columnista habitual de nuestro suplemento Mercados, es una de las personalidades más brillantes, solventes y con mayor proyección internacional del nuevo Gobierno. Su nombramiento como ministro de Economía y Competitividad tranquilizará a los mercados.
Si De Guindos tendrá que llevar a cabo las grandes reformas estructurales, Cristóbal Montoro será el responsable de Hacienda y Administraciones Públicas, dos carteras que se han unido con buen criterio. Eso significa que el experimentado Montoro será el encargado de acometer la difícil e ingrata tarea de recortar el gasto público y hacer que cuadren las cuentas.
Resulta también muy significativo el nombramiento de José Manuel García-Margallo como ministro de Exteriores. La elección de un especialista en temas presupuestarios y de un buen conocedor de los laberintos de Bruselas indica que Rajoy entiende que la gran prioridad de su política exterior es la búsqueda de un apoyo de sus principales aliados europeos a las reformas y su compromiso con la futura unión fiscal.
El área económica del Ejecutivo se completa con otros cinco nombramientos: José Manuel Soria, un buen gestor con experiencia autonómica y municipal, al frente de Industria; Ana Pastor, absolutamente cercana a Rajoy y con contrastada capacidad de trabajo, en Fomento; Fátima Báñez, una diputada experta en cuestiones presupuestarias, en Empleo y Seguridad Social; Miguel Arias Cañete, que retorna a un recuperado ministerio de Agricultura; y Ana Mato, por la que apuesta en Sanidad.
Restan, por último, los cuatro ministros de perfil más político. Jorge Fernández, antiguo colaborador de Rajoy, asume la complicada tarea de gestionar Interior y de poner bajo su control al aparato policial. La duda es si tendrá el suficiente carácter. Alberto Ruiz-Gallardón asume Justicia, un departamento de poco presupuesto pero en el que se enfrenta al reto de la reforma de la Justicia y su despolitización. José Ignacio Wert, un democristiano que viene de UCD, gestionará Educación y Pedro Morenés, un alto funcionario con experiencia y muy bien valorado por la Casa del Rey, será el responsable de Defensa, el mismo ministerio en el que ya fue número dos. Queda fuera de forma inesperada Esteban González Pons, al que probablemente Rajoy reserva un puesto importante en el partido.
En resumidas cuentas, estamos ante el primer relevo en el poder en el que el Gobierno llega con la lección aprendida. Pero también es verdad que la gravedad de la situación exigía precisamente eso.
epsimo y EL MUNDO______________________

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