jueves, 1 de diciembre de 2011

La jueza investiga a un vigilante de Villabona por la muerte del preso

Las pesquisas internas le atribuyen negligencia ante la pelea de dos reclusos que acabó con la muerte de Justo P. A. el pasado día 11
Un funcionario fue detenido el martes por la tarde a las puertas de Villabona por su presunta implicación en el homicidio que terminó con la vida del interno Justo P. A. el pasado día 11 a consecuencia de la paliza que le propinó otro preso, Jaouad B. K. El vigilante estaba de guardia en el momento de los hechos y los testimonios prestados por varios reos apuntan a que «su conducta profesional irregular» habría facilitado de algún modo la pelea.
En estos términos lo recoge el expediente disciplinario que el pasado día 17 le fue abierto por Instituciones Penitenciarias. A resultas de esta investigación interna, V., el funcionario, estaba desde ese día suspendido de empleo y sueldo, pero el martes se le convocó al centro penitenciario para que prestara declaración dentro del proceso administrativo abierto en su contra.
Desde la dirección de Villabona se indica que el funcionario «no quiso explicar nada». La instrucción del homicidio está corriendo a cargo de la magistrada-juez María Luisa Llaneza, que ya tenía citado a V. para declarar en calidad de testigo. Sin embargo, en el curso de la investigación, la Guardia Civil tomó declaraciones a una treintena de los 138 internos que estaban en el módulo 8, escenario del suceso. Fuentes cercanas al caso indican que «la mayoría de ellos» aseguraron que antes de la pelea, el funcionario se habría aproximado a Jaouad B. K. para advertirle que en el mismo recinto estaba Justo P. A., recordándole el peligroso antecedente que unía a ambos. La historia se remonta al 12 de abril de 2003, cuando el corverano apuñaló por la espalda en un bar de Gijón al marroquí. Minutos después de transladarle esta información, se desencadenó la pelea.
Según el relato de la dirección de Villabona, el martes por la tarde V. se habría negado a valorar los testimonios recogidos en su contra. Cuando iba a abandonar el centro penitenciario, fue detenido por agentes de la Policía Judicial. Las declaraciones de los presos habían llegado también a la magistrada-juez, quien dictó su detención para interrogarle en calidad de imputado y no como testigo, tal y como tenía previsto inicialmente.
A las diez de la mañana de ayer, y tras declarar ante la Guardia Civil, fue puesto a disposición judicial, aunque el interrogatorio no pudo comenzar hasta pasadas la una de la tarde. En su declaración, V. reconoció haber informado a Jaouad de la presencia de Justo, pero niega haber incitado la pelea que se registró después. Oída su versión, la magistrada-juez dictó su libertad provisional, al entender que no existen motivos para mantenerle detenido.
El expediente disciplinario apartó de su puesto de trabajo a V. por un periodo provisional de seis meses, pero al entrar el asunto en la jurisdicción penal, ha quedado suspendido a la espera de sentencia. Hoy están citados a declarar ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo tres internos de Villabona que presenciaron los hechos y cuyo testimonio será clave ahora para ponderar la posible responsabilidad del vigilante.
Washington Jesús Villaverde, abogado de Jaouad B. K. y presente ayer durante el interrogatorio al funcionario, estimó que «estos hechos confirman que mi cliente no maquinó venganza alguna y que fue víctima de una negligencia por parte de Instituciones Penitenciarias». El letrado recordó que el marroquí permanecía recluido en un módulo distinto al de Justo P. A. hasta dos días antes del suceso. El traslado al mismo recinto «es incomprensible, dado que la otra persona había apuñalado a mi defendido y por tanto no debían estar en el mismo lugar». Este antecedente «era bien conocido en la prisión, como ha quedado demostrado con la actuación de este funcionario».
Se da la circunstancia de que el presunto homicida, Jaouad B. K. fue trasladado el lunes fuera de Asturias. Instituciones Penitenciarias había solicitado desde el inicio autorización a la instructora para sacarlo de Villabona «ante el peligro que suponía» para la convivencia en el centro. En un primer momento, María Luisa Llaneza denegó el cambio, quizás confiando que el imputado terminaría por querer declarar. Finalmente, y después de ser apremiada por la dirección del centro, habría consentido el traslado. El reo está ahora en la prisión de Teixeiro (La Coruña) en el módulo de aislamiento.
El Comercio Digital
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