viernes, 7 de octubre de 2011

CORRUPCIONES SOCIALISTAS: Pepiño, el campeón de los "corrutos". Entre gasolineras y escudos antimisiles

Rubalcaba, embustero y payaso

Blanco y Dorribo, una cuestión privada

Valenciano resta importancia a que quedaran en una gasolinera aunque sea «llamativo»
El ministro dice que le sorprende que el PP no pida citar a los implicados de la Xunta

La directora de la campaña socialista para las próximas elecciones generales, Elena Valenciano, explicó ayer que el ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, accedió a encontrarse en una gasolinera con el empresario que le ha acusado de cobrar comisiones ilegales, Jorge Dorribo, porque éste se lo pidió «para tratar una cuestión privada» y porque «se ve con muchos empresarios».

Así lo dijo textualmente Valenciano en una entrevista en Telecinco, en la que reconoció que, aunque el hecho de haber quedado en una gasolinera «puede ser muy llamativo», no tiene ninguna importancia porque quedaron allí «como podían haber quedado en una cafetería o en la entrada del restaurante» al que se dirigía Blanco para participar en una comida de empresarios, a la que estaba invitado.

«El señor Blanco se entrevista con muchísimos empresarios de muchos sectores. Iba hacia esa comida y le dicen que esa persona quiere verle antes para plantearle una cuestión privada. Como iban hacia allá, quedaron un poco antes de la llegada, como podían haber quedado en una cafetería o en la entrada del restaurante», dijo.

La versión de Valenciano contrasta con la que ofreció el propio José Blanco a EL MUNDO, en la que afirmó que Dorribo le había pedido el encuentro para que hiciera gestiones ante Sanidad en favor de su empresa.

Fuentes de la dirección del PSOE precisaron que Valenciano, con sus declaraciones, se refería a que el empresario quería buscar privacidad con el ministro, no a que fuesen a tratar un asunto privado o personal en el encuentro.

Valenciano, como una gran parte de dirigentes socialistas, salió ayer en tromba a defender la honorabilidad de Blanco y no se cansó de repetir, una y otra vez, que «ni había caso ni causa».

«Le voy a defender porque no hay absolutamente nada. La denuncia es de un delincuente, de una persona que ha hecho la denuncia estando en la cárcel. No hay nada y, por ello, Blanco se va a querellar vía penal y vía civil. Nosotros sabemos que esto es un ataque a Pepe Blanco», afirmó la directora de la campaña electoral del PSOE.

Valenciano recordó que hay imputados en la causa que son «altos cargos de la Xunta de Galicia» y que, en su opinión, deberían ser los primeros en dar explicaciones, puesto que llegaron a ser detenidos.

En la misma línea se expresó el propio implicado en este escándalo, José Blanco, quien afirmó ayer que las acusaciones de Dorribo son «una auténtica falsedad». Y añadió: «Me sorprende que el PP pida mi comparecencia cuando el Gobierno de España ha denegado todas las subvenciones que ha solicitado esa empresa y, sin embargo, el PP no pida la comparecencia en el Parlamento del máximo responsable político del Gobierno gallego, que es el que ha concedido las ayudas a esa empresa. Sorprendente y paradójico», dijo, según informa Alberto Fernández.

Otros importantes dirigentes del PSOE y del Gobierno también salieron ayer en defensa de Blanco. Entre otros, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui; el presidente del Congreso, José Bono; el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y hasta el candidato del PSOE por Sevilla, Alfonso Guerra.

Guerra declaró en Almería que «da la impresión» de que las acusaciones de corrupción contra José Blanco «son una invención», según informa Miguel Cabrera. Guerra consideró «dramático en un sistema democrático que alguien pueda inventar algo así en las puertas de unas elecciones». «Qué casualidad», concluyó



La decisión del PSOE de entregar Rota para la instalación del escudo antimisiles de Bush, es bueno para España

Un acuerdo bueno para España

ES LÓGICO que muchos ciudadanos -en particular sus votantes- se hayan quedado sorprendidos al ver a Zapatero firmando un acuerdo para desplegar en Rota cuatro destructores de la Armada estadounidense que forman parte del llamado escudo antimisiles de la OTAN. El mismo presidente que se quedó sentado al paso de la bandera norteamericana cuando era líder de la oposición y el mismo que empezó su mandato retirando las tropas de Irak. La incorporación de España a este sistema es uno más de los muchos giros de Zapatero en el último año, aunque como en el caso de la política económica se trata de un cambio positivo e importante para los intereses de nuestro país.

El sistema tiene como objetivo proteger a las naciones de la OTAN de posibles ataques con misiles lanzados desde países como Irán u otros que puedan desarrollar armas nucleares de largo alcance. La decisión del Gobierno español de convertir a Rota en un enclave estratégico de esta red militar ha sido elogiada por las autoridades norteamericanas y duramente criticada por Rusia, que la considera un ataque directo contra su seguridad, por temor a que misiles rusos puedan ser derribados desde Rota. En este momento hay una negociación abierta entre la OTAN y el Kremlin, que exige un compromiso de que no estará dirigido hacia Rusia. Más allá de esta polémica -que parece una réplica de la Guerra Fría-, el compromiso de Zapatero convierte a España en una pieza clave de la estrategia de la OTAN. El viejo mito de la izquierda de que España se integró en la alianza tras el referéndum, pero no en su estructura militar ha sufrido el golpe de gracia. Nuestro territorio ya forma parte del despliegue defensivo de la OTAN.

Tanto Zapatero como la ministra Chacón y el vicepresidente Chaves han subrayado el impacto económico que la llegada de los buques y de los soldados norteamericanos tendrá en la comarca andaluza: un millar de puestos de trabajo y 51 millones de euros al año. Lo más importante, sin embargo, es que el Gobierno español -con el respaldo explícito del PP- ha dado un paso decisivo en su colaboración en la estrategia europea de defensa. El resto más bien parece una forma de disculparse ante su electorado por tantos cambios

epsimo y EL MUNDO_________________


Blanco y Bono: las diferencias
Un portavoz con plomo en las alas
CORRUPTOLANDIA:
Su abogado dice que la denuncia del empresario ha sido "un acto de valentía".
Fomento sí adjudicó un contrato a la empresa de uno de los imputados

VIDEO:
Blanco rompe su silencio en Luxemburgo y CÓMO NÓ acusa al PP
El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que las acusaciones que le implican en la llamada 'Operación Campeón', que investiga una supuesta trama de concesión de ayudas ilegales, es "una auténtica falsedad".

El alcalde socialista de un pueblo serrano de Cádiz gastó 27.000 euros en facturas de comida en sólo un año
El presidente de los empresarios del golf considera que el hijo de Chaves ha influido políticamente para la aprobación del campo de El Següesal.
140.000 € DE LA EMPRESA PÚBLICA TRAGSA
Un socialista cercano a Blanco paga con dinero público para evitar una demanda por acoso
Documento: Carta del Comité de Empresa
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Sinde subvenciona los festivales de cine de la CAM y de las asociaciones gays
Presidencia reparte 5,2 millones para proyectos sobre la memoria histórica
Ha quedado fuera la exhumación en el Valle de los Caídos por su «imposibilidad de ejecución»
Rubalcaba, embustero y payaso

Entre gasolineras y escudos antimisiles

La "operación Campeón" se ha convertido en un quebradero de cabeza para Alfredo Pérez Rubalcaba. Mientras dos de los señalados ya han dimitido de sus cargos por las acusaciones lanzadas por el empresario lucense José Dorribo, el ministro de Fomento, José Blanco, asegura que Dorribo miente y niega su implicación el cobro de comisiones ilegales para favorecer a determinadas empresas gallegas.

Ni la boda del año en España entre la Duquesa de Alba y Alfonso Díez ha conseguido apagar la repercusión en el mundo político por la supuesta implicación del ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, en el cobro de comisiones ilegales para favorecer a determinadas empresas gallegas, según una investigación llevada cabo por el Servicio de Vigilancia Aduanero (SVA), dependiente de la Agencia Tributaria.

Tres de los dos acusados ya han dimitido de sus cargos por las acusaciones lanzadas por el empresario lucense José Dorribo contra el ministro de Fomento, el diputado popular Pablo Cobián Fernández y ex consejero en la Xunta del BNG, Fernando Blanco. Y son estos dos últimos los que han dejado sus cargos públicos. El portavoz del Gobierno continúa insistiendo en que el Dorribo miente. Pero la reunión desvelada este miércoles por "El Mundo" entre el ministro y el empresario en una gasolinera de la localidad lucense de Guitiriz, no desmentida por el portavoz del Ejecutivo socialista, ha hecho que el PP haya saltado a la yugular de Blanco, y más después de que éste último fuera el principal azote de los populares en el "caso Gürtell".

La "operación Campeón" se ha convertido en un gravísimo problema para Alfredo Pérez Rubalcaba, según fuentes políticas consultadas por "El Imparcial", y que admiten que las cosas no pintan nada bien para el portavoz del Gobierno, José Blanco. "Como en todos estos casos, señalan las mismas fuentes, las grabaciones telefónicas, en este caso llevadas a cabo por el SVA con autorización judicial, pueden suponer para el ministro su tumba política, como supuso el caso Gürtel para Francisco Camps, bien jaleado por el vicesecretario general del PSOE como gran ejemplo de la corrupción en el PP".

De hecho, el Partido Popular ha reclamado al ministro de Fomento que dimita de su cargo, como han hecho los diputados gallegos del PP y del BNG implicados en el mismo caso según las actuaciones judiciales. Desde el PP ya se subraya: "Caso Gürtel igual a Operación Campeón". El secretario de Comunicación de los populares, Carlos Floriano, ha pedido no sólo la dimisión del portavoz del Gobierno, sino que también ha exigido al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que le excluya de las listas para las próximas elecciones generales del 20 de noviembre.

Y entre "Operaciones Campeón" y referencias al "caso Gürtel", el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado este miércoles una decisión impensable desde su llegada al Gobierno. Su Ejecutivo ha autorizado el uso de la base de Rota a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos para establecer allí uno de sus pilares de su escudo antimisiles, un sistema que ha provocado los mayores enfrentamientos entre la Casa Blanca y la OTAN con Rusia. El acuerdo aprobado por Zapatero y el Ministerio de Defensa permite la presencia en la base gaditana de cuatro buques equipados con el sistema antimisiles, entre los que se encuentran las fragatas de la Armada española F-100. Fuentes políticas relacionadas con el mundo de la Defensa consultadas por este diario subrayan que la decisión de Zapatero tiene dos lecturas: " Por una parte, reconoce que España está implicada al máximo en la estrategia militar diseñada por el Pentágono. Por otra el antiamericanismo que demostró en 2003 cuando no se levantó al paso de la bandera de los Estados Unidos en el desfile del 12 de octubre en protesta por la decisión de Aznar de apoyar la intervención militar en Irak parece que ya se le ha olvidado".

EL IMPARCIAL__________________________


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