lunes, 12 de septiembre de 2011

¿¿ALTA TRAICIÓN DE RUBALCABA?? Y TROPELIA CATALANA

Rubalcaba telefoneó a Felipe González al salir de su reunión con Batasuna en Leiza
Almunia era el secretario general y Borrell el candidato del PSOE en aquel momento. Esta vía de comunicación es anterior a la de Eguiguren y se mantuvo tras la ilegalización de los proetarras.
El ahora candidato socialista se reunió en 1998 en secreto con representantes de Batasuna-ETA puenteando incluso a la dirección socialista.

El entonces ministro del Interior dice sentirse “sorprendido” y asegura que González estuvo detrás. Ferraz blinda a su referente y fija el silencio en las filas socialistas.

Cuando al millonario Rubalcaba le dijeon que el Régimen era él

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Primero consignas, luego quema de banderas y después amenazas/ Un impuesto expropiatorio, una baza a la demagogia de Rubalcaba

RubalCARA, embustero y payaso
NO FALTARÁ quien, al ver nuestra primera página, sostenga que estamos relacionando una consigna lanzada por un escritor en un ambiente festivo con la actuación vandálica de grupos minoritarios que quemaron banderas españolas en la manifestación independentista de la Diada. Sin embargo, el eslogan «Català, a l'atac!» fue muy aplaudido por las autoridades catalanas y los representantes del PSC presentes en el acto oficial. ¿Qué dirían los nacionalistas si en una celebración del 12 de octubre, por ejemplo, alguien exclamara desde la tribuna: «Español, al ataque»? Pero es que además el eslogan viene precedido de las «uñas y dientes» con las que la vicepresidenta del Gobierno de Mas aseguró que defendería el catalán y por las reitedadas proclamas de desobediencia hacia las sentencias de los tribunales que garantizan el derecho a la educación en español. Cuando desde una tribuna oficial alguien lanza consignas de ataque, y quien tiene que garantizar el cumplimiento de la ley no la cumple, existe el riesgo de que los más radicales se lo tomen al pie de la letra. Dos grupos de encapuchados quemaron banderas españolas y un retrato del Rey, sin que nadie se lo impidiera. Aunque estos actos vandálicos son habituales en las manifestaciones vespertinas de la Diada, nunca aparece la Policía autonómica. En todo caso, el Gobierno catalán -y también el PSC- han alimentado una peligrosa espiral, hasta el punto de chantajear al alcalde de Badalona -donde la mayoría es castellanohablante- con quitarle del puesto si continúa oponiéndose a la política de inmersión lingüística de la Generalitat

Un impuesto expropiatorio, una baza a la demagogia de Rubalcaba

RubalCARA, embustero y payaso«EN RELACIÓN con el Impuesto sobre el Patrimonio, creemos que se ha quedado obsoleto. Se creó en 1977 con carácter extraordinario y, en principio, transitorio, pero ha durado más de 30 años; hoy es un impuesto que grava esencialmente el ahorro de las familias de rentas medias (...). Por ello, los socialistas lo eliminaremos durante la próxima legislatura». Es una cita textual del programa electoral del PSOE en 2008. Rubalcaba va a necesitar muchas páginas de periódico para convencer a los ciudadanos de que un impuesto desechado hace sólo tres años -Zapatero lo suprimió al bonificarlo al 100% en agosto de 2008- es ahora imprescindible.

El tributo sobre el Patrimonio regulado en 1977 sólo tenía un objetivo: intentar localizar a los españoles con más bienes y que en el sistema franquista habían estado al margen del pago de impuestos. El legislador pretendía que determinados contribuyentes se retrataran ante Hacienda y, así, poder investigar orígenes y destinos de esos bienes. Se sabía o que era un impuesto injusto porque gravaba bienes adquiridos con rentas sobre las que ya se había tributado, pero no era su objetivo que los ricos pagaran más. Para eso estaba, por ejemplo, la progresividad del IRPF.

Por eso, hay que tachar de demagógicamente perversa la intención de Rubalcaba, que confirmó ayer la noticia adelantada por EL MUNDO: el Gobierno resucitará este viernes este impuesto confiscatorio. Porque no es un gravamen para las fortunas como quiere dar a entender la propaganda socialista. Nuestro sistema impositivo lleva a que los grandes patrimonios busquen acomodo en sociedades -empresas interpuestas, Sicav,...- con una fiscalidad mucho más favorable que la de las personas físicas. Ni con la exención del primer millón de euros, como pretende el Gobierno si legalmente puede, podemos pensar que trata de ese impuesto para ricos que la crisis financiera ha puesto de moda. Rubalcaba lo sabe.

Como también sabe que la recaudación que se conseguirá si se reintroduce no va a aliviar las cuentas públicas. En 2007, la Administración ingresó 2.100 millones de euros por Patrimonio. Con las supuestas nuevas condiciones, el impuesto podría recaudar unos 900 millones, menos que, por ejemplo, los 1.000 millones que Barreda acumuló en facturas sin pagar en los últimos dos meses y medio de su mandato. Cualquier céntimo que ingrese el Estado es necesario, pero convertir el Impuesto sobre el Patrimonio en instrumento del incremento de la recaudación y de la lucha contra el paro - el candidato quiere destinar ese dinero al empleo juvenil- es una burla a la sociedad.

El del Patrimonio es hoy, como en 2008, un impuesto confiscatorio y el PP obra correctamente cuando se opone a su reimplantación. Todo parece indicar que esta iniciativa no prosperará y sólo quedará como el último tributo que Zapatero ha pagado a la demagogia de Rubalcaba

epsimo y EL MUNDO___________________

Victimismo nacionalista
Como cada año, la Diada se convirtió en un memorial de agravios.
Las gafas verdes
Los cortinajes se han caído, dejando al descubierto toda la tramoya socialista.
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