miércoles, 24 de agosto de 2011

REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, SIN MI VOTO NO

EN EL AÑO 1978 FUIMOS MUCHOS LOS ESPAÑOLES, QUE MEDIANTE REFERENDUM DIMOS EL SÍ A NUESTRA CARTA MAGNA. AHORA, QUE LA QUIEREN REFORMAR, YO QUIERO PARTICIPAR CON MI VOTO MEDIANTE OTRO REFERENDUM. NO ACEPTO UNA REFORMA DE NUESTRA CARTA MAGNA, LA QUE NOS DIMOS TODOS LOS ESPAÑOLES, CHUSQUERA EN EL SENO DEL PARLAMENTO CUYA CASTA POLÍTICA DEJA MUCHO QUE DESEAR.
LO DIGA EL FELÓN Z+P O "EL JESUITA MARIANO".

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NO ES PROCEDIMIENTO PARA UNA REFORMA CONSTITUCIONAL

En primer lugar no es la reforma constitucional que conviene a España sino la que complace a Alemania. En segundo lugar el procedimiento canicular urgente no tiene un pase. Finalmente lo que necesita nuestra nación es cerrar el Estado de las Autonomías al chantaje de las transferencias y los partidos nacionalistas, así como establecer un tiempo máximo de ocho años para el mandato de los presidentes del Gobierno y de las comunidades autónomas.

A Zapatero y a su dócil marioneta Salgado les han urgido desde Alemania a fijar constitucionalmente los techos de gasto. Los alemanes no quieren seguir pagando los despilfarros de la clase política española. Zapatero, genuflexo ante el rebenque de Ángela Merkel, ha cedido y como siempre ha improvisado una reforma con nocturnidad, verano y alevosía. Seguramente, con los debidos matices, esa reforma es necesaria. Pero modificar la Constitución exige tiempo, maduración, consenso, participación de la opinión pública. Zapatero ha tomado la decisión sin respeto a la Carta Magna, cosa que ya había hecho al burlarla a través del Estatuto catalán y la manipulación de un Tribunal Constitucional politizado y adicto.

En el PSOE están hartos de las ligerezas y las ocurrencias zapaterescas. A Rubalcaba no le llega la camisa al cuerpo. Los socialistas apartaron a Zapatero de la candidatura a las próximas elecciones generales. Le permitieron seguir en el poder para que dejara colocados y bien colocados a los suyos, además, y eso era lo sustancial, de borrar las huellas de un presunto delito de colaboración con banda armada. Ahora muchos barones socialistas se han indignado con el procedimiento de urgencia emprendido por Zapatero para una reforma constitucional que consideran una auténtica chapuza.


Luis María ANSON
de la Real Academia Española

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