Patxi López se manifestó en sentido parecido a Rubalcaba. Dijo que fijar la estabilidad presupuestaria en la Constitución «no puede ser un corsé». Más críticos aún se mostraron los socialistas catalanes. El portavoz del PSC en la Cámara autonómica, Joaquim Nadal, señaló que la medida propuesta por Zapatero «cuesta mucho de entender». Y Borrell se opuso a establecer un tope de déficit. El ex ministro dijo no entender «qué ha cambiado» para que el Gobierno plantee una medida que hasta ahora rechazaba, y recalcó que si fuera diputado no votaría la reforma. Por su parte, el diputado y ex secretario general de CCOO Antonio Gutiérrez adelantó que votará en contra. Y las críticas arreciaron igualmente desde la corriente del PSOE Izquierda Socialista y desde el sindicato UGT. Por si fuera poco, en medio de ese clima de división interna, el presidente del partido, Manuel Chaves, se sumó a la lista de quienes están mostrando en público sus dudas a incorporarse a las listas, lo que contribuye a enrarecer aún más el ambiente.
Sólo el PP cerró ayer filas en defensa de la reforma constitucional. «Hoy es un sentir en la sociedad española que no se puede gastar como se ha gastado en los últimos tiempos», manifestó Rajoy. Frente a quienes reclaman cambios más profundos en el texto, el líder de los populares repuso que no es partidario de plantear «otras reformas» de más calado con unas elecciones a la vuelta de la esquina. También sería descabellado votar la reforma en referéndum, como reclaman desde IU, UPyD o el 15-M, pues someter a ese proceso una norma técnica como la que se propone, que está siendo objeto de las interpretaciones más demagógicas, crearía aún más inestabilidad en los mercados, justo lo contrario de lo que se persigue.
Rajoy aseguró que seguirá «insistiendo» para que Zapatero aclare si ha recibido este mes una carta del BCE coincidiendo con la compra de deuda pública española. El martes, el presidente renunció por dos veces a responder a esa pregunta en el Parlamento y el Ejecutivo siguió guardando silencio en el día de ayer. Todo apunta a que, al igual que Berlusconi recibió una carta en la que se le pedían reformas a cambio de la compra de bonos italianos, lo mismo ocurrió con Zapatero. Según desvelamos hoy, fue en los días en que el BCE salió en auxilio de España cuando el Gobierno pidió informes sobre la viabilidad de la reforma constitucional.
La decisión de tocar la Carta Magna ha puesto al PSOE ante el espejo de sus contradicciones. El partido que restaba trascendencia a la crisis y calificaba de antipatriota a la oposición ha acabado viéndose forzado a cambiar hasta la Constitución por presiones de la UE. Y a tres meses para las elecciones, las costuras del partido se resienten.
Entre la improvisación y la precariedad laboral
Los Diálogos con Rubalcaba que estrenó ayer el candidato socialista tuvieron un arranque con el habitual tono moderado del dirigente socialista, pero con un contenido desolador. A los 61 padres y madres convocados en Ferraz para hablar de conciliación laboral y familiar los recibió hablando del futuro de sus hijos con «inquietud» y «angustia».
«Cuando veo a los jóvenes en la calle pienso que, por primera vez, están percibiendo que van a vivir peor que sus padres», afirmó Alfredo Pérez Rubalcaba. «Hay gente que mira a sus hijos y dice '¡Pobres hijos míos, qué os espera!'. Esa inquietud está ahí y queremos deciros cómo lo vemos», añadió el candidato, antes de explicar qué se propone con el «poco» dinero del que dispondrá si gana las elecciones: sobre todo, escuelas infantiles de 0 a 3 años para ayudar a conciliar. «Una de las cosas en las que vamos a gastar los recursos que tengamos, que no van a ser muchos, será en escuelas infantiles de 0 a 3», aseguró.
La posibilidad de conciliar por la vía de trabajar menos, dijo, queda para más adelante, porque ahora no sería un buen mensaje para los mercados. Unos mercados que volvieron a surgir cuando el móvil de uno de los invitados comenzó a sonar con la melodía de Psicosis. «Ya están los mercados llamando», bromeó Rubalcaba.
Quienes se presentaron ayer ante el candidato eran familias con uno, dos o tres hijos -con más, ninguna-, una decena de los cuales jugó en el patio interior de la sede socialista durante las tres horas de encuentro. Los seleccionados -de entre el millar que pidieron asistir- también escucharon a Rubalcaba asegurar que no hay «ninguna posibilidad» de que un gobierno suyo llegue a imponer el copago sanitario
El Sátrapa Gadafi debería ser llevado ante un tribunal
epesimo y EL MUNDO_______________________
Instalados en la improvisación permanente
División en el PSOE por la reforma constitucional
El ala izquierda del PSOE se rebela
Ni la reforma constitucional corta las vacaciones del Gobierno
El único acto del Ejecutivo ayer fue un encuentro de Sanidad con una asociación de juguetes. El resto de Ministerios, sin agenda.
Cara factura para España y el PSOE
Zapatero excusaba su pasividad ante el colapso, alegando que admitió la crisis en septiembre de 2008.
‘Público’ estimula un movimiento en Twitter y luego anuncia que “la Red se moviliza” contra la reforma. Ser comentarista de izquierdas es fácil, porque uno no tiene que mirar la realidad para comentarla.
El BCE toma el timón de la economía española
SIEMPRE HEMOS DE DICHO, QUE ESPAÑA ESTABA INTERVENIDA POR LA U.E., EL TIEMPO NOS HA DADO LA RAZÓN
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