jueves, 25 de agosto de 2011

La reforma pone al PSOE ante sus contradicciones. Entre la improvisación y la precariedad laboral

Zapatero embustero
LA SORPRESA inicial en el PSOE por el anuncio de Zapatero de acometer una reforma urgente de la Constitución para incluir un límite al déficit ha dado paso a una fuerte contestación interna. Tanta, que ayer, a última hora de la noche, Rubalcaba decidió tomar las riendas de la negociación con el resto de grupos parlamentarios, sustituyendo así al portavoz socialista, Alonso. La maniobra pretende cerrar la división del partido y ofrecer al candidato una salida digna después de haber quedado en evidencia por este caso.
La jornada fue de un gran desgaste para el PSOE. Frente al aluvión de críticas que llegaron desde todos los puntos del partido, sólo la vicepresidenta Salgado dio abiertamente la cara por la reforma constitucional. El propio Rubalcaba se desmarcó por la mañana de la iniciativa advirtiendo que lo importante era «la letra pequeña» y dejó entrever que no está de acuerdo con ella: «No podemos pillarnos los dedos», afirmó. El candidato ya había mostrado cierta contrariedad el martes, poco después de que el presidente hiciese públicas las intenciones del Ejecutivo. Entonces se limitó a decir que había cambiado de opinión en la víspera tras ser «convencido» por Zapatero. Hay que tener en cuenta que este paso dejaba a Rubalcaba muy tocado, pues se burló de Rajoy cuando el líder del PP lanzó la propuesta de reformar la Constitución el año pasado.

Patxi López se manifestó en sentido parecido a Rubalcaba. Dijo que fijar la estabilidad presupuestaria en la Constitución «no puede ser un corsé». Más críticos aún se mostraron los socialistas catalanes. El portavoz del PSC en la Cámara autonómica, Joaquim Nadal, señaló que la medida propuesta por Zapatero «cuesta mucho de entender». Y Borrell se opuso a establecer un tope de déficit. El ex ministro dijo no entender «qué ha cambiado» para que el Gobierno plantee una medida que hasta ahora rechazaba, y recalcó que si fuera diputado no votaría la reforma. Por su parte, el diputado y ex secretario general de CCOO Antonio Gutiérrez adelantó que votará en contra. Y las críticas arreciaron igualmente desde la corriente del PSOE Izquierda Socialista y desde el sindicato UGT. Por si fuera poco, en medio de ese clima de división interna, el presidente del partido, Manuel Chaves, se sumó a la lista de quienes están mostrando en público sus dudas a incorporarse a las listas, lo que contribuye a enrarecer aún más el ambiente.

Sólo el PP cerró ayer filas en defensa de la reforma constitucional. «Hoy es un sentir en la sociedad española que no se puede gastar como se ha gastado en los últimos tiempos», manifestó Rajoy. Frente a quienes reclaman cambios más profundos en el texto, el líder de los populares repuso que no es partidario de plantear «otras reformas» de más calado con unas elecciones a la vuelta de la esquina. También sería descabellado votar la reforma en referéndum, como reclaman desde IU, UPyD o el 15-M, pues someter a ese proceso una norma técnica como la que se propone, que está siendo objeto de las interpretaciones más demagógicas, crearía aún más inestabilidad en los mercados, justo lo contrario de lo que se persigue.

Rajoy aseguró que seguirá «insistiendo» para que Zapatero aclare si ha recibido este mes una carta del BCE coincidiendo con la compra de deuda pública española. El martes, el presidente renunció por dos veces a responder a esa pregunta en el Parlamento y el Ejecutivo siguió guardando silencio en el día de ayer. Todo apunta a que, al igual que Berlusconi recibió una carta en la que se le pedían reformas a cambio de la compra de bonos italianos, lo mismo ocurrió con Zapatero. Según desvelamos hoy, fue en los días en que el BCE salió en auxilio de España cuando el Gobierno pidió informes sobre la viabilidad de la reforma constitucional.

La decisión de tocar la Carta Magna ha puesto al PSOE ante el espejo de sus contradicciones. El partido que restaba trascendencia a la crisis y calificaba de antipatriota a la oposición ha acabado viéndose forzado a cambiar hasta la Constitución por presiones de la UE. Y a tres meses para las elecciones, las costuras del partido se resienten.

Entre la improvisación y la precariedad laboral

EL GOBIERNO ha logrado una improbable gesta: poner de acuerdo a patronal y sindicatos. Claro que en lo que coinciden los agentes sociales es en criticar los incentivos a la contratación contemplados en el decreto que el Consejo de Ministros aprobará mañana, sin esperar al acuerdo en la Mesa de Empleo tripartita. Los empresarios lamentan que el empleo a tiempo parcial haya quedado fuera de una reforma que según CCOO y UGT extremará la precariedad laboral, entre otras cosas por la eliminación del tope de dos años para encadenar contratos temporales. Zapatero, acuciado por las cifras de paro, se ha lanzado a nuevas ocurrencias. Que esta reforma de la contratación es un parche lo prueba un hecho: la ampliación a 30 años del límite de edad para los trabajos de formación tendrá sólo dos años de vigencia. Esta improvisación nace del fracaso de la reforma laboral de 2010. De aquellos polvos vienen estos lodos. Si hace un año el Ejecutivo hubiese abordado con valentía los cambios necesarios, hoy no tendría que contradecir su trillado discurso sobre el diálogo social y contra el empleo precario.
«¡Pobres hijos míos, qué os espera!»

Rubalcaba presenta un futuro negro para los jóvenes en un encuentro con padres

Los Diálogos con Rubalcaba que estrenó ayer el candidato socialista tuvieron un arranque con el habitual tono moderado del dirigente socialista, pero con un contenido desolador. A los 61 padres y madres convocados en Ferraz para hablar de conciliación laboral y familiar los recibió hablando del futuro de sus hijos con «inquietud» y «angustia».

«Cuando veo a los jóvenes en la calle pienso que, por primera vez, están percibiendo que van a vivir peor que sus padres», afirmó Alfredo Pérez Rubalcaba. «Hay gente que mira a sus hijos y dice '¡Pobres hijos míos, qué os espera!'. Esa inquietud está ahí y queremos deciros cómo lo vemos», añadió el candidato, antes de explicar qué se propone con el «poco» dinero del que dispondrá si gana las elecciones: sobre todo, escuelas infantiles de 0 a 3 años para ayudar a conciliar. «Una de las cosas en las que vamos a gastar los recursos que tengamos, que no van a ser muchos, será en escuelas infantiles de 0 a 3», aseguró.

La posibilidad de conciliar por la vía de trabajar menos, dijo, queda para más adelante, porque ahora no sería un buen mensaje para los mercados. Unos mercados que volvieron a surgir cuando el móvil de uno de los invitados comenzó a sonar con la melodía de Psicosis. «Ya están los mercados llamando», bromeó Rubalcaba.

Quienes se presentaron ayer ante el candidato eran familias con uno, dos o tres hijos -con más, ninguna-, una decena de los cuales jugó en el patio interior de la sede socialista durante las tres horas de encuentro. Los seleccionados -de entre el millar que pidieron asistir- también escucharon a Rubalcaba asegurar que no hay «ninguna posibilidad» de que un gobierno suyo llegue a imponer el copago sanitario

El Sátrapa Gadafi debería ser llevado ante un tribunal

Zapatero embusteroPONER precio a la cabeza de Gadafi, como ayer hizo el Consejo Nacional de Transición, es una pésima decisión. Supone asumir que los pilares de la nueva Libia pueden levantarse sobre la barbarie y la ley de la selva. En lugar de ofrecer 1,2 millones de euros a quien entregue «vivo o muerto» al dictador, los rebeldes deberían comprometerse a intentar procurarle un juicio con garantías. Ese sería el primer paso para sentar las bases de la reconciliación nacional, un camino que estará plagado de dificultades tras la guerra civil en la que se ha visto inmerso el país. Ayer lo recordó Sarkozy en París tras reunirse con el primer ministro del Gobierno rebelde: «No se combate la dictadura con métodos dictatoriales». Hasta ahora, la comunidad internacional ha apoyado la revuelta contra Gadafi, bombardeando bajo el mando de la OTAN los enclaves estratégicos del régimen y bloqueando los fondos que el tirano tenía fuera del país. Pues bien, esa misma comunidad internacional debe obligar a los rebeldes a respetar los derechos humanos. La Ley debe imponerse a los deseos de venganza

epesimo y EL MUNDO_______________________

Instalados en la improvisación permanente

Si no hay «flexibilidad» en la reforma constitucional, la izquierda va al «suicidio», auguran varios dirigentes. «La medida consagra la política económica del PP en la Constitución»
El PSOE ve 'relativamente grave' su división por la reforma constitucional
División en el PSOE por la reforma constitucional
El ala izquierda del PSOE se rebela
Ni la reforma constitucional corta las vacaciones del Gobierno
El único acto del Ejecutivo ayer fue un encuentro de Sanidad con una asociación de juguetes. El resto de Ministerios, sin agenda.
Cara factura para España y el PSOE

Zapatero excusaba su pasividad ante el colapso, alegando que admitió la crisis en septiembre de 2008.
¿Límite al gasto? ¿Estáis de broma?
‘Público’ estimula un movimiento en Twitter y luego anuncia que “la Red se moviliza” contra la reforma. Ser comentarista de izquierdas es fácil, porque uno no tiene que mirar la realidad para comentarla.
El presidente del BCE, Jean Claude Trichet | Archivo
Los efectos de la famosa carta
El BCE toma el timón de la economía española
SIEMPRE HEMOS DE DICHO, QUE ESPAÑA ESTABA INTERVENIDA POR LA U.E., EL TIEMPO NOS HA DADO LA RAZÓN

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