Las palabras de Durão Barroso, con las que pretendía apremiar a los gobiernos para que pongan en marcha los acuerdos alcanzados en la cumbre del 21 de julio, fueron mal recibidas por los inversores. En condiciones normales, la posterior intervención de Trichet, pese a su proverbial ambigüedad, habría tenido un efecto balsámico. Pero esta vez no corrigió la tendencia. Y eso que el presidente del BCE anunció la ampliación del crédito a los bancos para garantizar su liquidez y aparcó una nueva subida de tipos de interés. También se comprometió a seguir comprando deuda portuguesa e irlandesa, y si no citó la española y la italiana fue seguramente para sugerir que ambos países deben seguir haciendo reformas. Pero hoy los mensajes de Trichet ya no pueden contrarrestar la sensación de que Europa no funciona. Lo cierto es que dos semanas después de la megacumbre que se había presentado como la solución definitiva a los problemas de la moneda única, éstos siguen agravándose.
Aunque el Gobierno salvó la subasta de ayer y colocó 3.309 millones de euros en bonos, lo logró pagando un 12% más que en la última ocasión, y al precio más alto desde 2008. Es muy sintomático que, por la tarde, el Tesoro anunciara en su página web la suspensión de la emisión de bonos prevista para el día 18. Pese a que en julio esta cita no apareciera en su calendario, en medios gubernamentales se daba el lunes por hecho que habría subasta, es más, se insistía en que la de ayer estaba resuelta, pero preocupaba la del 18. Elena Salgado fue contundente el miércoles al pronunciarse en estos términos: «No hemos suspendido ninguna subasta, y nos parece que es bueno que se siga viendo nuestra capacidad de acudir a los mercados». La decisión de no volver a los mercados hasta septiembre creará más inseguridad.
La grave encrucijada en la que se encuentra la economía española necesita de dos impulsos. Uno ha de llegar de Bruselas. Los acontecimientos demuestran una y otra vez que la UE debe moverse en una sola dirección y de forma decidida en defensa del euro.
Y España también tiene que hacer sus deberes. El hecho de que la crisis se generalice no debería servir de consuelo ni ser motivo de conformismo. Es cierto que se esperan malos datos económicos de EEUU y Japón que confirmarían una caída del crecimiento mundial. Pero nuestro país no puede soltar por ello las manos del volante porque entonces habrá siniestro seguro.
No es cierto que se haya agotado nuestro margen de maniobra. El Gobierno tiene que cerrar aún el plan de reestructuración de las cajas, todavía puede impulsar los cambios en la negociación colectiva y debe presentar cuanto antes un plan de saneamiento de las comunidades autónomas que permita insuflar la liquidez que necesitan a cambio de austeridad y un compromiso claro de recortes. Por eso tiene razón el PP cuando le reclama a Zapatero que empiece a aplicar medidas extraordinarias que compensen la desconfianza de los mercados. El país no puede permanecer de brazos cruzados durante meses, en medio de una tormenta que cada día nos acerca más a Irlanda, Portugal y Grecia, a la espera de que un nuevo Gobierno tome posesión
Si ETA desapareciera, la foto política de Euskadi sería muy similar a la actual.
CARGA POLICIAL CONTRA EL EJERCITO DE RUCALCABA
Carga policial contra los indignados frente al Ministerio del Interior
El candidato quiere que los ‘indignados’ participen en las mesas de independientes previas a la próxima Conferencia Política del PSOE. Les pedirá opinión para la reforma del modelo electoral que prepara. La toma de contacto entre ambas partes ya ha comenzado.
Los desarrapados del 15-M tienen que poner cerco al Ministerio del Interior para que la policía se deje de paños calientes
Zapatero, entre tanto, haciendo ‘footing’ en Doñana: La prima de riesgo se dispara por encima de los 420 puntos Su último cumpleaños en el ojo del huracán
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Si hay algún político con tendencias suicidas, por favor, que dé un paso al frente. Le necesitamos.
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Farmacias que van a la quiebra por culpa de las administraciones públicas
La deuda en Castilla-La Mancha asciende a 125 millones de euros. Algunos farmacéuticos se están planteando el cierre.
'No hay manera de pagar en un plazo'
Baleares debe unos 45 millones de euros al sector. Los boticarios riojanos llevan un mes sin cobrar.
ESPAÑA AL BORDE LA QUIEBRA Y DE SER INTERVENIDA POR LA UE Y "LA CHATA DE CAÍ" REPARTIENDO NUESTRO DINERO A LOS APESEBRADOSLos dos sindicatos mayoritarios reciben cada uno 10.315.618 euros. Ambos se reparten el 77% del paquete de ayudas dirigidas a la instrucción de funcionarios.
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