Detienen en Jerez al preso que se fugó de Puerto II saltando una valla

Las garitas de vigilancia del muro por el que huyó el interno estaban vacías por falta de personal, según fuentes penitenciarias

Dos semanas ha permanecido huido Rafael P. C., el preso de Puerto II que escapó el pasado 4 de agosto de la prisión de la manera más sencilla: evitó el perímetro de seguridad saltando una valla de siete metros de altura de la cárcel. Lo logró tras subirse, sin que aún haya trascendido de qué manera, al tejado de un módulo.

Agentes de la comisaría de Policía Nacional de Jerez dieron con él en la mañana de ayer en la ciudad jerezana, «en una populosa y conocida barriada de la zona norte», según indicó la comisaría en un comunicado. La detención se produjo sin incidentes y sin que los agentes tuvieran que hacer uso de la «fuerza policial». De manera inmediata, el joven ha sido puesto a disposición judicial, y ha sido enviado de nuevo a la prisión portuense.

Sin funcionarios suficientes

La inspección de Instituciones Penitenciaria aún investiga qué falló aquel día para que Rafael P. C. -que cumplía condena por un asunto de robo con escalo- pudiera escapar con tanta facilidad, sin que saltaran las alarmas, a pesar de que tenía que salvar grandes alturas. Instituciones Penitenciarias investiga si la huida pudo deberse a una negligencia por parte del funcionariado, pero es un extremo que los representantes de los comités de empresa han rechazado desde un primer momento.

En cambio, los cinco sindicatos con representación en la cárcel de Puerto II achacaron en su momento el error a la falta de medios con que cuentan en el día a día de trabajo, ya que recordaban que el módulo de reincidentes donde se encontraba interno el huido contaba con apenas cuatro funcionarios por cada 86 presos, a pesar de ser uno de los más vigilados por el tipo de delincuentes que se encuentran en él. Es más, según fuentes del centro penitenciario, las dos garitas de vigilancias situadas a ambos lados del muro que el preso traspasó, estaban vacías aquella tarde, no por un error humano, sino por falta de personal. No se trataba del único punto flaco que aprovechó el interno para escapar: según recordaron los sindicatos, la valla perimetral metálica, «no estaba sellada en su base» y las mismas fuentes denuncian la necesidad de instalar cámaras de circuito cerrado en algunos de los módulos.

La búsqueda de la Policía en Jerez se centró desde que se supo que Rafael P. C. se dirigió hacia allí nada más protagonizar la fuga. Como ya informó LA VOZ, no recibió ayuda exterior de amigos suyos, sino del cliente de una venta cercana, donde el huido simuló haber sufrido un accidente.

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