La corrupción en la SGAE, un asunto político
Se trata de una tomadura de pelo de los dirigentes de la SGAE. Su excesiva condescendencia con Teddy Bautista sólo se explica por su propia fragilidad. Y es que el juez deja bien claro que entre los beneficiados por Rodríguez Neri -el principal imputado, hoy en prisión provisional- están ellos, ya que hizo gestiones para «favorecer» la candidatura con la que se presentaron a las últimas elecciones de la entidad. En concreto, Neri no actuó con la «debida imparcialidad» y perjudicó a la candidatura alternativa. Es decir, la actual junta directiva está viciada de origen. Sin embargo, ya ha expresado su negativa a repetir las elecciones.
Con ser grave que una sociedad con el peso de la SGAE se halle en esta situación, más lo es el escándalo político que ha destapado. Hoy desvelamos que Industria dio 3,6 millones de euros en subvenciones y créditos a la SGAE y a su filial «parásita», Microgénesis, dato que revela que, al menos, hubo falta de control por parte del Ministerio. El propio Neri admite, en una conversación que consta en el sumario, que las actividades sufragadas con dinero público son «una puta mentira», y asegura que las ayudas responden a una cuestión «política».
Pero si Industria ha podido dar un trato de favor a la SGAE, mucho peor es la actitud del Ministerio de Cultura, siempre dispuesto a cerrar filas con la entidad, al punto de que la sociedad de gestión de derechos es vista hoy por muchos ciudadanos como la herramienta con la que el Gobierno de Zapatero ha pagado sus favores a los artistas que tanto le han apoyado.
La SGAE ha dirigido en muchas ocasiones la política del Ministerio. El asunto del canon digital es el mejor ejemplo. Y las relaciones personales entre Cultura y la entidad son patentes: la ministra González-Sinde es uno de sus socios y varios miembros de su equipo provienen de la SGAE. Quizás todo eso ayuda a explicar por qué el Gobierno ha dado la espalda a las denuncias sobre irregularidades en esta sociedad. Un grupo de empleados dirigió una carta a González-Sinde en enero de 2010 denunciando un «entramado empresarial corrupto» y solicitando una investigación del Ministerio. Al final, ha tenido que ser la Justicia la que actuara.
Víctor Manuel, uno de los artistas que se sumó a la campaña de la ceja, denuncia la existencia de una «mano negra» en este asunto. Pero la única que se ve es la de los directivos que están siendo investigados por apropiación indebida, administración fraudulenta, delito societario y alzamiento de bienes. Y ello en una sociedad sin ánimo de lucro que se ha ganado a pulso la antipatía general -como ayer pudieron comprobar el cantautor y sus compañeros- por su voracidad recaudatoria.
Al margen de las responsabilidades penales en las que hayan podido incurrir los gestores de la SGAE, hay otras, políticas, que deberían sustanciarse. Por eso sería pertinente abrir una comisión de investigación en el Congreso, ya sea en esta legislatura, ya en la siguiente si Zapatero decide finalmente acortarla. El caso es que el Gobierno y el PSOE han asociado tanto su imagen a la SGAE que el desprestigio de ésta contribuye, aún más, a dar la sensación de fin del ciclo socialista en España.
epsimo y EL MUNDO______________________
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Si algo ha caracterizado al zapaterismo y a su epígono el candidato Alfredo ha sido la sustitución de los principios por el tacticismo.
Alfredo, ahora azote de los banqueros, les ha dado dinero a espuertas.
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