martes, 5 de julio de 2011

El paro crece y Rubalcaba oculta la receta

Zapatero embusteroHA TRANSCURRIDO ya la mitad del año y es un buen momento para hacer balance sobre la evolución del paro, el principal problema económico y social del país. Un análisis que a la vista de los datos conocidos ayer no puede ser optimista. Porque el pasado 30 de junio había en España 139.433 parados registrados más que hace un año. A pesar de que entre abril y junio el desempleo ha descendido en 212.000 personas en lo que Trabajo ha calificado del «mejor trimestre de la serie histórica».

Pero con ser cierta esta favorable evolución de los últimos meses, ni por asomo la economía española está todavía en condiciones de crear empleo neto. En junio, el paro registrado cayó en 67.858 personas -menos que los 83.834 del año pasado- y además en términos desestacionalizados se registraron 31.026 desempleados más. La reforma laboral no está surtiendo efecto -los contratos de fomento del empleo han caído un 11% y la temporalidad está en máximos- y ni el buen inicio de la temporada turística por las llegadas de visitantes extranjeros consigue que se generen más puestos de trabajo: la caída de 50.000 afiliados a la Seguridad Social en términos desestacionalizados en el mes pasado es el dato clave que nos indica la precariedad del mercado de trabajo.

Pero tan grave es que el barco laboral vaya prácticamente a la deriva como ver que el patrón que dirige la nave no sabe qué hacer para encauzar su rumbo. Rubalcaba, Valeriano Gómez y Marcelino Iglesias han dado muestras diáfanas en estos días de que el empleo se le ha ido al Gobierno de las manos y es incapaz de aportar ninguna solución eficaz. Por lo tanto, ha llegado la hora del eslogan sin contenido.

Rubalcaba abrió el fuego al afirmar el pasado domingo que «sé lo que tenemos que hacer para crear empleo y tengo las propuestas para hacerlo». Resulta tragicómico que el vicepresidente del Gobierno que más puestos de trabajo ha destruido en la historia de España pretenda convencernos ahora de que ha mantenido en secreto la solución que hubiera salvado a su partido de la última debacle electoral. ¿Qué pensará Zapatero de su fiel colaborador? Es una paradoja que el dirigente socialista que más ha criticado al PP de tener un programa oculto se jacte ahora de esconder el suyo para cuando más le interese electoralmente, según el mismo confiesa.

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, dijo ayer que esas palabras del ministro del Interior son «cuasi delictivas». Es demasiado, pero desde luego sí que constituyen una patética burla por la que debería pedir perdón a los casi cinco millones de parados españoles. También hay que considerar como una ofensa el intento de explicación con el que ayer se descolgó el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias: las medidas que Rubalcaba conoce tan bien, dijo, «son para un momento de crecimiento y tendrá ocasión de ponerlas en práctica». ¿Cómo habrá sentado ese futurible en el parado que lleva años buscando un empleo y se ha quedado ya sin subsidios?

Estamos ante una cortina de humo como la que ayer trató de extender el ministro de Trabajo. Valeriano Gómez pretendió desviar la atención sobre los malos resultados de la reforma laboral con la populista propuesta de aplicar tipos fiscales «especialmente aumentados» (sic) para gravar los altos sueldos de los directivos bancarios. En lugar de dar explicaciones sobre la evolución del mercado laboral, prefirió levantar la voz en un tema fiscal que no es de su incumbencia. Es llamativo que cuando el Gobierno obliga a las cajas a convertirse en bancos arrecie su embestida contra estas últimas entidades. Pero la banca es un buen paraguas para protegerse cuando la tormenta laboral se convierte en un tormento.

Zapatero embustero






































Bildu reedita la 'guerra de banderas' en Euskadi
MUY A su pesar, Regina Otaola se convirtió la pasada legislatura en un símbolo de la lucha por las libertades en el País Vasco. Tras la victoria de Bildu en Lizarza el 22-M, la ya ex alcaldesa no se equivocó al asegurar que lo primero que harían los sucesores de Batasuna sería quitar la bandera española que ella hizo ondear. La Delegación del Gobierno ha enviado una nota al Consitorio exigiendo que la enseña vuelva a ser izada, y ha dado un mes de plazo para que se cumpla la ley. Y Bildu ha respondido convocando a los vecinos en asamblea para que decidan si la incumplen o si la acatan, aunque sea con un paripé. Estamos ante un claro desafío al Estado y una reedición de la guerra de banderas. Pero el Gobierno no sólo no puede claudicar, sino que debe emplear todos los instrumentos jurídicos a su alcance y hacer entender a los vecinos de Lizarza que se juega mucho, ya que si no se iza la bandera, se explorarán todas las vías para la disolución de la Corporación. Y, además, este hecho, sumado a otros bien graves que se están produciendo, podría permitir iniciar el proceso de ilegalización de Bildu.
epsimo y EL MUNDO______________________

La reforma de la negociación colectiva entrega el control a los aparatos de los grandes sindicatos, frente a las organizaciones pequeñas y sectoriales.
____________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario