miércoles, 15 de junio de 2011

Prisiones ratifica el traslado a módulos de hombres de las vigilantes de Teixeiro

Instalaciones del centro penitenciario de Teixeiro, en A Coruña. / víctor echave

La directora del penal de Curtis asegura "compartir" las reclamaciones de las funcionarias pero alega que la ley de igualdad obliga el cambio


No hay vuelta atrás. Ni el recurso de alzada ni la amenaza por la vía de lo contencioso administrativo hará cambiar de opinión a Instituciones Penitenciaras sobre el futuro de las funcionarias de escala femenina -aquellas que aprobaron una plaza destinada a trabajar solo con internas-. La dirección de la cárcel de Teixeiro obligará a las 17 vigilantes que sacaron una plaza para trabajar exclusivamente con reclusas a prestar servicio en departamentos de varones tan pronto como las últimas internas que cumplen condena en el módulo de madres sean trasladas a unidades fuera de prisión de otras comunidades.

"Hay que optimizar los recursos de los que disponemos. Tendrán que entrar en los turnos de los módulos de hombres con carácter rotatorio", argumenta la directora del centro penitenciario de Teixeiro, Carmen Suárez. Aunque asegura "entender" e incluso "compartir" la protesta de las afectadas, que denuncian el trato "discriminatorio" y la "vulneración de derechos" que supone la unificación de escalas para funcionarias que sacaron una plaza para trabajar en departamentos de mujeres, advierte de que no queda otra que "aplicar la ley".

Detrás de este nuevo destino está el real decreto de la ley de igualdad aprobado en 2009 -aunque aún no se aplicó en penales como el de Teixeiro- y el reciente cierre de los módulos de madres -en cuestión de semanas el de Curtis quedará desmantelado-. Este real decreto recoge la unificación de escalas, no solo para las funcionarias que accedieron a una plaza en prisiones a partir de 2007 -año en el que el Ministerio del Interior puso fin a las dos vías de entrada al funcionariado en prisiones -femenina y masculina-, sino también para aquellas que opositaron antes de 2007 para trabajar solamente con presas en los módulos de madres y mujeres. Unas oposiciones que, según denuncian las afectadas, iban acompañadas de un plus de esfuerzo y restricciones: menos plazas para el acceso, más puntuación en el examen, menos posibilidades de ascenso y movilidad laboral.

Desde la dirección de Teixeiro, Carmen Suárez argumenta que al cerrar un departamento -en este caso, el de madres- hay que distribuir el personal. "No pueden quedar todas en el módulo 10 (el de mujeres). Deben ir a otros departamentos, donde siempre estarán acompañadas por un funcionario varón", apunta la directora del penal de Curtis.

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