miércoles, 29 de junio de 2011

ALARMA SOCIAL, el PRISOE empieza a desmantelar el patrimonio de pensionistas y trabajadores enajenando inmuebles y queriendo comprar 'bonos basura' ..

¿Quién ha ganado el Debate sobre el Estado de la Nación, Zapatero o Rajoy? Los columnistas de la Gaceta dan las claves para comprender lo que ha sucedido hoy en el Congreso de los Diputados y lo que sucederá en los próximos meses en España.
La irresponsabilidad de ZP frente al realismo de Rajoy.

Un Rajoy contundente le calificó de “lastre” –pocas descripciones son más precisas–.

Rajoy: "¿Hasta cuándo propone alargar este calvario estéril?"

"Lo que necesita España es que se abran las urnas"

Mariano Rajoy ha clamado a Zapatero que convoque elecciones anticipadas y no "imponga" durante más tiempo a los españoles "esta lenta agonía", ya que, según ha dicho, el Gobierno "no tiene la confianza ni puede recuperarla en 4 meses". A su entender, "no hay otro camino" y "lo único que se discute es la fecha".

La despedida de Zapatero acerca las elecciones

Zapatero embustero«¿HASTA CUÁNDO se propone imponer a los españoles este calvario estéril y esta lenta agonía?». La pregunta de Rajoy, a modo de catilinaria, no fue respondida por Zapatero en su literalidad porque el presidente no aprovechó su último Debate sobre el estado de la Nación para despejar la incógnita de cuánto durará la Legislatura. Aunque la primera jornada de este debate dejó en el aire la sensación de que incluso el presidente la da por agotada. La pista la dio el propio Zapatero, cuando súbitamente al final de su intervención inicial empezó con los agradecimientos propios de quien se está despidiendo de la Cámara. Después de un discurso perfectamente prescindible con el que el presidente intentó demostrar casi a la desesperada que algunos indicadores económicos no iban tan mal, Zapatero dio un giro y con la voz quebrada improvisó unas palabras que no llevaba escritas. Recordando que era su último debate de política general, expresó su «respeto por España» y dio las gracias a los grupos parlamentarios. La despedida quedó flotando en el debate y fue pillada al vuelo tanto por el líder de la oposición como por el portavoz de CiU, quienes también se despidieron del presidente deseándole suerte. Es improbable que a Zapatero se le escapara de forma involuntaria una despedida si tuviera la intención firme de agotar la legislatura hasta el final. Ni en su discurso ni en las réplicas a los diferentes portavoces el presidente asumió el compromiso de llegar hasta marzo. PP y CiU le pidieron que disuelva las cámaras y el portavoz del PNV -dejando claro que Zapatero está en sus manos ante la eventual negociación de los Presupuestos- dudó de que «haya partido» todavía y le deseó «lo mejor». El portavoz de ERC dijo que estamos ante «los estertores de la agonía de la Legislatura».

No es aventurado concluir, pues, que las generales se podrían celebrar en otoño -octubre o noviembre- y éste es el único interrogante que de verdad preocupa a los ciudadanos, deseosos de que otro Gobierno tome el relevo para ver la luz al final del túnel. Pero hay más pistas que añadir a la sorprendente despedida de Zapatero. El adelanto también es una conclusión lógica si analizamos el contenido de la intervención del presidente. No propuso ni una sola reforma nueva que justifique su mantra de acabar la Legislatura para culminar los cambios que necesita la economía española. Únicamente cabe anotar en este capítulo una iniciativa -muy etérea y sin concretar- para proteger a las familias que no puedan pagar la hipoteca. Un guiño al Movimiento del 15-M y seguramente una pequeña ayuda para el candidato Rubalcaba. La otra medida que anunció es el establecimiento del techo de gasto para las autonomías, para lo cual tampoco sería necesario agotar la Legislatura.

Por lo demás, el balance de la primera jornada del Debate sobre el estado de la Nación arroja un último enfrentamiento cara a cara muy vehemente y vibrante entre Zapatero y Mariano Rajoy. Ambos se emplearon a fondo, aunque la cruda realidad de los datos económicos daba toda la ventaja al líder del PP en su dura requisitoria contra el presidente del Gobierno. Lo mejor que puede decirse de Zapatero en su despedida es que optimizó al máximo sus condiciones de buen parlamentario en las réplicas, en tanto que Rajoy se presentó de forma eficaz como la única alternativa posible para hacerse cargo del desastre, insistiéndole una y otra vez en que el adelantamiento electoral es imprescindible para que España recupere la confianza perdida.

El líder del PP se esforzó por convencer a la Cámara de que su partido tiene propuestas concretas y avanzó especialmente un proyecto de ley de emprendedores que presentará en el Congreso. Zapatero se comprometió a tomarla en consideración, si bien tampoco esto parece que pueda justificar por sí solo el agotamiento de una Legislatura cuyo final ha certificado solemnemente ante el Congreso el propio presidente.

ALARMA SOCIAL, el PSOE empieza a desmantelar el patrimonio de pensionistas y trabajadores enajenando inmuebles y queriendo comprar 'bonos basura' de Cataluña para que CiU le sostenga en el Poder unas semanas más!

La Nación, en peor estado que nunca

Zapatero embusteroLA ECONOMÍA totalmente estancada, la prima de riesgo en máximos históricos -280 puntos-, el consumo y la inversión paralizados -el gasto de las familias no creció ni siquiera una décima en el primer trimestre-, la inflación alcanza el 3,5%, el PIB está en un raquítico 0,3 y la última EPA certificó 4.910.000 parados. En estos dramáticos indicadores se resume el estado de la Nación el día en el que comienza el debate sobre el mismo nombre en el Congreso. Ni España llegó nunca en peor estado a la sesión parlamentaria anual sobre política general que se celebra desde 1980, ni tampoco nunca un presidente afrontó el debate en la agónica situación en la que se encuentran Zapatero y su Gobierno. Los ciudadanos ya dejaron claro en las urnas el pasado 22 de mayo lo que opinan de Zapatero. Y todos los sondeos coinciden en que una mayoría quiere el adelanto de las elecciones generales. Sin embargo, en las últimas semanas, Zapatero ha optado por una insensata huida hacia adelante en la que está en juego su propia dignidad como gobernante.

Los nacionalistas catalanes y vascos parecen haber decidido servir de muleta al Gobierno en semanas alternas, siempre claro está a cambio de un botín sustancioso. Cuando aún no se han apagado los ecos de la bochornosa jornada parlamentaria en la que Zapatero acabó cediendo al PNV la supremacía de los convenios autonómicos sobre los nacionales para no sufrir una humillante derrota, ayer fue CiU la que se cobró el respaldo a la ampliación de la edad de jubilación. A cambio de esos votos, el Gobierno cedió a la Generalitat la titularidad de la propiedad de ocho hospitales y se mostró dispuesto en la negociación a utilizar el fondo de reserva de las pensiones para comprar bonos patrióticos que ayuden a financiar la deuda de la comunidad catalana. Es obvio que el Gobierno está incurriendo en una grave irresponsabilidad histórica al pensar no en el interés general, sino en el suyo propio de sobrevivir unos meses más a costa de lo que sea. La gestión de Zapatero ha devenido así en una especie de mercado persa donde se compran y se venden los votos de los diputados.

En estas circunstancias, lo único que podría redimir en parte los muchos pecados de Zapatero sería el anuncio de una disolución de las Cortes o, de manera alternativa, su relevo y sustitución por quien realmente manda en el Gobierno y en el partido: el vicepresidente y candidato Rubalcaba. Es difícil que el presidente vaya a tener un repentino ataque de dignidad, por lo que lo único que cabe esperar del debate es que Rajoy y el resto de la oposición sean capaces de poner de relieve que Zapatero no tiene otra salida que poner fin a la legislatura y que cuanto más tarde en hacerlo, mayor será su desprestigio.

Porque, además de la crisis económica, la Nación se enfrenta a desafíos políticos y sociales, producto de la gestión de este Gobierno. El poder municipal de Bildu es toda una catástrofe política para el Estado. Nada más gráfico para explicar el alcance de esta crisis que la imagen, ayer, del pleno del Congreso en el homenaje a las víctimas del terrorismo, a la que no acudieron ni la AVT, ni la Fundación Gregorio Ordóñez, ni Covite, tres de las asociaciones más representativas, como protesta por la legalización de Bildu. El descontento social con el sistema político -ruidosa y espontáneamente articulado en torno al Movimiento del 15-M- es la tercera pata del penoso estado de la Nación.

Poco puede esperarse, pues, de este debate de política general como no sea otra oportunidad perdida para pasar la página del peor Gobierno de la Nación en 30 años de democracia.

Un peligroso proyecto en manos de Bildu

Zapatero embusteroLA ELECCIÓN de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en 2016 hubiera sido en otras circunstancias un motivo de satisfacción para todos. Sin embargo, hoy supone un motivo de preocupación para el conjunto de los españoles. Porque nadie podía sospechar siquiera que un honor semejante, otorgado por las principales instituciones comunitarias -con el necesario aval en este caso del Gobierno de España- podía recaer en un municipio gobernado desde hace semanas por Bildu, «una franquicia proetarra», como ayer se lamentaban desde el Foro Ermua. La ciudad vasca se impuso a sus competidoras por siete votos frente a seis de los 13 miembros del comité de selección. Y de ellos, lo que no es baladí, seis fueron nombrados por el Ministerio de Cultura.

No le faltó tiempo al nuevo alcalde donostiarra, Juan Karlos Izaguirre, para felicitarse diciendo que esta designación es «un paso importante para la normalización política que se vislumbra en Euskadi». Y ahí radica el oprobio. Porque la Eurocámara y la Comisión han puesto en manos de los sucesores de Batasuna -los que durante más de 40 años han jaleado los cerca de 900 asesinatos de ETA- un inmejorable instrumento de propaganda de sus tesis, un nuevo triunfo y otra coartada que avala su estrategia. Máxime cuando todo el proyecto con el que competía la ciudad -diseñado por el anterior alcalde, el socialista Elorza- gira en torno a la idea de «pacificación» y no pivota sobre planes exclusivamente culturales, como sí ocurría con las demás ciudades en liza. Y de hecho, algunas actividades propuestas -como los «semilleros de paz» para superar la violencia e iniciar una nueva etapa de convivencia-, pasadas por el tamiz de Bildu serán una terrible afrenta para las víctimas de ETA.

Lo cierto es que en el País Vasco el miedo y el terror impuesto por unos ha tenido atenazados a todos los demás. Y eso no se puede pasar por alto. Nadie puede poner en duda los infinitos méritos de una ciudad históricamente tan cosmopolita y volcada con las vanguardias artísticas como San Sebastián. Pero la designación de una ciudad como capital cultural es un instrumento en manos de sus gestores políticos para desarrollar infraestructuras y poner en marcha actuaciones concretas. Es decir, es un trofeo en bandeja servido en este caso a Bildu. Y podría suponer una plataforma de legitimación internacional del discurso que tantas veces hemos oído a los líderes proetarras sobre el «conflicto vasco» y su «solución negociada», los machacones mensajes de una Batasuna que siempre ha tenido especial facilidad para infiltrarse hasta copar los espacios lúdicos y festivos de los jóvenes, como intentará hacer ahora de nuevo.

El Gobierno ha actuado con una negligencia que abochorna, porque desde el mismo momento en el que Bildu accedió a la Alcaldía donostiarra debió hacer uso de todos los resortes diplomáticos para impedir que esta ciudad fuera la elegida. Y en sus manos estaba explicar a todos los miembros extranjeros del jurado el disparate que supone asociar con valores culturales compartidos por todos los europeos a un consistorio regido por representantes de un proyecto tan bárbaro como esencialmente antieuropeo. Hoy más que nunca es imprescindible que PSOE y PNV tengan en cuenta el interés general y alcancen un acuerdo de gobierno municipal para desalojar a Bildu. Es lo único que podría

Otegi se pone la piel de cordero, pero a medias

Zapatero embusteroOTEGI y otros siete líderes de la órbita de Batasuna se volvieron a sentar ayer en el banquillo, esta vez acusados de haber intentado reconstruir el brazo político de ETA bajo la marca blanca Bateragune. La Fiscalía sostiene que sus pasos estaban diseñados y tutelados por la banda terrorista. Por su parte, Otegi aprovechó su intervención para desmarcarse de la «estrategia que combinaba la violencia armada con la lucha política» y reiteró que la apuesta de la izquierda abertzale ahora son las vías «de corte pacífico y democrático», atribuyéndose a sí mismo el éxito electoral de Bildu. Pero lo único que tendría interés escucharle es lo que se niega a exigirle a ETA: su disolución y sin condiciones. Por ello, carece de la mínima credibilidad. Lo peor es que esa supuesta ruptura con el pasado de la que presume fue también la que llevó al Constitucional a permitir a Bildu presentarse a las elecciones. Y ese mismo argumento el TC lo volverá a barajar cuando estudie el recurso de Sortu, que ayer admitió a trámite. Un terrible y fácil coladero por el que los batasunos, incluido Otegi, han visto el modo de redimirse.

epsimo y EL MUNDO__________________

ZAPATERO ESTUVO BIEN, DESDE SU POSICIÓN AGONIZANTE

Sería injusto no reconocer la solidez del discurso que acaba de pronunciar José Luis Rodríguez Zapatero. En una situación agonizante, el presidente ha dado la cara en el Congreso, ha hablado con claridad y ha demostrado la tenacidad personal de la que siempre ha hecho gala. Tras subrayar la calidad de su intervención en el Congreso habrá que convenir que han sido tantos los despropósitos en los últimos años, tantas las ocurrencias, tantas las contradicciones, tantos los embustes, que el presidente ha perdido la credibilidad y, diga lo que diga, resulta estéril porque nadie en España ni fuera de España confía en él. Su propio partido ha impedido que se presente como candidato a las próximas elecciones generales.

Las exigencias de Merkel y Sarkozy han reorientado la economía española en la buena dirección pero hasta que Zapatero no se vaya, hasta que no deje la presidencia del Gobierno, los problemas que aquejan a España no se solucionarán.

El presidente, por otra parte, no quiso entrar en la cuestión de fondo de su política. Lo peor de Zapatero no es la crisis económica por él desencadenada en gran parte, sino sus despropósitos en Cataluña con el Estatuto y en el País Vasco con Bildueta. Esa es la herencia más agria y de más compleja solución. El tirón secesionista por Zapatero estimulado provocará la colisión contra la Constitución en un plazo más o menos corto. Bildueta se ha instalado en las instituciones y, desde ellas, financia a la banda terrorista y humilla a España y a los españoles. Zapatero es el responsable político de esa inmensa tropelía. Por eso, al elogiar la firmeza y buena dirección de su discurso sobre el Estado de la Nación, no quiero olvidar el gran problema de fondo, por él marginado.


Luis María ANSON
de la Real Academia Española

Jubilados

No hay comentarios:

Publicar un comentario