EL GALLINERO PENITENCIARIO III: Datos, no 'calumnias', acusan a la familia Chaves

EN UN MITIN celebrado en Sevilla, Rubalcaba pidió ayer al PSOE que defienda a Manuel Chaves -«una persona honrada»- de las «calumnias» vertidas contra él sobre los negocios de su familia. Sin embargo, las «calumnias» de las que habla el vicepresidente no son tales, sino informaciones contrastadas acerca de la intensa actividad como comisionista e intermediario entre empresas y Gobierno autonómico que ha desarrollado el hijo del vicepresidente tercero. EL MUNDO añade hoy un dato más al escándalo de la familia Chaves. La Consejería de Economía dirigida por José Antonio Griñán alquiló mediante contratación directa -es decir, a dedo- un edificio a la empresa Bogaris por importe de 9,5 millones de euros. La concesión se produjo días después de que la sociedad contratase como consultor a Iván Chaves, que había conocido al dueño de la empresa poco antes en una fiesta gracias a que se lo presentó su padre, entonces presidente de la Junta de Andalucía.

El contrato firmado por Griñán en adjudicación directa a la empresa para la que trabajaba el hijo de Chaves viene a sumarse a la larga lista de las actividades de éste como comisionista. Iván Chaves propició reuniones de consejeros y directivos de cajas andaluzas con empresarios y socios, en algunas participó incluso su padre, e hizo anotaciones precisas de sus ganancias por comisiones, según revelaron los documentos publicados cuando estalló el escándalo. Además, la Junta adjudicó contratos de publicidad por valor de 5,9 millones de euros a socios de Iván Chaves, mientras éste compartía una sociedad con los empresarios favorecidos. El hijo del vicepresidente trabaja desde el despacho de un empresario que facturó a la Junta cinco informes de asesoría. Suma y sigue.

Todo esto no son «calumnias», son datos sobre los que el vicepresidente, el Gobierno y la Junta de Andalucía que preside Griñán no hacen más que echar balones fuera. De las informaciones publicadas por este diario, pero también por otros medios, se desprende con claridad que Iván -y también Paula-, los dos hijos de Chaves prestaban sus servicios a empresas que les pagaban por su mediación para lograr subvenciones, pedidos o adjudicaciones del organismo que presidía su padre. ¿Es que acaso el PSOE considera normal que los presidentes autonómicos apadrinen a sus hijos en el mundo de los negocios aprovechando los actos a los que asisten o los empresarios que conocen en calidad de su cargo? Si es así, que lo digan para que el ciudadano sepa a qué atenerse. Lo que nosotros creemos, al igual que la mayoría de los españoles según las encuestas, es que Chaves se ha comportado de forma poco ética y ha incurrido en responsabilidades políticas evidentes. En cuanto al aspecto puramente legal, la solución adecuada para evitar la tentación y los chanchullos sería la que ayer propuso Javier Arenas. El presidente del PP de Andalucía se comprometió a que si gobierna, ningún familiar de un alto cargo de la Junta andaluza tendrá un contrato con la administración sin un concurso público.