martes, 29 de marzo de 2011

Rubalcaba, acorralado por el 'caso Faisán' y el 11-M

Zapatero embustero

EL GOBIERNO fue ayer incapaz de dar una explicación coherente sobre las revelaciones de EL MUNDO sobre el caso Faisán y la negociación con ETA mientras el PP pedía la dimisión de Rubalcaba. Su número dos Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, eludió pronunciarse sobre el fondo del asunto, manifestando que «todo demócrata conoce la veracidad de los papeles de ETA».

El de Camacho no es un argumento consistente porque el hecho de que ETA haya asesinado a cientos de personas no significa que no diga la verdad en un documento elaborado para información interna. Como recordó ayer el PP, fue el propio Rubalcaba quien afirmó que la banda mata y extorsiona «pero no miente», una tesis que siempre ha sostenido también Mayor Oreja. Si el Gobierno cree que ETA falseó su posición en esa reunión puede pedir a la fundación Henri Dunant que haga públicas las actas levantadas por los mediadores, guardadas en una caja fuerte en Suiza, o el mismo Zapatero puede difundir la carta que recibió de la banda en ese momento. Pero el Gobierno no lo va a hacer porque el ministro del Interior y Camacho están atrapados por su actuación durante la negociación con ETA. Ambos están obligados a negar la veracidad de unos documentos que podrían llevarles al banquillo.

Camacho es el eslabón más débil de la cadena porque ya están imputados en el sumario del caso Faisán el inspector Ballesteros, su jefe Pamies y el ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo. El superior de García Hidalgo era Antonio Camacho, por lo que resulta de una lógica abrumadora pensar que si el Gobierno se comprometió a no detener a etarras durante la negociación, el ex director general de la Policía cumplía las órdenes del secretario de Estado de Seguridad.

Zapatero embustero Según trascendió ayer, el inspector Ballesteros acaba de reconocer ante el juez que él es la persona que entra y sale del bar Faisán en los escasos minutos en los que se estaba produciendo el chivatazo. Ello es la corroboración definitiva de que el aviso a ETA venía desde dentro de la Policía Nacional, lo que estrecha el cerco sobre los superiores de Ballesteros y apunta a la cadena de mando de Interior hasta Rubalcaba.

Los tres imputados tendrán que elegir entre proteger a Camacho y Rubalcaba con su silencio y asumir una fuerte condena o testificar que ellos actuaron cumpliendo órdenes de sus jefes. Lo que el fiscal no puede sostener ya -a la luz de las últimas informaciones de este periódico- es que no se trata de un delito de colaboración con banda armada sino de revelación de secretos.

Ante la evidencia de hasta dónde llegó el Gobierno para complacer a la banda, el PP pidió ayer la dimisión de Rubalcaba por «colaborar políticamente con ETA». González Pons, vicesecretario del partido, alegó que lo publicado por nuestro periódico resta toda credibilidad a un ministro que difícilmente puede conservar su autoridad sobre los agentes cuando existen tan claros indicios de su complicidad con los etarras.

Lo peor que le está sucediendo a Rubalcaba es que los hechos corroboran el contenido del documento de ETA. En este sentido, el ex fiscal jefe de la Audiencia Nacional y aún en activo en el Supremo, Eduardo Fungairiño, afirmó ayer que fue cesado un mes antes del comienzo de la negociación con ETA «por exigencias de los terroristas», tal y como reconoció uno de los representantes del Gobierno, según las actas de la banda. Esas actas recogen que el Gobierno prometió a los terroristas «liberar a presos con delitos de sangre» después del atentado de la T-4. Tremendo baldón para el Estado de Derecho.

Es evidente que Rubalcaba no va a dimitir y que va a seguir negando tercamente la realidad, pero también que está acorralado política y penalmente en un asunto del que nunca ha querido dar explicaciones. Y eso no se arregla con chistes fáciles sobre canciones.confesión de Trashorras no aclara nada

No sabemos qué tipo de explosivo se usó el 11-M


EL MINERO José Emilio Suárez Trashorras -condenado por la masacre del 11-M- ha confesado, en un recurso presentado ante el Tribunal de Derechos Humanos, que él proporcionó Goma 2 robada en Mina Conchita a El Chino, hecho que ya confesó hace un año ante el director de la prisión de Mansilla de las Mulas (León) aunque lo negó durante el juicio. Esta declaración ha sido utilizada por los medios habituales para atacar a EL MUNDO con las insidias de rigor y manipulando el contenido de una entrevista concedida a este periódico por Trashorras hace cinco años. Sin embargo, todo ello carece de importancia. Lo relevante para averiguar la verdad es saber qué tipo de explosivo estalló en los trenes, lo cual no queda claro en la sentencia. Que el minero admita que vendió Goma 2 a los islamistas no es un indicio ni una prueba de que fuera ese explosivo -y solo ese- el utilizado. Ningún análisis así lo prueba.
e-psimo y EL MUNDO______________________

Al servicio de ETA

Asumió ese compromiso tras los asesinatos de la T-4

El Gobierno aceptó liberar a etarras que tenían delitos de sangre

El Ejecutivo se comprometió con ETA durante las negociaciones de paz a facilitar la liberación de etarras si la banda entregaba las armas.

Comparecencia en la Comisión de Interior

Rubalcaba, 'orgulloso de lo que hicimos' en la negociación con ETA

EL TRAIDOR, FELÓN Y MASÓN:

«Zapatero dijo que había que seguir con los contactos tras la T-4»

Tras el atentado de Barajas, el Ejecutivo de Zapatero siguió negociando con ETA, a la que reconoce el aviso del «Faisán», la concesión de la libertad condicional para De Juana y otras cesiones a los terroristas
El chivatazo lastra a Rubalcaba con la sucesión
La metodología de las actas 'presuntamente' delatoras

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