Los sindicatos atribuyen la caída al recorte de recursos y de horas de control en el mar
Galicia ha dejado de ser una de las zonas calientes para la entrada de droga en España. Los grandes capos colombianos y venezolanos ya no utilizan la costa gallega para el desembarco de alijos. La presión del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ha llevado a las grandes redes de narcos que elegían la comunidad gallega como puerta de entrada de la droga a buscar nuevas rutas y técnicas para introducir la cocaína y el hachís en el mercado español y europeo: los contenedores que recorren el Atlántico hasta llegar a los principales puertos españoles. En el último año, las incautaciones de cocaína en la costa gallega cayeron un 75%, 2.3000 kilos aprehendidos frente a los 9.200 de 2009. Más acusado es todavía el descenso del hachís intervenido por los funcionarios de Aduanas: 793 kilos en 2010 frente a los 7.200 del año anterior. Mientras Vigilancia Aduanera atribuye este recorte a los golpes asestados a las redes logísticas de narcos gallegos que monopolizaban el último tramo de transporte de la droga desde el mar a la costa, los funcionarios de Aduanas lo achacan al desmantelamiento del SVA. Y es que, según advierten, con el nuevo plan de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera, cada patrullero ha reducido de diez a ocho su dotación habitual, mientras que las pequeñas embarcaciones han pasado de cinco a cuatro. "Con esta plantilla, agravada por la edad de la mayoría de los funcionarios [de una media de 55 años], no queda otra que hacer una navegación rutinaria", advierte el representante de CSIF, Jesús Barcón. Desde la CIG, Antón Lestón, también alerta de que los recortes presupuestarios han provocado esta caída en las aprehensiones. "Se pretende controlar las mismas zonas dedicando menos horas de trabajo y menos medios", denuncia. Sin embargo, el fiscal general antidroga, José Luis Noreña, descarta que el recorte de medios en Aduanas vaya a suponer un aumento del narcotráfico en Galicia. "No creo que los repuntes a largo plazo dependan de los recortes o no de plantilla", apuntó. Menos horas En 2010, las ocho patrulleras con las que cuentan las seis bases de Vigilancia Aduanera en Galicia realizaron casi 10.000 horas de navegación y reconocieron a 678 embarcaciones. Estos datos confirman la denuncia de los sindicatos de Aduanas sobre la reducción de la horas de vigilancia en la costa gallega: un 23% menos que un año antes. Otra de las causas que, según los sindicatos, provocó una merma del control del tráfico marítimo fue el traslado a Alicante del único avión que patrullaba en la costa gallega. Tras las quejas de los funcionarios, que alertaban de que con la privatización de la vigilancia área contra el narcotráfico se pasaría de unos controles casi diarios a unos registros muy puntuales, lograron el compromiso de la Agencia Tributaria: en un plazo de tres meses el avión volverá a Santiago.
Es una de las prisiones andaluzas en las que menos visitas de este tipo se realizan
Según un informe al que ha tenido acceso Noticias de Almería, en las cárceles de Almería y de Granada va un psiquiatra una vez al mes; en Puerto 1, Puerto 2, Huelva, Córdoba y Málaga, va uno cada quince días; en Alcalá y Puerto 3, nunca fue un psiquiatra. En ese mismo informe se indica que la las personas que tienen algún trastorno de personalidad,son, prácticamente casi la mitad de los presos lo que supone unas 7.500 personas.
El hecho es que la mayoría de los enfermos mentales no tienen un diagnóstico cuando ingresan en las prisiones, y, por tanto, no pueden acogerse a los beneficios, como puede ser el del artículo 60 del Código Penal.
También se da la circunstancia de que el psiquiátrico penitenciario, este está absolutamente atascado en una masificación del 220%.
En otro orden de cosas, en las cárceles de Andalucía hay un 5% por ciento de casos de tuberculosis, lo que representa cien veces más que en la calle. Hay un 41% de presos que padecen hepatitis C, que también aumenta con muchísimo el porcentaje que hay en la calle, y hay un 15% de enfermos que padecen el virus del VIH, y que, en la calle, solamente representa el 0,3%.
Noticias de Almería___________________ El hecho es que la mayoría de los enfermos mentales no tienen un diagnóstico cuando ingresan en las prisiones, y, por tanto, no pueden acogerse a los beneficios, como puede ser el del artículo 60 del Código Penal.
También se da la circunstancia de que el psiquiátrico penitenciario, este está absolutamente atascado en una masificación del 220%.
En otro orden de cosas, en las cárceles de Andalucía hay un 5% por ciento de casos de tuberculosis, lo que representa cien veces más que en la calle. Hay un 41% de presos que padecen hepatitis C, que también aumenta con muchísimo el porcentaje que hay en la calle, y hay un 15% de enfermos que padecen el virus del VIH, y que, en la calle, solamente representa el 0,3%.
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