sábado, 12 de febrero de 2011

CUANDO EL DELINCUENTE ES EL MINISTERIO DEL INTERIOR: Colaboración con banda terrorista (Faisán) Rubalcaba contesta... que no sabe

Zapatero embustero































El vicepresidente asegura que no le informaron de la operación contra la red de extorsión

Ni un dato, ni un solo indicio, ni una sola explicación. Las respuestas del Ministerio del Interior a la batería de preguntas que le presentó hace tres meses el Grupo Parlamentario Popular sobre el chivatazo del bar Faisán apenas arrojan algo de luz.

Y es que quien era entonces ministro del Interior y ahora también vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, no sabía casi nada de nada. Lo único que tiene claro, y que responde con contundencia de las 270 preguntas del PP, es que «nunca» informó al presidente del Gobierno de que la operación prevista contra el entramado de extorsión de ETA para el 4 de mayo de 2006 se frustró porque los terroristas recibieron una filtración policial. No queda claro entonces, según la versión de Rubalcaba, cuándo se enteró José Luis Rodríguez Zapatero de que se había producido el chivatazo. Si el ministro no se lo dijo y la cuestión estaba bajo secreto policial... ¿se enteraría por la prensa?

El titular de Interior echa balones fuera, uno tras otro, a las 270 preguntas que el diputado popular Ignacio Gil Lázaro le presentó en la Cámara el pasado noviembre.

Y es que el ministro, por escrito, asegura que no conocía muchas de las cuestiones clave que en 2006 se estaban produciendo en la lucha antiterrorista y que protagonizaba su ministerio.

Zapatero embustero

Asegura que sólo cuando el juez (Fernando Grande-Marlaska) conoció la existencia de un chivatazo, sus subordinados le informaron a él. Es decir, Rubalcaba asegura que desde que el día 4 se produjo el chivatazo y hasta 72 horas después que la Comisaría General de Información notificó las incidencias al magistrado instructor de la causa, desconocía que se había producido la delación policial.

Algunas fuentes apuntan que fue precisamente este hecho -el no haberle notificado el chivatazo de forma inmediata, y antes que al juez- el que motivó el relevo de Telesforo Rubio al frente de la Comisaría General de Información. Porque fue este mando el que ordenó que se transcribieran las cintas y se remitieran al juez, aunque se tardó 72 horas en advertir a Grande-Marlaska, lo que provocó un grave incidente entre el juez y los mandos de la Comisaría General de Información. Tras su cese, Telesforo Rubio fue enviado por Rubalcaba de agregado de Interior a la embajada en Moscú.

En las escuetas respuestas del ministro, asegura que desconocía hasta lo más relevante. Por escrito, Rubalcaba informa al Congreso de que el día 3 de mayo no conocía la operación que se iba a llevar a cabo al día siguiente entre España y Francia contra la red de extorsión de ETA relacionada con el bar Faisán, en la que estaba previsto detener a los implicados en el momento del traslado a Francia de dinero procedente de la extorsión.

También asegura que el día 3 por la mañana su número dos, Antonio Camacho, tampoco fue informado de esta operación policial. Se da la circunstancia de que esta actuación iba a ser una de las más relevantes que llevara a cabo la Audiencia Nacional contra el entramado etarra en el momento en que el Gobierno se sentaba a la mesa con los terroristas, cuando Zapatero mantenía el llamado proceso de paz con ETA. Por estas circunstancias, sorprende más que el ministro diga que desconocía la operación del Faisán.

También asegura que ni él ni Camacho, su secretario de Estado, conocieron de antemano que entre los detenidos iba a estar el que fuera responsable de relaciones internacionales del PNV Gorka Aguirre. De nuevo destaca la respuesta, porque el día que estaba prevista esta detención, el presidente del Gobierno se iba a reunir en La Moncloa con el entonces líder de los nacionalistas vascos, Josu Jon Imaz. En dicho encuentro estaba previsto que el PNV trasladara al presidente del Gobierno su total apoyo al denominado proceso de paz con los terroristas.

Llama la atención que ni a Rubalcaba ni a su número dos les llegaran los graves incidentes que se produjeron con Francia durante la actuación contra este entramado de extorsión. La negativa de la juez gala Laurence Le Vert provocó un duro cruce de reproches entre los responsables policiales que, incluso, según confesaron tiempo después algunos responsables de la lucha antiterrorista, estuvieron a punto de poner fin a los equipos conjuntos de investigación contra ETA. Y estos incidentes, según las respuestas parlamentarias, tampoco fueron conocidos por los responsables de Interior.

También resulta extraño que tanto Rubalcaba como Camacho desconocieran los enfrentamientos que sus máximos responsables policiales en la lucha contra ETA mantuvieron con la Audiencia Nacional y que dieron lugar a que el juez Grande-Marlaska decidiera apartar al comisario general de Información de todas las investigaciones sobre el chivatazo.

Con un escueto «no», Rubalcaba responde a la gran mayoría de las cuestiones planteadas por el PP el pasado mes de noviembre. Sorprende también que el ministro asegure que «nadie» le informó de que la operación contra el entramado de extorsión etarra había sido frustrada. El ministro asegura que ni él ni Camacho han realizado gestión alguna en la Fiscalía General del Estado relativa a la instrucción del caso Faisán.

En un encuentro con la prensa, Gil Lázaro y el secretario general del Grupo Popular, José Luis Ayllón, expusieron ayer sus conclusiones. «Es auténticamente sorprendente, teniendo en cuenta la gravedad de este escándalo, que el ministro del Interior diga que nunca informó al presidente del Gobierno», enfatizó Gil Lázaro, antes de apuntar que «quizá no hizo falta» que Rubalcaba diera cuenta de estos hechos al jefe del Ejecutivo porque el propio Zapatero «estaba en el origen del chivatazo».

Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que «nunca» se podrá «creer» que el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior desconociera lo que pasó «en su casa», en alusión al chivatazo a ETA en 2006. «Todos sabemos que hay miembros del Gobierno que no saben lo que pasa en su Departamento, pero de Alfredo Pérez Rubalcaba nadie se cree que no sepa las llamadas que se hacen o se dejan de hacer» desde el Ministerio del Interior.

«Nunca». El vicepresidente del Gobierno respondió de forma escueta: una palabra. El PP le preguntó por escrito (imagen de la izquierda) cuándo informó al presidente Zapatero de que se había producido un chivatazo. En su respuesta, también por escrito (imagen de la derecha), Rubalcaba se limitó a escribir: «Nunca».

FERNANDO LÁZARO / Madrid

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