Los condenados por trapichear reciben penas inferiores a los dos años de prisión.En caso de reincidir, deberán cumplir la sanción reducida y una nueva agravada.Los pequeños traficantes de droga han comenzado a beneficiarse de la última reforma del Código Penal, que ha convertido las condenas mínimas de tres años de prisión a las que antes se enfrentaban, y que solo podían eludir sometiéndose a un tratamiento de deshabituación si también eran consumidores, en un toque de atención más liviano. Ahora, los jueces, atendiendo a la "escasa cantidad" con la que traficaban y a "las circunstancias personales del culpable", pueden imponerles sanciones de un año y medio de cárcel que pueden eludir si carecen de antecedentes, pero que deberán cumplir, junto con otra agravada por reincidencia, si reinciden en trapichear.
La Audiencia de Zaragoza ha comenzado a imponer penas inferiores a dos años a pequeños traficantes, al tiempo que los fiscales empiezan a atenuar las peticiones de condena en aplicación, también, de la reforma.
Es el caso de C. L. A., detenido en abril del año pasado tras vender en la calle Cerezo a un toxicómano, por quince euros, una papelina con 0,039 gramos de cocaína y 0,003 de heroína. "El hecho ha de ser considerado incurso en el tramo menos reprochable y peligroso del tipo delictivo", señala la sentencia.
Le ocurrió algo similar a R. A. Z., detenida tras sorprenderla la Policía cuando recogía un alijo de 23 gramos de heroína en el aparcamiento de un hipermercado. Fiscalía pidió para ella cuatro años de cárcel que la Audiencia dejó en 18 meses, en este caso por sus circunstancias personales: "Carece de trabajo, ingresos y tiene a su cargo una hija menor de nueve meses".
SIN REBAJAS Pero no todo son rebajas. La Policía intervino en junio 60 gramos de heroína a un joven --A. O.-- cuando salía de casa de D. H. J., que ya había sido condenada por traficar en 1999 y en el 2008. La Audiencia impuso hace unos días al primero una pena de tres años de prisión y a la segunda, al aplicarle la agravante de reincidencia, una de cuatro años y diez meses de cárcel.
La entrada en vigor de la reforma del Código Penal supuso a finales del pasado mes de diciembre la excarcelación de una treintena de presos que cumplían condena por delitos de narcotráfico en las prisiones aragonesas de Zuera, Daroca y Teruel. La reducción de la pena máxima de nueve a seis años hizo que muchos, al superar ese periodo entre rejas, tuvieran derecho a salir a la calle por haber purgado un castigo mayor que el que ahora contempla la legislación.
Varios de los sesenta reclusos que vieron denegadas sus peticiones de reducción de la condena han formulado ante el Supremo recursos de casación contra las resoluciones de la Audiencia zaragozana. En ocasiones alegan que su interpretación difiere de la que hacen otros tribunales provinciales. Ha ocurrido en más sitios.
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