sábado, 27 de noviembre de 2010

Zapatero cree que con transparencia tapará su inacción en las reformas

EL GOBIERNO pretendió salir ayer al paso con otra medida cosmética ante el ataque que esta semana ha sufrido la economía española, que ha provocado pérdidas del 7% en la Bolsa y ha colocado la prima de riesgo en máximos históricos por la incertidumbre que se cierne sobre nuestro futuro. Unas dudas que el comisario Joaquín Almunia alentó al comentar el jueves que los mercados se preguntan si España «tiene algo más que lo que hay encima de la mesa». Para rebatir lo que el Gobierno considera recelos, Zapatero pensó que hay que aumentar la transparencia. Así, Salgado volvió a anunciar que las comunidades autónomas estarán obligadas a publicar trimestralmente sus cuentas y confirmó que se informará mensualmente de la evolución de la deuda. La única novedad -anticipada por la mañana por el Banco de España- fue la exigencia a la banca de detallar al máximo todo su riesgo inmobiliario. Una medida bienintencionada pero inquietante por cuanto podría descubrir que los balances bancarios no son tan robustos como han indicado los test de estrés. Pero, tras este supuesto destape financiero, nada dijo el Gobierno de acelerar las reformas inacabadas ni de poner en marcha ya las que reclaman los organismos internacionales. La triste realidad es que Zapatero se reúne hoy con 39 empresarios, la mayoría de los cuales tienen sus compañías en la Bolsa, y la inacción del Gobierno ha hecho que las empresas del Ibex valgan 24.816 millones de euros menos que el sábado pasado.
epsimo y EL MUNDO___________________________

Z+P TOMA NOTA: Ahorro de 60.000 millones de euros
¿Cómo acabar con el déficit público en un día?
Según el Gobierno, el año que viene, España acabará con un déficit público del 6,0% del PIB. Esto supone una cantidad aproximada de 60.000 millones de euros. Es cuatro veces más de lo que se ahorrará con el tijeretazo. Sin embargo, no sería difícil encontrar esta cantidad. Y sin tocar el gasto social.
D. Soriano / M. Llamas

Cuando José Luis Rodríguez Zapatero anunció el tijeretazo, todas las medidas incluidas en el mismo se presentaron casi como de obligado cumplimiento. Bruselas había tenido que tomar cartas en el asunto, después de la crisis de deuda que golpeó a España a comienzos de mayo. Con un déficit estimado para este año en el entorno del 10% y una previsión similar para el 2011, los mercados habían dejado de confiar en los bonos del Tesoro. Para volver a ganarse a los inversores era necesario un plan realista de reducción del gasto, que condujese a las cuentas públicas a una senda de recuperación.

Aquellas medidas presentadas el 12 de mayo, suponían un recorte de 15.000 millones y tocaban algunas de las políticas sociales más queridas por el Gobierno: pensiones, sueldos de los funcionarios, cheque-bebé o dependientes. Sin embargo, y más allá de lo que se piense de la utilidad de este tipo de gasto, no habría sido necesario meter la tijera en estos capítulos del presupuesto. Conseguir los 60.000 millones que son necesarios para equilibrar las cuentas públicas es mucho más fácil: basta con vender lo que no se usa o dejar de gastar en lo que es improductivo de forma evidente.

1. Subvenciones: 20.000 millones

Los datos de los Presupuestos Generales del Estado aún no están cerrados. Hasta que no salga el texto definitivo tras la tramitación parlamentaria, no se sabrá cuánto va destinado a estas partidas en 2011. En 2010, sumaban más de 20.000 millones.

En el proyecto de PGE para 2011 las cifras son: 7.300 millones en fomento de la inserción laboral (cursos de formación a parados de muy dudosa utilidad, aunque se anuncia su ampliación para el año que viene); 3.000 millones a Cooperación al Desarrollo en el exterior; 6.000 millones en subvenciones a diversos sectores económicos (desde industrias en reconversión, al turismo o para la promoción de la internacionalización de las empresas); 700 millones al transporte; 1.200 millones a la vivienda; 550 millones (al menos) en subvenciones a la cultura; 150 millones para el deporte; 120 millones para políticas de igualdad; y unos 700 millones para partidos políticos y sindicatos.

En total, suman 19.720 millones, a los que habría que sumar otras pequeñas partidas, hasta llegar a esos 20.000 millones en números redondos.

2. Edificios públicos: 14.000 millones

Según un informe de la consultora Aguirre Newman, vender todos los edificios públicos de la Administración General proporcionaría unos 40.000 millones de euros (sin contar oficinas de atención al público o edificios donde se realizan servicios básicos, como hospitales, escuelas o cuarteles). Sin embargo, vendiéndolos todos habría que pagar un alquiler, como hacen otros gobiernos como el de Singapur, que no tienen ninguna propiedad inmobiliaria. Sin llegar a ese extremo, sólo vendiendo el 34% improductivo, se sacarían unos 14.000 millones de euros.

3. Empresas públicas: 10.000 millones

Las más de 4.000 empresas públicas que existen en España deben ya más de 52.000 millones, y esta cantidad crece cada año. Sólo la mitad, aproximadamente corresponde a las empresas propiedad del Estado.

Es imposible saber cuánto podrían valer compañías como Aena, Renfe o RTVE si se pusieran en el mercado, especialmente porque el comprador tendría que asumir su deuda. Sin embargo, teniendo en cuenta que Aena está valorada en 7.000 millones o los activos de Renfe en 6.000 millones, la venta de estas dos compañías, más RTVE, Paradores o Loterías y Apuestas del Estado podría proporcionar fácilmente unos 20.000 millones de euros. Contando sólo la mitad para 2011, ya ayudaría a reducir el déficit.

4. Investigación y desarrollo: 6.000 millones

El Ministerio de Ciencia dedica más de 6.000 millones de euros a Investigación y Desarrollo. Sin embargo, como explica Juan Ramón Rallo, es un mito, bastante caro, que el Estado tenga que promover las inversiones en investigación y desarrollo. Son las empresas las que, conociendo las particularidades de su negocio, las oportunidades de beneficio y las posibilidades de innovación, deben investigar o no hacerlo. De aquí se extrae un ahorro de 6.000 millones.

5. Energías renovables: 5.000 millones

En los diez primeros meses de 2010, las primas a las renovables superaron los 5.000 millones de euros. Aunque ahora se anuncian recortes, el montante total dependerá de los molinos de viento o de los paneles solares que sigan produciendo electricidad. De esta manera, podrían darse por buenos esos 5.000 millones de euros para todo el año 2011.

6. Participaciones: 2.500 millones

No sólo el Estado tiene empresas públicas, sino que también mantiene importantes participaciones en cinco grandes empresas cotizadas: Iberia (5,16%), Red Eléctrica (20%), CASA-EADS (5,48%), Ebro Puleva (8,65%) y Enagás (5%). La venta de todos estos paquetes accionariales podría generar unos ingresos de unos 2.500 millones de euros aproximadamente.
Libertad Digital______________________
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La desconfianza hacia nuestra deuda aumenta sin freno, los inversores huyen de las acciones de nuestros bancos y, en general, de la Bolsa, y la preocupación por nuestro país arrastra al euro a nuevas caídas frente al resto de las divisas.

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ZAPATERO, LOS EMPRESARIOS, EL ESTADO INSOSTENIBLE
La mayor descalificación de Zapatero y su política se condensa en el documento que los principales empresarios de España han presentado a Su Majestad el Rey. Eduardo Serra, presidente de la Fundación Everis, ha redactado, después de incontables consultas, “el demoledor documento” sobre la España zapatética. Alierta, Nin, Sánchez Galán, Roig, Alfredo Sáenz, Brufau, Pablo Isla, Benjumea, Prado, Entrecanales, Teófilo Serrano, Polanco y José Manuel Lara figuran entre los firmantes. Consideran que el actual modelo de Estado no es sostenible.

Zapatero reaccionó de forma fulminante con una finta, al anunciar su decisión de reunirse con los 25 grandes empresarios españoles para estudiar conjuntamente la situación. Inútil fotografía, a pesar de la ampliación de la lista. ¿Nadie de su entorno le dirá a este hombre que el problema de España es él? Que con tanta ocurrencia, tanto despropósito, tanto embuste, la credibilidad presidencial se arrastra por los suelos. No es que la economía española esté mejor o peor. Es que nadie tiene confianza en Zapatero. Es que nadie se cree lo que dice Zapatero. Es que mientras Zapatero permanezca en Moncloa, la espada de Damocles de la intervención europea se balanceará sobre la cabe-za de España.


Luis María ANSON
de la Real Academia Española

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