lunes, 22 de noviembre de 2010

Español detenido en El Aaaiún, 'Me torturaron, me obligaron a firmar una confesión falsa y no voy a callar'

Doce días después de ser "salvajemente torturado" por las fuerzas de seguridad marroquíes, Ahmed Salem Yedoou Lecuara ha logrado abandonar la capital del Sáhara Occidental y viajar hasta Las Palmas.

Para ello, este ciudadano español de origen saharaui, ha tenido que firmar una declaración, que no le dejaron leer, y en la que supuestamente confesaba haber sido "salvado" por las fuerzas de seguridad marroquíes de las mafias que controlaban el campamento de protesta de Geim Ibki y señalaba que fueron ellas quienes le golpearon. "Me dijeron que era la única forma de salir en libertad y tuve que hacerlo", asegura.

Ahmed Yeddou Salem Lecuara, nacido el 27 de julio de 1976 en El Aaiún, casado y padre de un hijo, fue detenido por la policía marroquí el pasado 8 de noviembre, el mismo día del asalto al campamento, adonde había llegado el día anterior para visitar a unos familiares.

Según denunció en una carta remitida a la Fundación Sáhara Occidental, le trasladaron al cuartel de la Gendarmería. "Me golpearon con porras y me colgaron boca abajo con las manos atadas a la espalda", declaró.

Allí estuvo durante cinco días, hasta que fue puesto en libertad y conducido al Tribunal de El Aaiún. A pesar de solicitar ante ese organismo poder denunciar lo que le había sucedido, no se lo permitieron. Por eso decidió venir a España.

Hace cinco días, después de que varios medios de comunicación españoles se hicieran eco de su historia, Ahmed recibió la llamada de un representante de la Casa de España en El Aaiún. Se ofrecía para acompañarle al médico al que, según él mismo había declarado, no había acudido todavía por miedo. "Le dije que no quería ir, que temía que me pasar algo y rechacé su oferta".

'Me dificultaron la salida'

Al día siguiente, el funcionario fue a buscarle para llevarle en coche ante las autoridades marroquíes. "Quería hablar con ellas para que no dificultaran mi salida del país, porque me faltaban algunos papeles".

"El día que me detuvieron, me quemaron el coche y me quedé sin la documentación, 1.500 euros y siete kilos de incienso que llevaba. Cuando pregunté por ellos me respondieron que me callara y sólo me devolvieron el pasaporte", dice Ahmed.

Después de obtener la vía libre para su salida, el funcionario español le dio 50 euros para que cuando llegara a Las Palmas pudiera coger un taxi o un autobús. "Fue la única ayuda, Tuve que pagarme el billete y ahora estoy viviendo en casa de un amigo".

Ahmed quiere denunciar todo lo que le ha ocurrido y curarse, pero ha dejado a su mujer que está embarazada y a su hijo de un año y teme por su seguridad. Una vez realice sus denuncias sobre la represión marroquí, piensa volver a El Aaiún. "Me da igual que me cojan o me maten". Concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario