martes, 23 de noviembre de 2010

Es difícil rehabilitar a violadores. Si no aceptan culpa y no reciben tratamiento es muy difícil lograrlo, según los expertos


Si no aceptan culpa y no reciben tratamiento es muy difícil lograrlo, según los expertos

SACRAMENTO.— El más grande operativo hecho en California por el Departamento de Prisiones para aprehender a los ofensores sexuales que están en violación de su libertad condicional, se dio la semana pasada en momentos en que al mismo tiempo se cuestiona la liberación temprana de prisión de quienes han cometido graves crímenes en contra de los niños.

La Liga de Protección de la Policía de Los Ángeles en su blog oficial estableció que "se debe examinar el proceso que se usa para decir qué adultos en libertad condicional deben ser supervisados".

Lawrence Joseph Brown, de 55 años, fue arrestado una hora después de que fue liberado tras 25 años en la prisión estatal de Chino en el área de Los Ángeles, la mitad de su sentencia de 49 años, debido a que fue encontrado en un auto con una mujer, lo que representaba una violación a su libertad condicional.

En 1983, Brown había sido enviado a prisión por violar a dos niñas en dos actos separados en Santa Ana.

El fiscal del condado de Orange, Tony Rackauckas durante todo el año pasado trabajó para evitar que Brown saliera en libertad condicional, pero al no conseguirlo le puso investigadores que lo siguieron y no tardó mucho en probar que sus preocupaciones eran válidas.

Susan Kang Schroeder, jefa del equipo del fiscal Rackauckas, dijo que las razones que éste tenía para evitar su liberación es que Brown nunca admitió que violó a las niñas aún cuando se encontró semen en la ropa interior de ellas. "El primer paso para reformarse es aceptar la culpabilidad y él nunca lo hizo", enfatizó.

¿Para qué exponerse a ir a prisión de nuevo teniendo pornografía en la computadora? es una pregunta inevitable para Andre Summers, un ofensor sexual, quien ha estado cinco veces en prisión y quien esta semana fue reaprehendido.

"He tratado, pero últimamente ha tenido mucho estrés por el embarazo de mi prometida. Me cuesta trabajo, porque soy bipolar y los medicamentos que tomo me hacen sentirse cansado". se justifica.

Maria Piccillo, supervisora de Psicología del Hospital Estatal Coalinga, en la ciudad de Coalinga a 60 millas al sureste de Freno, a donde muchos de los ofensores sexuales son enviados después de cumplir tiempo en prisión, está convencida de que pueden hacerlo si reciben un tratamiento con calidad que los enseñe a manejar los factores de riesgo.

Entre los factores de riesgo citó: una personalidad antisocial; preferencias por el sexo sin consentimiento; incapacidad para relacionarse en la intimidad y el abuso de sustancias.

"Si un ofensor sexual recibe un tratamiento de calidad puede ser una persona segura al salir de prisión", asegura.

De acuerdo al oficial Marcos Estrada Pérez, quien durante años ha trabajado en la búsqueda de ofensores sexuales que no cumplen con su libertad condicional, el éxito de la rehabilitación depende de cada caso. "Uno de cada diez puede volver a caer", considera en base a su experiencia.

A veces resulta difícil, indica, porque muchos no tienen donde vivir, la familia los rechaza porque sus crímenes fueron con alguno de sus niños. Hasta hace poco no podían vivir en refugios que estuvieran a 2,000 pies de escuelas y parques así lo marca la ley Jessica aprobada por los votantes en 2006, pero declarada inconstitucional el pasado 5 de noviembre por el juez Peter Espinoza de la Corte Superior de Los Ángeles.

¿Pero qué pasa cuando la policía les quita la pulsera de monitoreo electrónico?

"Nosotros les damos seguimiento a la mayoría por tres años a través de la pulsera de monitoreo electrónico que llevan en el tobillo (GPS) o hasta cinco, pero después de ese tiempo no sabemos qué va a pasar", señala.

Estrada Pérez recordó a John Gardner III en San Diego. Gardner fue convicto en el 2000, a cinco años de prisión, por molestar a una niña de 13 años. Salió en libertad condicional en el 2008 y estando en libertad violó y asesinó a dos jovencitas. El primer caso fue el de Amber Dubois, de 14 años, y el de Chelsea King de 17 años, e intentó violar a otra jovencita. I

El propio Gardner en una escalofriante entrevista de televisión para el programa 48 Hours Mistery de la cadena CBS, dijo el fin de semana que nunca quería ser puesto en libertad. "Yo mataría. Sé que lo haría. Soy el tipo que necesita estar encerrado por siempre. Soy un animal", reveló.

Otro caso es el juicio que actualmente se lleva contra siete jóvenes en la Corte Superior de Contra Costa en Martínez, por participar en la violación colectiva de una joven de 14 años en la secundaria Richmond. Ese hecho registrado el año pasado hace preguntarse si los jóvenes ofensores sexuales tienen mayores probabilidades de rehabilitarse.

En forma general, sin referirse a ningún caso específico, la psicóloga independiente Rut Gubkin, experta en desarrollo infantil y adolescentes dijo que no haría énfasis en la edad para decir si alguien se puede reformar o no.

Una ofensa sexual, define es una condición de agresión cometida por alguien que está fuera de control y que se expresa a nivel sexual. "Es difícil decir si un agresor sexual se puede reformar o no, pero lo cierto es que sin un tratamiento profundo y a largo plazo, este tipo de conducta puede volverse recurrente en forma de otro abuso sexual, emocional o algún tipo de violencia sin que el individuo tome responsabilidad o consciencia del daño causado". Pero sin duda, precisa Gubkin, un indicativo de que el ofensor se puede reformar es cuando acepta que causó daño y toma responsabilidad.

Casos como el de Norton Morrison presentan pocas perspectivas de rehabilitación de acuerdo a los expertos.

En una casa en el campo a un lado de una carretera en las afueras de Woodland (a unas 25 millas de Sacramento), los policías encontraron a Morrison de 80 años quien estuvo en prisión por seis años y medio por molestar sexualmente a su nieta de siete años. Morrison sale limpio en el cateo, pero confiesa sin ningún resquemor: "Sí tengo cierto arrepentimiento, pero lo hice por su propia educación". Morrison hasta se jactó de decir que algunos menores le llaman "el abusador de niños".

Algunos ofensores en libertad condicional pueden ser ejemplo a seguir por otros en las mismas circunstancias.

Greg Shuman, supervisor del operativo de aprehensión del Departamento de Prisiones, dice que desearía que todos fueran como Joaquín Rodríguez, un ofensor sexual en el Este de Sacramento, quien desde que salió de prisión hace ya casi cinco años no ha tenido ninguna violación a su libertad condicional. "Vive con su esposa que tiene un negocio y no ha tenido ningún problema", explica.

SIDEBAR

Sin control en la bibliotecas públicas

El agente de Libertad Condicional Marcos Estrada Correa detecta a JImmy Cotham, un anciano de más de 70 años a través de la computadora que lleva en su auto, en las calles del centro de Woodland. La pulsera electrónica le muestra hasta la velocidad a la que se desplaza Cotham, entre cuatro y nueve millas por hora. Ahorita anda en una bicicleta, estima Estrada Correa. Pero de repente, Cotham se queda quieto por un buen rato. Estrada lo ubica en la Biblioteca Pública y manda a Alex Hoang, un policía vestido de civil a buscarlo, quien lo encuentra jugando cartas en una de las computadoras.

Estrada Correa platica que es muy difícil detectar si ven pornografía en las computadoras de las bibliotecas públicas porque son usadas por muchos usuarios y para justificarse los pederastas en libertad condicional pueden decir que no son de ellos.

Entre las violaciones que más buscan hoy en día es ver si los ofensores sexuales no están en contacto con niños en la computadora a través de redes sociales como MySpace, Facebook y todas las redes sociales. "Yo les diría a los papás que pongan atención a lo que hacen sus hijos en la computadora y a sus mensajes de texto. Los ofensores sexuales están buscando niños y niñas en las redes sociales. Todos los días hayamos a alguien escondido en MySpace o Facebook. Y no podemos ver qué están haciendo porque todo es privado", señaló.


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