- La defensa alega locura para evitar que permanezca encarcelado de por vida
- Smart testificó durante la semana pasada y desgranó el infierno que vivió
Brian David Mitchell se hace llamar Emmanuel. Tiene 57 años y está acusado de secuestrar y violar durante 9 meses a Elizabeth Smart, que por aquel entonces tenía 14 años.
El acusado está siendo juzgado desde principios de noviembre y sus abogados defensores tratan de demostrar que durante el tiempo que duró el secuestro, desde junio de 2002 hasta marzo de 2003, Mitchell no estaba en su "sano juicio". Alegan locura para evitar que permanezca encarcelado de por vida.
Smart testificó durante la semana pasada y desgranó el infierno en el que vivió durante su cautiverio en manos de Mitchell y su mujer, Wanda Eileen. Explicó que su captor, miembro de la iglesia mormona, abusó de ella por revelación de Dios y estremeció a los presentes en la sala con sus testimonios.
Desde que fue detenido, su presencia en los juzgados nunca ha pasado desapercibida. Cada vez que aparece en la sala, entona himnos religiosos por los que suele ser expulsado a ver el juicio en un habitáculo separado.
Eso mismo ha sucedido este miércoles. 'Sr Mitchell', comentó el juez, "usted tiene el derecho constitucional a estar presente durante el juicio, a no ser que siga cantando". Y Mitchell continuó con su repertorio, esta vez navideño. "Bien, será apartado a una habitación donde podrá vernos y oírnos", concluyó el letrado.
Y esa es su tónica. Huye de la realidad y continúa habitando en su propio mundo, el mismo al que introdujo a Smart tras sacarla de su cama a punta de cuchillo, y al que pretendía incluir a decenas de mujeres. La primera vez que el FBI le interrogó se llegó a una conclusión tras el examen al que le sometió el psicólogo Noel Gardner: "No es un enfermo mental, es un narcisista".
Mitchell está "claramente capacitado" para afrontar el juicio y en todo momento sabía lo que le estaba haciendo a Smart. "Nunca ha tenido, ni tiene ningún problema mental", afirmó Gardner, "él canta y reza durante el juicio porque es parte del personaje religioso que él mismo ha creado con astucia y sagacidad". Mitchell no es 'genuinamente religioso', simplemente entra y sale según su conveniencia.
La oveja negra de una familia mormona
Brian David Mitchell.| AP
Proviene de una familia con una fuerte tradición religiosa y mormona. Eran seis hermanos y su padre tenía aspiraciones proféticas. Dicen de ellos que era gente decente aunque 'rara en ocasiones' y Mitchell era considerado como la oveja negra del clan.
Este miércoles miembros de su familia han declarado en el juicio. Su padre, Shirl Mitchell, de 87 años, recordó aquellos tiempos en los que un preadolescente Mitchell se metió en problemas por desnudarse delante de chicas. "Cuando tenía 8 años le enseñé un libro antiguo con diagramas de los genitales masculino y femenino", afirmó. Aquel comportamiento le llevó a ser juzgado por un tribunal de menores.
Lisa, su hermana, lo recuerda como un chico rebelde que "no estaba preparado para criar a sus hijos". Tuvo dos durante su primer matrimonio, con tan sólo 16 años. "Era adolescente y quería divertirse bebiendo y saliendo de fiesta". Recuerda su hermana, que afirma que Mitchell era un chico al que le gustaba llamar la atención 'con sus dramas'.
Entre los adjetivos con los que sus propios familiares le definen se encuentra el de sádico. Cuentan que para cenar llegó a servir conejo a la hijastra de su segundo matrimonio. El animal era la mascota de la pequeña.
El juicio continúa y se extenderá has comienzos de diciembre. La máxima pena a la que se enfrenta es a la de cadena perpetua mientras que sus abogados están tratando por todos los medios que acabe ingresado en un psiquiátrico.
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