lunes, 15 de noviembre de 2010

Autoridades señalan su asociación y describen cómo grupos arios se han convertido en una fuerza dentro de las cárceles y calles

Los grupos de supremacía se han convertido en una fuerza en las calles y prisiones, actividad que los narcotraficantes capitalizan.

Carteles y grupos arios se asocian

Actividades de grupos supremacistas blancos en Estados Unidos estarían siendo financiadas por carteles de la droga mexicanos tras la formación de alianzas entre ambos bandos, indicaron especialistas y autoridades.

Miembros de la pandilla supremacista Hermandad Aria (Aryan Brotherhood o AB) están colaborando con los grupos delictivos la Mafia Mexicana (La Eme) y el cartel de TijuanaCalifornia y México. en el contrabando de drogas ilegales tanto dentro de las prisiones estatales y federales como en el mercado entre

"Los carteles están buscando socios, puentes, para conectar sus actividades dentro de Estados Unidos y los supremacistas se han convertido en un músculo importante en las calles y dentro de las prisiones", apuntó Larry Gaines, presidente de la división de justicia criminal de la Universidad Estatal de San Bernardino y especialista en el rubro de pandillas.

Los pandilleros de la AB, una organización notoriamente violenta que se originó en 1967 en el sistema penitenciario de California, sirven como asesinos por encargo de los carteles mexicanos y ofrecen además protección e intimidación en contra de los grupos rivales, indican el reporte del Centro Nacional de Inteligencia sobre Pandillas.

"Algunos miembros de la Hermandad Aria (AB) tienen relaciones de negocios con carteles mexicanos, quienes introducen las drogas ilegales en California para que la AB la distribuya. Hermandad Aria es notoriamente violenta y con frecuencia está involucrada en el asesinato por encargo", cita el reporte.

Así mismo la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) afirma contar con datos de una investigación que indica que las pandillas de supremacía blanca están en la actualidad colaborando para los carteles mexicanos en operaciones de robo de automóviles y el tráfico de armas hacia México, principalmente en Texas, California y Chicago.

Aunque la primera investigación relacionadas con las transacciones de colaboración entre AB y la EME surgió en el buró de Los Ángeles de la Agencia Federal de Investigación (FBI) esa oficina respondió a La Opinión que actualmente no cuentan con información de inteligencia que avale la colaboración, esto pese a que el Centro Nacional de Inteligencia sobre Pandillas (en la que el FBI participa) confirma los nexos.

Fue en 1984 que el buró del FBI de Los Ángeles emitió un informe donde indicaba que los pandilleros de la AB contaban con condenas más extensa que los pandilleros latinos por lo que se convirtieron en el brazo de ejecución del crimen organizado dentro de la prisión.

Varios guardias de prisiones fueron presuntamente asesinados por pandilleros de la AB como señal de intimidación.

El reporte también afirma que ambos grupos llegaron a un acuerdo de "paz" en el que no mataría a un rival racial, es decir, si los de la AB tenían problema con un mexicano pasarían el caso a la Eme para que ellos ordenaran su ejecución y lo mismo en el caso contrario, la AB serían los únicos encargados de castigar a sus miembros.Como parte de las recomendaciones y los retos que esa alianza representaría en el futuro, los agentes del FBI que realizaron la investigación de seis meses advirtieron que muchos de los pandilleros de la AB estarían en algunos años libres y llevarían esa alianza a las calles. La teoría, según los nuevos informes, se convirtió en realidad.

Soldados al servicio del hampa

Basados en una doctrina que aboga por la supremacía blanca, los miembros de la AB cuyo símbolo es el "666" han dejado de ser una organización cuyo principio era protegerse de otros grupos raciales para convertirse en un grupo que busca poder y el control de sectores para el mercado de la droga, indica el reporte nacional.

Pero colateralmente la Hermandad Aria estaría financiando a otros grupos de extremistas políticos como las bandas Peckerwoods, Public Enemy Number One y Nazi Low Riders (NLR), con quienes también ha formado alianzas en la distribución de narcóticos."Indirectamente el dinero del narcotráfico esta sirviendo para los propósitos de los supremacistas" apuntó Wes McBride, director ejecutivo de la Asociación de Investigadores de Pandillas en Calfornia (CGIA)

La Hermandad Aria pactó una coalición con el grupo Nazis Low Riders (NLR) para que sirvieran como sus soldados de calle en el tráfico de drogas y armas, sin embargo una serie de redadas masivas para detener a miembros de la NLR cambió la estructura de los negocios.

En marzo de 2006, Ty Fowles, residente de Garden Grove y presunto líder de la NLR, se declaró culpable de cargos por crimen organizado. Fowles fue acusado de extorsión, conspiración para distribuir drogas, manipulación de testigos, robo, tentativa de homicidio y asesinato.Ese mismo año, Richard Klein, de 35 años y su esposa Kylie, de 25 años fueron condenados por vender metanfetamina en las calles del condado de Orange para financiar a la NLR y a familiares de sus integrantes que estaban encarcelados.

Con los pandilleros de la NLR fraccionados, Donald Reed "Popeye" Mazza, líder de Public Enemy Number One (PENI) se unió en 2005 a la Hermandad Aria.PENI, también conocido como escuadrón de la muerte, ha crecido fuertemente y aunque tienen una ideología racista, el grupo se debe principalmente a las ganancias monetarias, particularmente derivadas del comercio de metanfetamina.

Las autoridades sospechan que podría haber cientos de estos miembros que operan principalmente en todo el Sur de California, mientras que informes federales, detallan que escuadrones de la AB fueron o son parte aún de las fuerzas armadas de este país por lo que sus tácticas de castigo o "sello" personal envuelven técnicas militares.

En las calles de ciudades al este de Los Ángeles como Lancaster y Palmdale, operativos antidrogas han descubierto las alianzas entre pandillas de diversas razas que trabajan en transacciones para los carteles, indica el teniente Erik Ruble del Departamento del Sheriff de Los Ángeles."En la prisión la división y los problemas raciales siguen fuertes, pero en las calles la estructura es diferente, ahora se basan en una unión económica y de poder donde las divisiones raciales salen sobrando" señala Ruble.

En el pasado, la producción en California de metanfetaminas y pastillas conocida como Éxtasis correspondían a las bandas de bandas anglosajonas, sin embargo actualmente ese mercado es dominado totalmente por los carteles mexicanos, explicó Thom Mrozek, vocero de la Procuraduría.

El vocero comenta que desconoce la existencia de pactos de colaboración entre pandillas de supremacía blanca e hispanas, pero confirmó casos de pandillas de la raza blanca que trabajan con bandas asiáticas en operaciones de cargas grandes de las drogas sintéticas. "Las cantidades de dinero que estas bandas manejan son descomunales. Tuvimos un caso de la mujer de un miembro de la Eme que tenía en su casa medio millón de dólares en efectivo y propiedades carísimas en varias ciudades. La realidad es que hoy en día si quieren cocaína el mercado grande lo tiene los carteles mexicanos, lo mismo con las metanfetaminas y hay suficiente droga para que los carteles tengan que buscar nuevos clientes y sistemas de distribución", concluyó Mrozek.


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