EL RECIENTE cambio de Gobierno no sólo no ha fortalecido el liderazgo de Zapatero -como repite la propaganda oficial-, sino que lo ha debilitado. Tanto los españoles en general, como los votantes socialistas en particular no quieren que Zapatero se presente por tercera vez a las generales. Ésta es la consecuencia que se extrae de los resultados de la segunda entrega de la encuesta de EL MUNDO-Sigma Dos que hoy publicamos. Los datos son suficientemente explícitos. Un 68% de los encuestados no quiere que Zapatero sea el cabeza de lista del PSOE en las generales de 2012, opinión que comparten mayoritariamente los votantes socialistas: el 54,1% no desea que el actual presidente repita como candidato. En cuanto a la interpretación en clave sucesoria de la reciente crisis de Gobierno, la mayoría de los españoles considera que al nombrar vicepresidente y portavoz a Rubalcaba, Zapatero le está señalando como su sucesor. Así lo opinan el 46,4% de los encuestados y el 46,8% de los que se declaran votantes socialistas. Sólo un 12 por ciento está a favor del cambio.
Una propuesta adecuada
La regencia de Rubalcaba
El ex Ministerio de Igualdad de Aído situó a España a la cola de la paridad en Europa
Luis María ANSON
Las encuestas abrumadoras y la realidad diaria han convencido a los responsables del PSOE de que con Zapatero la derrota es segura. Hay que cambiar de líder y por eso el apoyo a Rubalcaba se ha generalizado. El sabio político felipista lo sabe muy bien y no se ha andado con medias tintas. Desde el respeto a Zapatero, ha empezado a asumir las funciones y a tomar las decisiones que habían caído en la dejadez o los despropósitos del presidente del Gobierno. Rubalcaba no es político de ocurrencias como el faro de la Alianza de las Civilizaciones. No es ligero ni vehemente. Todo lo contrario. Sabe además que Zapatero es torticero y que, si tiene ocasión, le escabechará sin piedad como hizo con Solbes. Pero la debilidad del presidente dadivoso es tal, su falta de credibilidad tan acusada, que el Rubalcaba emergente ha visto el terreno despejado para tomar posiciones.
España no tiene hoy un vicepresidente del Gobierno, al estilo de la pobre María Teresa Fernández de la Vega. Tiene un copresidente activo y en plena forma, dispuesto a defender la continuidad del PSOE en las elecciones generales de 2012. Zapatero debe tomar buena nota de su situación. Rajoy también.
de la Real Academia Española
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