ESCRITO 1ºLos trabajadores de Estremera, constituidos en Asamblea, hemos decidido elevar a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias las siguientes peticiones:
1. HORARIO.
Los horarios que actualmente existen en prisiones están funcionando adecuadamente en nuestro trabajo diario. No vamos a aceptar ningún tipo de cambio de horario, ni siquiera estamos dispuestos a que se negocie en ninguna mesa, ni a cambio de ninguna cantidad ni de ningún otro supuesto beneficio: es decir, a cambio de nada.
Tampoco aceptamos la excusa de que el cambio de horario es beneficioso para el tratamiento. La implicación del funcionario de prisiones no está relacionada de ninguna forma con el horario, sino con las condiciones de trabajo soportadas.
Por el contrario, tanto el área de Área Mixta como el de Oficinas, y debido a las lejanías de los Centros Penitenciarios y las características de dichos puestos, debería empezar a estudiarse el beneficio que, tanto para los funcionarios como para la Administración supondría la posibilidad de acumular doblajes.
2. PRODUCTIVIDAD Y RETRIBUCIONES.
La bajada del 5% sufrida ya es más que inaceptable. No sólo queremos que la productividad en concreto y la nómina en general no se reduzcan, sino que se nos explique cuándo y como se va a recuperar lo perdido por una crisis de la que no somos responsables.
3. RESPETO POR NUESTRAS CONDICIONES DE TRABAJO. DIGNIFICACION DE FUNCIONARIO DE INTERIOR: CONSIDERACIÓN DE AUTORIDAD.
El sentimiento general de los trabajadores de prisiones es el de desprecio por parte de la Secretaría General, y de indefensión frente a las agresiones verbales y/o físicas de los internos.
Echamos de menos por parte del Gabinete de Prensa el esfuerzo por dignificar la figura del profesional de prisiones, esfuerzo que sí realiza para presentar la mejor imagen posible de los internos.
Por ello, consideramos prioritario que se inste a la Fiscalía, por medio del Gobierno, a que se considere de forma automática al funcionario de prisiones como Autoridad o agente de la misma en el ejercicio de sus funciones, lo cual llevaría aparejado el delito de atentado cuando se produjeran hechos lamentables como las agresiones que venimos sufriendo.
4. CLASIFICACION INTERIOR ADECUADA QUE EVITE AGRESIONES A FUNCIONARIOS.
Si al hacinamiento crónico que soportamos unimos la inadecuada clasificación de ciertos internos, con los que se realizan lo que podríamos denominar como “experimentos tratamentales”, llegamos al punto en que en los módulos desaparece el ambiente adecuado para el éxito del tratamiento, algo que tanto los profesionales de prisiones como los propios internos han llegado a apreciar. El empeño de esta Secretaría General por hacer desaparecer el Primer Grado de forma artificial y forzada, ha llevado a los patios una conflictividad y una violencia que creíamos superadas, confundiendo la excepcionalidad de este grado de clasificación con su supresión.
5. NO UTILIZACION DE LA ENFERMERIA COMO PSIQUIATRICOS PENITENCIARIOS.
En conexión con el tema anterior, la incapacidad de esta Secretaría General para afrontar la oleada de personas con enfermedades o trastornos de tipo psiquiátrico ha convertido los módulos de Enfermería de todas las prisiones en alas psiquiátricas, pero sin los medios o la preparación de la que aquellos centros gozan.
No podemos esperar a que las condiciones de estos módulos pasen de difíciles a insoportables. Solicitamos que se trate adecuadamente a estos internos en Centros Psiquiátricos adecuados, estando los actuales totalmente desbordados e insuficientes.
6. CUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS FIRMADOS.
Exigimos el cumplimiento íntegro de lo pactado entre sindicatos y la SGIP en 2004. El cumplimiento o incumplimiento de los mismos medirá el valor que tiene la palabra de esta Secretaría General.
7. NUESTRA MAS ENERGICA REPULSA A LA BRUTAL AGRESION A DOS FUNCIONARIOS Y UN MÉDICO DE NUESTRO CENTRO, EXIGIENDO QUE SE TOMEN LAS MEDIDAS OPORTUNAS PARA QUE NO VUELVA A OCURRIR UN HECHO SEMEJANTE, Y ASUMIENDO LAS RESPONSABILIDADES POR PARTE DE QUIEN CORRESPONDA.
Solicitamos una respuesta por parte de la Secretaría General a estas peticiones, y agradeceríamos que dicha respuesta fuese pública y por escrito.
No se puede ignorar la voluntad de todo un colectivo.
Los horarios que actualmente existen en prisiones están funcionando adecuadamente en nuestro trabajo diario. No vamos a aceptar ningún tipo de cambio de horario, ni siquiera estamos dispuestos a que se negocie en ninguna mesa, ni a cambio de ninguna cantidad ni de ningún otro supuesto beneficio: es decir, a cambio de nada.
Tampoco aceptamos la excusa de que el cambio de horario es beneficioso para el tratamiento. La implicación del funcionario de prisiones no está relacionada de ninguna forma con el horario, sino con las condiciones de trabajo soportadas.
Por el contrario, tanto el área de Área Mixta como el de Oficinas, y debido a las lejanías de los Centros Penitenciarios y las características de dichos puestos, debería empezar a estudiarse el beneficio que, tanto para los funcionarios como para la Administración supondría la posibilidad de acumular doblajes.
2. PRODUCTIVIDAD Y RETRIBUCIONES.
La bajada del 5% sufrida ya es más que inaceptable. No sólo queremos que la productividad en concreto y la nómina en general no se reduzcan, sino que se nos explique cuándo y como se va a recuperar lo perdido por una crisis de la que no somos responsables.
3. RESPETO POR NUESTRAS CONDICIONES DE TRABAJO. DIGNIFICACION DE FUNCIONARIO DE INTERIOR: CONSIDERACIÓN DE AUTORIDAD.
El sentimiento general de los trabajadores de prisiones es el de desprecio por parte de la Secretaría General, y de indefensión frente a las agresiones verbales y/o físicas de los internos.
Echamos de menos por parte del Gabinete de Prensa el esfuerzo por dignificar la figura del profesional de prisiones, esfuerzo que sí realiza para presentar la mejor imagen posible de los internos.
Por ello, consideramos prioritario que se inste a la Fiscalía, por medio del Gobierno, a que se considere de forma automática al funcionario de prisiones como Autoridad o agente de la misma en el ejercicio de sus funciones, lo cual llevaría aparejado el delito de atentado cuando se produjeran hechos lamentables como las agresiones que venimos sufriendo.
4. CLASIFICACION INTERIOR ADECUADA QUE EVITE AGRESIONES A FUNCIONARIOS.
Si al hacinamiento crónico que soportamos unimos la inadecuada clasificación de ciertos internos, con los que se realizan lo que podríamos denominar como “experimentos tratamentales”, llegamos al punto en que en los módulos desaparece el ambiente adecuado para el éxito del tratamiento, algo que tanto los profesionales de prisiones como los propios internos han llegado a apreciar. El empeño de esta Secretaría General por hacer desaparecer el Primer Grado de forma artificial y forzada, ha llevado a los patios una conflictividad y una violencia que creíamos superadas, confundiendo la excepcionalidad de este grado de clasificación con su supresión.
5. NO UTILIZACION DE LA ENFERMERIA COMO PSIQUIATRICOS PENITENCIARIOS.
En conexión con el tema anterior, la incapacidad de esta Secretaría General para afrontar la oleada de personas con enfermedades o trastornos de tipo psiquiátrico ha convertido los módulos de Enfermería de todas las prisiones en alas psiquiátricas, pero sin los medios o la preparación de la que aquellos centros gozan.
No podemos esperar a que las condiciones de estos módulos pasen de difíciles a insoportables. Solicitamos que se trate adecuadamente a estos internos en Centros Psiquiátricos adecuados, estando los actuales totalmente desbordados e insuficientes.
6. CUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS FIRMADOS.
Exigimos el cumplimiento íntegro de lo pactado entre sindicatos y la SGIP en 2004. El cumplimiento o incumplimiento de los mismos medirá el valor que tiene la palabra de esta Secretaría General.
7. NUESTRA MAS ENERGICA REPULSA A LA BRUTAL AGRESION A DOS FUNCIONARIOS Y UN MÉDICO DE NUESTRO CENTRO, EXIGIENDO QUE SE TOMEN LAS MEDIDAS OPORTUNAS PARA QUE NO VUELVA A OCURRIR UN HECHO SEMEJANTE, Y ASUMIENDO LAS RESPONSABILIDADES POR PARTE DE QUIEN CORRESPONDA.
Solicitamos una respuesta por parte de la Secretaría General a estas peticiones, y agradeceríamos que dicha respuesta fuese pública y por escrito.
No se puede ignorar la voluntad de todo un colectivo.
ESCRITO 2ºESTREMERA. COMUNICADO PARA ELEVAR A LA DIRECCIÓN.
Los trabajadores de Estremera, constituidos en Asamblea, hemos decidido elevar a la Dirección del Centro las siguientes peticiones:
1. No lápiz óptico.
El lápiz óptico no es sino un método de control hacia el funcionario. Despierta el rechazo más absoluto de todos los funcionarios, y las dos muertes recientes en Enfermería, descubiertas al relevo, solo vienen a confirmar su ineficacia e inutilidad.
Pedimos que no se instalen más lápices ópticos y la supresión de los ya existentes.
2. Rotaciones de todos los funcionarios y todos los puestos.
Todos los funcionarios hemos superado las mismas pruebas y cobramos lo mismo. No es aceptable que haya módulos o puestos en los que unos no puedan trabajar, o que se utilicen como método de “castigo” o “represalia” por parte de la Dirección, cuando además hay acuerdo entre compañeros de las propias guardias –sean de V1 o de V2- sobre los puestos a rotar.
3. No desempeñar jefatura de centro.
La SGIP ha considerado, con su decisión unilateral, que no son necesarios los antiguos Jefes de Centro por la noche, que los nuevos Coordinadores se bastan para realizar sus funciones en horario de mañana/tarde.
Por tanto, no es aceptable bajo ninguna circunstancia que sean los funcionarios de interior los que suplan a aquellos por la noche, requiriendo con ello más funcionarios de noche. Las medidas no estudiadas ni negociadas de la SGIP no las debemos sufrir ni solucionar nosotros.
4. Mejorar el horario de oficinas y AM con el doble doblaje.
Que la prisión de Estremera está muy lejos de cualquier sitio de procedencia de los trabajadores con horario de lunes a viernes –Oficinas, Área Mixta, Técnicos, Trabajadores Sociales, etc.- es más que evidente. Su situación ya es penosa para los residentes en Madrid, qué cabe decir para los que vienen de más lejos.
Debería ser el objetivo de cualquier persona que ejerza el mando el mejorar las condiciones de trabajo de sus subordinados, y no agravarlas, cuando el servicio queda garantizado.
Si a lo anterior añadimos que sí hay funcionarios disfrutando de dicha mejora, el agravio comparativo no hace sino aumentar el malestar y la apatía.
5. Cambiar la política de clasificación interior, principalmente en lo referente a los internos e internas conflictivos y/o peligrosos.
Es más que público y evidente que la clasificación interior en general, y en módulos como el 2, 6, 10 ó Poli-3 es, cuanto menos, desafortunada. Mientras que tradicionalmente los que lo merecían estaban en 1º Grado, y los conflictivos estaban en módulos de especial control y poco masificados, en Estremera se ha optado por la política de la “apuesta”, en la que determinadas personas apuestan la integridad física del funcionario a que ciertos internos no van a agredir, secuestrar o algo peor.
En base a esto, y como consideramos que solicitar la dimisión del Director y/o de la Subdirectora de Tratamiento resultaría vacío y estéril, pedimos un enfoque de la política de clasificación interior en la que se tenga en cuenta la seguridad del trabajador penitenciario, y no únicamente los supuestos éxitos del tratamiento.
Ante la negativa o indiferencia de la Dirección hacia estas justas peticiones, nos veremos obligados a tomar medidas por parte de todos los trabajadores de este Centro.
Solicitamos una respuesta por parte de la Dirección a estas peticiones, y agradeceríamos que dicha respuesta fuese pública y por escrito.
No se puede ignorar la voluntad de todo un colectivo.
El lápiz óptico no es sino un método de control hacia el funcionario. Despierta el rechazo más absoluto de todos los funcionarios, y las dos muertes recientes en Enfermería, descubiertas al relevo, solo vienen a confirmar su ineficacia e inutilidad.
Pedimos que no se instalen más lápices ópticos y la supresión de los ya existentes.
2. Rotaciones de todos los funcionarios y todos los puestos.
Todos los funcionarios hemos superado las mismas pruebas y cobramos lo mismo. No es aceptable que haya módulos o puestos en los que unos no puedan trabajar, o que se utilicen como método de “castigo” o “represalia” por parte de la Dirección, cuando además hay acuerdo entre compañeros de las propias guardias –sean de V1 o de V2- sobre los puestos a rotar.
3. No desempeñar jefatura de centro.
La SGIP ha considerado, con su decisión unilateral, que no son necesarios los antiguos Jefes de Centro por la noche, que los nuevos Coordinadores se bastan para realizar sus funciones en horario de mañana/tarde.
Por tanto, no es aceptable bajo ninguna circunstancia que sean los funcionarios de interior los que suplan a aquellos por la noche, requiriendo con ello más funcionarios de noche. Las medidas no estudiadas ni negociadas de la SGIP no las debemos sufrir ni solucionar nosotros.
4. Mejorar el horario de oficinas y AM con el doble doblaje.
Que la prisión de Estremera está muy lejos de cualquier sitio de procedencia de los trabajadores con horario de lunes a viernes –Oficinas, Área Mixta, Técnicos, Trabajadores Sociales, etc.- es más que evidente. Su situación ya es penosa para los residentes en Madrid, qué cabe decir para los que vienen de más lejos.
Debería ser el objetivo de cualquier persona que ejerza el mando el mejorar las condiciones de trabajo de sus subordinados, y no agravarlas, cuando el servicio queda garantizado.
Si a lo anterior añadimos que sí hay funcionarios disfrutando de dicha mejora, el agravio comparativo no hace sino aumentar el malestar y la apatía.
5. Cambiar la política de clasificación interior, principalmente en lo referente a los internos e internas conflictivos y/o peligrosos.
Es más que público y evidente que la clasificación interior en general, y en módulos como el 2, 6, 10 ó Poli-3 es, cuanto menos, desafortunada. Mientras que tradicionalmente los que lo merecían estaban en 1º Grado, y los conflictivos estaban en módulos de especial control y poco masificados, en Estremera se ha optado por la política de la “apuesta”, en la que determinadas personas apuestan la integridad física del funcionario a que ciertos internos no van a agredir, secuestrar o algo peor.
En base a esto, y como consideramos que solicitar la dimisión del Director y/o de la Subdirectora de Tratamiento resultaría vacío y estéril, pedimos un enfoque de la política de clasificación interior en la que se tenga en cuenta la seguridad del trabajador penitenciario, y no únicamente los supuestos éxitos del tratamiento.
Ante la negativa o indiferencia de la Dirección hacia estas justas peticiones, nos veremos obligados a tomar medidas por parte de todos los trabajadores de este Centro.
Solicitamos una respuesta por parte de la Dirección a estas peticiones, y agradeceríamos que dicha respuesta fuese pública y por escrito.
No se puede ignorar la voluntad de todo un colectivo.
__________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario