miércoles, 27 de octubre de 2010

El Gobierno ya habla sin tapujos de un inminente final de ETA

El Gobierno baja el listón a Batasuna ¡¡¡¡¡traidores!!!!!

Zapatero embustero

Tras las declaraciones de Zapatero de que los gestos de Batasuna «no caerán en balde», su dirigente histórico Tasio Erkizia aseguró ayer que está «segurísimo» de que la izquierda abertzale estará presente en las próximas elecciones municipales. Erkizia subrayó que «el PSOE conoce de primera mano» todos sus movimientos. Las palabras de este líder de Batasuna coinciden con la información que hoy publica EL MUNDO, que revela que esta formación ha planificado dos actos políticos que se celebrarían el 27 de noviembre y el 10 de diciembre para dar a conocer su nueva marca y su estrategia política. La izquierda abertzale da también por descontado que habrá un nuevo comunicado de ETA antes de esas fechas.
Casi al mismo tiempo que se producían las declaraciones de Erkizia, José Blanco afirmaba que si Batasuna quiere ser legalizada lo tiene «muy fácil», ya que «sería suficiente con cumplir la ley y condenar la violencia».Resulta evidente que el PSOE está bajando en las últimas semanas el listón para proceder a esa legalización de la izquierda abertzale, lo que ya ha provocado dos consecuencias indeseables. La primera es que lo que era una cuestión de Estado, pactada entre PSOE y PP, se está convirtiendo en una baza electoral. La segunda es que, cuando se rebajan las exigencias y el vendedor sale a la calle a colocar su mercancía, se fortalece a quien tiene que comprar el producto, que en este caso es el entorno político de ETA.

Zapatero embustero

Blanco está profundamente equivocado cuando afirma que bastaría una condena de la violencia o del terrorismo por parte de Batasuna. No, no bastaría porque la izquierda abertzale lleva muchos años sirviendo a ETA y su credibilidad es nula.Tampoco bastaría un nuevo comunicado de la banda en el que dijera que renuncia a la violencia de forma definitiva o inexorable. ETA ya hizo lo mismo en septiembre de 1998 cuando habló de «tregua indefinida» tras declarar sus dirigentes que su generación no volvería a coger las armas. Lo único que aportaría un cambio real a la actual situación es el anuncio de disolución de ETA de forma irreversible, acompañado de mecanismos de verificación de que su voluntad es real.

Por tanto, lo que el Estado de Derecho debe hacer es mantener el listón muy alto y no dejarse engañar nuevamente por las falsas promesas de la banda y de su entorno político. En realidad, lo que el Gobierno y la Fiscalía tienen que hacer es aplicar la ley, que tiene numerosos resortes para evitar que Batasuna vuelva a colarse en las instituciones. Para eso están la Ley de Partidos, el Código Penal y la Ley Electoral.

Parece claro que Batasuna va a optar por crear una nueva marca con unos nuevos estatutos. Pero sea esta fórmula u otra, la legislación vigente permite la no inscripción de una formación que no cumpla los requisitos de la Ley de Partidos o su ilegalización a posteriori si incurre en los supuestos que establece el artículo 9. El único agujero que deja la actual normativa es el caso de camuflaje de miembros de Batasuna en listas de otros partidos como EA o Aralar. Pero ese vacío está a punto ser ser cubierto por el cambio que se está tramitando en la Ley Electoral, que permitirá inhabilitar a los cargos electos que no condenen la violencia.

La legalización de la izquierda abertzale es una decisión que depende del Gobierno, que tiene un amplio margen de maniobra que va desde inhibirse a instar al Supremo a no permitir que Batasuna vuelva a presentarse. Es, por ello, una decisión política de gran calado. Sería un error que, ahora que ETA está casi derrotada policial y políticamente, el Gobierno diera facilidades a Batasuna. El listón debe continuar alto para evitar un engaño que supondría un retroceso en todo lo conseguido en la lucha antiterrorista desde hace mucho tiempo.

Blanco califica de «fácil» el camino de Batasuna para volver a las instituciones

Zapatero embustero

Hasta ahora, cuando se hablaba de un final de ETA se hacía con extremada prudencia. Pero parece que desde que el presidente del Gobierno lanzara mensajes a la izquierda abertzale el mismo día de la mayor remodelación de su Ejecutivo, la euforia entre su equipo se ha disparado y ha dejado sepultada la prudencia. Ahora ya se habla sin tapujos de un próximo final del terrorismo. Además, se ha lanzado al primer plano político una posible legalización de Batasuna, un debate sobre su blanqueo electoral.

Eran muchos los que advertían de que con los cambios en el Ejecutivo, Zapatero buscaba solapar las cuestiones económicas y poner en el primer plano la lucha antiterrorista. Y en eso parece que están. Fue Zapatero quien abrió el melón al lanzar mensajes a la izquierda abertzale. Y tras él han llegado dos de sus ministros, el de Fomento, José Blanco, y el de Presidencia, Ramón Jáuregui. El primero rozó la euforia el pasado lunes hablando del inminente final de ETA. Y ayer se sumergió en los mensajes positivos a la izquierda abertzale. Aseguró que si condena el terrorismo y cumple la Ley de Partidos, lo tiene «muy fácil» para estar en los ayuntamientos y participar en el proceso democrático. «Simplemente con cumplir la ley y condenar la violencia sería suficiente».

Blanco reconoció que «saludaría» a la izquierda abertzale si, «de una vez por todas», se aleja del mundo del terrorismo, y recordó que es una decisión que «sólo» está «en su mano».

Su compañero de Gabinete Ramón Jáuregui también se mostró ayer cuando menos optimista. Dijo que la expectativa de un final de la violencia es «bastante razonable» y consideró que es una consecuencia del buen trabajo que, a su juicio, se llevó a cabo en el proceso de paz de 2006. No obstante, quiso dejar claro que se necesita un hecho «determinante» y «comprobable» para que Batasuna vaya a las elecciones y no basta con que diga que rompe con ETA. «Lo pudimos hacer mejor o peor», exclamó, pero «quien acabó perjudicada por la ruptura brusca del proceso y por haber perdido esa oportunidad fueron ETA y su mundo».

En la misma línea se pronunció el diputado socialista José María Benegas, quien destacó que, en el caso de que ETA no abandone las armas, «puede valer» que Batasuna deje muy claro que rechaza y condena a los etarras. «Lo importante es que ETA deje las armas [...], eso es lo importante para mí; pero si no dejara las armas y Batasuna hiciera una clara declaración avalada por la práctica y la voluntad política de condenar a ETA y de rechazar a ETA, puede valer».

Las palabras de los socialistas tuvieron cumplida respuesta desde las víctimas. Advirtieron ayer de que no aceptarán que Batasuna entre en las instituciones bajo ninguna condición, ya que la experiencia demuestra que «ha engañado siempre» al Estado de Derecho para concurrir a las convocatorias electorales. Las principales asociaciones de víctimas del terrorismo se han unido para avisar de que no aceptarán ninguna concesión a la izquierda abertzale. Expresaron su «preocupación» por las declaraciones de Zapatero, que dejan entrever un intento de «blanquear» Batasuna.

epsimo y El MUNDO__________________________

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