martes, 12 de octubre de 2010

Confesiones de un alcalde de Ciudad Juárez: 'No hay colaboración entre gobiernos'

José Reyes se despide de la urbe más violenta dando un puñetazo en la mesa
'No existe colaboración entre el municipio y el estado de Chihuahua'
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Doce alcaldes asesinados en lo que va de año, seis de ellos, en los dos últimos meses. Ese es el ritmo de ejecuciones entre los ediles mexicanos, convertidos en el eslabón más débil de una cadena que los tiene contra las cuerdas, atrapados entre el 'narco', la guerra que mantienen con el Ejército y una policía corrupta a su servicio.

Y en medio de este panorama surgen pequeños héroes o villanos, según se vea, como José Reyes, ex alcalde de Ciudad Juárez, la más violenta del país y una de las más sangrientas del continente, y cuya despedida este lunes da demasiadas pistas sobre el descontrol en que se encuentra la lucha contra el crimen diseñada a muchos kilómetros de ahí.

ELMUNDO.es lo entrevistó en varias ocasiones pero fue en su último día cuando José Reyes se despidió dando un puñetazo en la mesa y haciendo una radiografía que pone los pelos de punta.

"No existe colaboración entre los dos niveles de gobierno (municipio y Estado de Chihuahua). En los tres años de gobierno detuvimos a cerca de 10.000 delincuentes por delitos que van desde robo hasta exterios, secuestro, narcomenudeo y asesinato; sin embargo, terminaron en la cárcel menos de 500 de ellos porque no se les procesaba".

"La Procuradoría no le daba seguimiento a sus casos y no nos permitía a nosotros hacerlo. Esto contribuyó fuertemente al grado de violencia que alcanzamos. Una ciudad no puede funcionar si no dejamos en la cárcel a los delincuentes, porque al dejarlos sin castigo salen y comenten los mismos delitos", explica en una entrevista al semanario 'Proceso'.

Y pone un ejemplo: "Tuve el caso de un policía de reciente ingreso a la corporación. Un joven valiente, activo. Va con dos policías más antiguos, cuando detiene un carro sospechoso. Sus compañeros le advierten de que en el vehículo hay gente armada, muy peligrosa, que debe tener cuidado. El policía insiste en detenerlos. Con su R-15 baja de la patrulla y encabeza la detención. Uno de los delincuentes lo amenaza: 'En 48 horas voy a estar fuera y te voy a matar'. Efectivamente, en 48 horas la Procuraduría lo soltó y a los 15 días mató al oficial" explica.

En la actualidad, Ciudad Juárez es escenario bélico de la guerra que mantienen a tiro limpio los cárteles de Juárez Y Sinaloa. Una guerra, según explica "en la que ninguno va ganando". "En otros municipios, el cártel de Sinaloa logró desplazar al de Juárez, pero aquí la lucha es peor", se lamenta. Y no hay más que echar un vistazo a las cifras para saber por qué aquí es peor: La estela que deja tras de sí este alcalde no puede ser más macabra: Después de tres años al frente del ayuntamiento hay cerca de 7.000 muertos, entre ellos 190 policías, 10.000 huérfanos, 250.000 juarenses emigraron por la violencia, cerraron 10.000 negocios, se perdieron 130.000 empleos, 25.000 viviendas abandonadas y 80.000 adictos.... Y él reconoce que se siente "muerto".

Cuando José Reyes asumió la alcaldía (octubre de 2007), su familia se fue a vivir a El Paso (Texas) y sólo venía a acompañarlo en ocasiones "especiales", pero a partir de que comenzó la limpieza de la policía, ni los hijos ni la esposa volvieron a Ciudad Juárez.

Era un alcalde que cada noche cruzaba la frontera en dirección a la vecina ciudad de EEUU, paradójicamente una de las más seguras de Estados Unidos. Aún así, en febrero de 2009 apareció una cartulina con el siguiente mensaje: "Si sigues solapando más culeros y ayudando a la gente que tú ya sabes, a ti no te vamos a pedir la renuncia, te vamos a cortar la cabeza junto con tu familia, aunque estén en El Paso".

Uno de los momentos más difíciles

Según explica, uno de los momentos más duros de su gestión fue cuando todos los policías a su cargo quisieron dejar el cargo. O antes, con la renuncia de Roberto Orduña, su hombre fuerte en el tema de la seguridad en Ciudad Juárez. Un día apareció una cartulina con el siguiente mensaje: "Roberto Orduña Cruz, si no renuncia a su cargo vamos a matar a un agente cada 48 horas". Reyes Ferriz dijo: "No cederé a la presión de los cárteles". Pero al día siguiente ya tenía dos cadáveres de policías sobre su mesa. Un día después cedió y aceptó la renuncia de Orduña.

Tras este balance, muy crítico con el gobernador del Estado José Reyes Baeza, han llovido las críticas sobre Reyes Ferriz acusándolo de cobarde, oportunista, hipócrita o de no asumir sus responsabilidades. Pero quizá el dardo más dañino y revelador llegó de Héctor González Mocken, vicepresidente del Colegios de Abogados de México, quien señaló que mientras la ciudad fronteriza se desangra, el gobierno de Felipe Calderón habla de "escrupulosa coordinación" entre poderes en su lucha contra el crimen organizado.

El nuevo alcalde de Ciudad Juárez, Héctor Murguía, ha pedido a la población despojarse del miedo y la apatía para recuperar los espacios públicos. Lo ha hecho durante la ceremonia de la asunción del cargo para los siguientes tres años. El pasado 4 de julio, los ciudadanos de Ciudad Juárez le otorgaron el triunfo a Héctor Murguía, quien se convirtió en la primera persona en la historia de esta urbe en haber sido electo presidente municipal en dos ocasiones.

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Asesinados ocho policías mexicanos en el estado de Sinaloa
Ocho policías mexicanos fueron asesinados hoy a balazos por desconocidos en un control de carretera cerca de la ciudad de Guamúchil (Sinaloa), en el noroeste de México.
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