epsimo y el MUNDOEntrando en el análisis de los números, el gasto no financiero del Estado sin transferencias territoriales baja un 7,9% para situarse en 122.000 millones, un esfuerzo de austeridad notable si se cumple esta previsión. Con ello, el Gobierno espera alcanzar un déficit del 6% para el conjunto de las Administraciones Públicas, tal y como se había comprometido en el Plan de Estabilidad presentado en Bruselas. Aún así, la deuda de las Administraciones Públicas crecerá en casi seis puntos (hasta el 68,7% del PIB)para financiar ese déficit que se va a producir el año que viene.
Con todos estos elementos, el proyecto presupuestario prevé pasar de un crecimiento negativo del 0,3% este año a otro positivo del 1,3% sobre el PIB en 2011, lo cual supone un ejercicio de voluntarismo. Teniendo en cuenta la congelación de las retribuciones a funcionarios y jubilados -aunque por lo menos el Gobierno ha tenido el gesto de subir el 1% de las pensiones más bajas-, la caída de la inversión en infraestructuras, los recortes de gasto y la eliminación de la desgravación para compra de viviendas y de otras ayudas será muy difícil que la economía crezca el año que viene. Y si lo hace, será muy probablemente por debajo de la previsión del Gobierno.
Para colmo de males, el proyecto del Ejecutivo incluye un alza del IRPF, cuyo tipo máximo subirá un punto a partir de los 120.000 euros y dos puntos a partir de los 175.000 euros, lo que se traducirá en un incremento de ingresos de solamente 170 millones de euros, una cifra muy pequeña que no compensa el efecto psicológico negativo de la medida.
Zapatero estaba acostumbrado desde que llegó al poder hace seis años a ofrecer guiños a los contribuyentes como el cheque-bebé, la ampliación de los permisos por natalidad o ayudas para los jóvenes. Ahora sólo ofrece unos sacrificios que contradicen su trayectoria y su promesa de que jamás llevaría a efecto recortes sociales.
El presidente va a tener que gobernar en 2011 con los Presupuestos más duros de la democracia y con una crisis que entra ya en su tercer año y que ha tenido consecuencias devastadoras para millones de familias. Baste el dato de que en estos momentos hay 2,9 millones de ciudadanos cobrando prestaciones de desempleo, amén de otro millón y medio de parados sin ningún ingreso declarado.
Si Zapatero hubiera sido capaz de reconocer la magnitud de la crisis tras ganar las elecciones de 2008 y de haber actuado en consecuencia, no habríamos llegado a esta situación tan dramática. Ahora se ve obligado a tomar unas medidas de ajuste por las que sin duda, tendrá que pagar un alto precio político y que harán casi imposible que pueda ganar las próximas elecciones si es que se presenta.
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Daniel Benjamín.....¿Le ha leído la cartilla a Zp?
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