Cinco años "en el infierno"Ramiro Santisteban recuerda en un libro su paso por el campo nazi de Mauthausen
Ramiro Santisteban pasó cinco largos años en el campo de concentración nazi de Mauthausen (Austria), pero puede considerarse afortunado. Santisteban (Laredo, Cantabria, 1921) pertenece al grupo de españoles que tuvo la desgracia de entrar al campo como prisionero tras alistarse en el Ejército francés pero la suerte de salir de él con vida. 10.000 entraron, sólo 1.200 salieron. Ahora, de la mano de la periodista Paloma Sanz, recupera su historia en un libro(Amanece en París, Temas de Hoy) "para que no se olvide lo que pasó" y no se repita.
Lo que pasó en Mauthausen, un campo calificado como de categoría III (exterminio total), se conoce. Vejaciones, torturas, trabajos forzados, asesinatos sumarios y muertes -se calculan en 119.000- en los crematorios. Pero Santisteban, que durante la entrevista hace gala de un gran sentido del humor que le ayudó a sobrevivir al campo, se empeñó en no darle la razón a un oficial de las SS, que cada día les gritaba: "Habéis entrado por la puerta, saldréis por la chimenea". Lo consiguió junto a su hermano y a su padre, aunque ellos tendrían menos suerte y murieron al poco de salir.
La chimenea, "siempre humeante", es uno de tantos recuerdos que guarda Santisteban grabados a fuego más de 60 años después. El humo, pero también los 25 judíos ahogados por un guardia en un charco uno detrás de otro, los macabros juegos de los centinelas, que obligaban a los presos a saltar al vacío o los castigos con un látigo fabricado con tubos son algunos ejemplos.
Pero entre tanta miseria los españoles dieron "ejemplo en un sitio en el que sólo existía muerte", cuenta Santisteban, con la voz, firme y serena, quebrada por momentos con el recuerdo. Con la experiencia de la Guerra Civil en la memoria y la huida traumática de España, los españoles se ayudaron mutuamente para salir adelante.
Ahora este "apátrida", que consiguió rehacer su vida en París y "gracias al amor" de su esposa Niní, recupera estas memorias tras años de silencio. "Al principio nos negábamos a hablar de ello porque nos habrían tomado por locos. Lo que allí pasaba era inimaginable", relata ahora. Pero los años pasan, y muchos de los que vivieron aquella época temen que caiga en el olvido junto a ellos, a los que ningún Gobierno español ha reconocido nunca. "Nos llaman los olvidados", recuerda con amargura.
"Los españoles fuimos los primeros en entrar en Mauthausen y los últimos en salir", dice. El Gobierno de Franco no les reclamó ("no hay españoles al norte de los Pirineos", afirmó Serrano Suñer, ministro de Exteriores) y allí se quedaron hasta que Francia se hizo cargo de los que lucharon en su Ejército. "Tenemos una pensión, no pagamos el médico", agradece Santisteban, que cree que el Ejecutivo español les debe un reconocimiento. Pero siguen esperando.
EL APUNTE
De Laredo a Austria pasando por Francia
La familia Santisteban dejó Laredo cuando Ramiro tenía 16 años, en 1937. Las tropas sublevadas franquistas llegaban. Estuvieron en Cataluña hasta 1939, cuando emigraron a Francia. Ramiro acabó alistándose en el Ejército, en el que fue hecho prisionero pocos meses después (en 1940) y trasladado a Mauthausen, donde estuvo hasta que en mayo de 1945 los estadounidenses liberaron el campo.
LAS FRASES
«Los españoles entramos los primeros en Mauthausen y salimos los últimos»
«'Habéis entrado por la puerta, saldréis por la chimenea', les gritaba un guardia»
«Al principio no hablábamos de lo que pasó allí, nos habrían tomado por locos, era inimaginable»
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