jueves, 12 de agosto de 2010

El Gobierno da bandazos en el peor momento. PARECE UN POLLO SIN CABEZA

epsimo
A PUNTO de cumplirse dos años del colapso financiero en EEUU, la Reserva Federal norteamericana acaba de anunciar que prolongará las medidas de estímulo a la economía al constatar que el crecimiento es más lento de lo que había vaticinado. Por ello, mantendrá los tipos de interés en niveles históricamente bajos (entre el 0% y el 0,25%) y continuará comprando deuda pública para seguir inyectando dinero en el sistema financiero.

El hecho de que la primera economía del mundo deba seguir siendo asistida artificialmente revela la debilidad de la recuperación y supone un toque de atención para el resto. La reacción de las Bolsas mundiales no se hizo esperar, y ayer sufrieron una de sus peores jornadas del año. En el caso del Ibex la caída fue del 3,2%.

Zapatero embusteroLas noticias en Europa tampoco son alentadoras. El gobernador del Banco de Inglaterra rebajó ayer su previsión de crecimiento para la economía británica en este año y fue contundente en uno de sus pronósticos: «Pasarán muchos años antes de que las cuentas de resultados de las empresas vuelvan a la normalidad». Alertó, además, de que el crédito sigue sin fluir.

En España se desvanece también el optimismo generado por los últimos datos económicos. Pese a la recuperación del empleo en julio por cuarto mes consecutivo y pese al ligero repunte del PIB en el segundo trimestre del año (0,2%), el lunes ya advertía el BBVA de que es probable una «recaída transitoria» del crecimiento. Un día después, Zapatero, poco amigo de dar malas noticias, asumía que el tercer trimestre no será «tan bueno» como el pasado.

En ese ambiente, lo peor que podría hacer el Gobierno es volver a dar bandazos y trasladar mensajes contradictorios. Y eso es lo que precisamente ha vuelto a hacer. La vicepresidenta Elena Salgado se vio obligada ayer a tranquilizar a los mercados financieros. Éstos han recogido el inesperado anuncio de Zapatero de reconsiderar el recorte previsto en infraestructuras disparando la prima de riesgo de la deuda española, poniendo de nuevo el dedo en la llaga de la credibilidad del presidente.

Salgado dijo ayer que el objetivo de ajuste del déficit sigue siendo «la prioridad número uno» del Gobierno y matizó que Fomento podría aprovechar un «pequeño margen» del Presupuesto para recuperar sólo «alguna de las obras» que había previsto aplazar. Sorprendentemente, sólo unas horas después, el ministro de Fomento hablaba de retomar «infraestructuras importantes y singulares». Está claro que hay un problema de comunicación dentro del Gobierno... a menos que lo que esté aflorando sea un pulso entre la vicepresidenta y el ministro. Blanco dijo que seguirán adelante las autovías del Cantábrico, la de Despeñaperros y la A-2 en Cataluña.

Cabe recordar que aún no han transcurrido ni tres meses desde la teatral comparecencia de Blanco en el Congreso en la que comunicó que el Gobierno acometería recortes drásticos en infraestructuras. «Nada volverá a ser como antes», llegó a decir entonces. En la decisión de replantearse esa política de austeridad puede haber pesado tanto el tratar de evitar una nueva caída del empleo como las presiones de las grandes constructoras, como ayer denunció el PP.

En cualquier caso, y al margen de lo que ocurra con las obras de Fomento, lo que avanzan los principales indicadores es que la senda tortuosa de la recuperación será más prolongada de lo previsto. Ello obligará a más reformas, más ajustes y mayor reducción del gasto, como ha avisado esta semana el Banco de España. El problema en todo el mundo es que, pese a los tímidos avances, sigue faltando crédito, sigue sin crearse empleo y la demanda continúa sin reactivarse.

EL MUNDO:________________

Más de un millón y medio de parados no tiene ninguna prestación

Las ETT advierten del "peligro" de exclusión social de este colectivo.

__________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario