El día 28 de abril celebramos el Día Internacional de la
Salud y la Seguridad en el Trabajo. Éste es un día en el que recordamos a
todos los que han sufrido accidentes o han enfermado en el desarrollo de su
trabajo. Para disminuir la siniestralidad laboral es necesaria la
implicación de todos los agentes que intervienen en la Prevención de
Riesgos Laborales.
CSI-F reitera su compromiso con la defensa de
la Prevención de Riesgos Laborales. Como sindicato más
representativo en el ámbito de las Administraciones Públicas debemos denunciar
los recortes que ha llevado a cabo el Gobierno contra los empleados
públicos que inciden de manera muy negativa en la seguridad y salud de
los trabajadores.
La congelación de oferta de empleo púbico o la mínima
reposición en algunos sectores junto con la importante destrucción de empleo
público han contribuido a una importante sobrecarga laboral que afecta de
manera negativa no sólo a los servicios que reciben los ciudadanos sino también
a la salud de los empleados públicos, que seguimos prestando en
situaciones adversas un servicio profesional y de gran calidad.
Hemos sufrido la pérdida de derechos, a nuestro entender
irrenunciables, tras la entrada en vigor del R.D. Ley 20/2012 de medidas para
garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad que
nos supone una pérdida salarial importante en caso de incapacidad temporal.
Esto ha obligado a muchos empleados públicos acuciados por la continua pérdida
de poder adquisitivo tras años de disminución y congelaciones salariales a
acudir enfermos a su puesto de trabajo. Si bien la norma recoge la retribución
del 100% en caso de accidente laboral o enfermedad profesional, no debemos
olvidar que muchas enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con
el trabajo quedan todavía ocultas como enfermedades comunes.
Las enfermedades profesionales siguen siendo las
principales causas de las muertes relacionadas con el trabajo. Es
imprescindible impulsar la mejora de la información y formación de los
trabajadores en materia de prevención de riesgos laborales junto con una mayor
implicación de los Sistemas de Salud, que fomenten la formación de sus
profesionales en patologías laborales.
En estos tiempos de profundos recortes no debemos olvidar
el alto coste económico, social y familiar que suponen los accidentes laborales
y las enfermedades profesionales. Los poderes públicos no deben caer en
la tentación de ahorrar en la Prevención de Riesgos Laborales pues ésta ha
demostrado ser una herramienta eficaz que supone no sólo un importante ahorro
económico sino también un ahorro en el sufrimiento de los trabajadores que los
sufren y sus familias. Exigimos una rigurosa y efectiva vigilancia de la salud,
que no pueda ser usada para penalizar a los trabajadores sino para fomentar la
salud laboral. No debemos tampoco olvidar la importancia de las
enfermedades derivadas de riesgos psicosociales.
En CSI-F defendemos la integración de manera efectiva de
la prevención en todos los ámbitos tanto públicos como privados y a todos los
niveles. Desde nuestro espíritu negociador instamos al gobierno a negociar una
necesaria reforma para la modernización de las Administraciones Públicas
que mediante el diálogo aborde cuestiones tan importantes como la organización
y las condiciones laborales de los empleados públicos para que éstas incidan de
manera positiva en la salud laboral de todos los trabajadores. Porque
REFORMAR no es sinónimo de RECORTAR.
¡SEGUIMOS DEFENDIENDO LO
PÚBLICO!
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