La cantidad defraudada supera ya los 500.000 euros
- Prisiones suspende de empleo y sueldo a dos funcionarios con cargos de nivel
- La investigación ha detectado 'una alteración maliciosa de la contabilidad'
- Podrían haber cometido los delitos de falsedad, malversación, cohecho...
La investigación abierta por el Ministerio del interior sobre las
actuaciones irregulares en la cárcel de Huelva está ya dando sus
primeros resultados. El pufo detectado sigue aumentando.
Ya supera los 500.000 euros, y sigue creciendo. Y desde Prisiones han
suspendido ya de empleo y sueldo a dos funcionarios por su presunta
implicación en este desfalco, a dos cargos de nivel
entre el funcionariado penitenciario. Se trata del que fuera
administrador de esta prisión y de uno de los responsables de la oficina
de administración del centro.
Ambos han sido interrogados por los funcionarios que están llevando a
cabo las pesquisas. Y han reconocido algunas de las irregularidades
detectadas. Desde Interior se teme que la cifra oscura siga aumentando.
Apuntan a posibles responsabilidades penales por parte de los anteriores
gestores de este centro penitenciario. Según fuentes cercanas a estas
pesquisas, se ha detectado, entre otras irregularidades, "una alteración maliciosa de la contabilidad".
Se habla de falsedad en documento público, malversación, apropiación
indebida, cohecho... Todo apunta a que las pesquisas internas acabarán
en manos de la autoridad judicial. Estas fuentes entienden que es muy
probable que aparezcan otros implicados.
Según informaron fuentes penitenciarias, anteriores responsables del
centro, durante la etapa de Rubalcaba en el Ministerio del Interior y de
Mercedes Gallizo al frente de Prisiones, han estado esquilmando las
cuentas del centro a través de una doble contabilidad.
Esa doble contabilidad fue detectada después de que el anterior administrador de la etapa del PSOE fuera relevado en el cargo
por falta de confianza del nuevo equipo. El nuevo administrador, poco
después de tomar el mando en las cuentas del centro penitenciario,
comenzó a observar irregularidades en la contabilidad de un centro tipo
en el que han llegado a estar conviviendo más de 1.600 internos. Y
alertó a los responsables de Prisiones de que había "saldos opacos".
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