En relación a la Encuesta de Estructura Salarial 2010 publicada hoy 25 de octubre de 2012 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según la cual “El salario anual en el sector público fue un 30,8 por ciento más que el salario medio”, CSI-F quiere realizar las siguientes puntualizaciones:
è El grueso de los trabajadores de empresas públicas tiene un
salario inferior a la media del resto de las empresas del sector
privado.
è El resultado de la encuesta del INE está distorsionada por los sueldos de los directivos de las empresas del sector público,
en muchos casos superior a la de los cargos públicos, como es el caso
del propio Presidente del Gobierno, y por tanto no puede tomarse como
referencia del conjunto de empleados públicos.
è La inmensa mayoría de los trabajadores de la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social son Administrativos y Auxiliares Administrativos y por tanto, sin titulación superior, y su salario se encuentra igualmente por debajo de la media del sector privado.
è La encuesta establece una media sobre realidades muy dispares,
categorías, cuerpos, escalas, destinos y tipos de empleados públicos
que impide realizar una comparación objetiva y mucho menos una
afirmación general sobre la media de los salarios en el sector público.
è Lejos de cobrar un sueldo un 30 por ciento superior al salario medio, los
empleados públicos han experimentado una pérdida del poder adquisitivo,
esta sí, del 30 por ciento durante los últimos tres años, como
consecuencia de los sucesivos recortes,
incluido una rebaja salarial del 5 por ciento, tres congelaciones
consecutivas y la detracción de la Paga de Navidad de este año.
è Por tanto, CSI-F considera que los datos de la encuesta del CIS ofrecen una imagen distorsionada de la realidad
de los 2,6 millones de empleados públicos de este país y sus familias y
si no fuera por el rigor y la profesionalidad que siempre ha
caracterizado al INE, se podría decir que es malintencionada.
è Desde CSI-F venimos denunciando la campaña de desprestigio emprendida contra el colectivo de empleados públicos,
a los que se nos ha llegado a situar como una de las causas de la
crisis, cuestionando nuestra función, las plantillas y nuestra
profesionalidad.
è El problema de las AA.PP. no es el tamaño del gasto público sino
su eficiencia. Se ha generado un gasto ineficaz, ineficiente e
innecesario. La crisis se ha visto agravada por la politización de las administraciones y la gestión irresponsable de políticos
que han creado una administración paralela con entes, fundaciones y
empresas públicas, algunas de ellas no necesarias, para ocultar el
déficit y escapar al control administrativo.
De la misma manera, se han multiplicado los asesores, los puestos de libre designación y los gastos superfluos asociados a estos puestos,
lo ha que servido para confundir de manera interesada a la sociedad,
desprestigiando la imagen y la profesionalidad de los empleados
públicos. Estos puestos son los que elevan la estructura salarial que
señala el INE
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