Un preso de la cárcel madrileña de Valdemoro ha atacado este domingo a
un funcionario del centro con una cuchilla que llevaba escondida en su
boca provocándole un corte cerca de la yugular que precisó ocho puntos
de sutura, según denuncia el sindicato de prisiones .
Ahora este funcionario agredido deberá someterse a un procedimiento de
"accidente biológico" por si la cuchilla usada por el preso pudiera
estar infectada con el virus VIH.
El incidente tuvo lugar durante la tarde de este domingo en la
enfermería del centro penitenciario cuando el preso, P.P.V. que
regresaba de un permiso penitenciario de fin de semana, se abalanzó
sobre el funcionario haciéndole un corte en el cuello. Según fuentes sindicales,
estaba en "pésimas condiciones", dando apariencia de haber consumido
drogas y alcohol.
Por ello, como es habitual ante este tipo de situaciones, se requirió al
interno para someterle a una analítica de orina, con la intención de
conocer sí durante el permiso había consumido algún tipo de droga. En el
proceso se le pidió repetir la analítica de orina debido a las
sospechas de que hubiese cometido algún fraude.
Fue esta petición la que hizo que el preso se pusiese "muy nervioso" y
cuando el funcionario le pidió que pasara a la sala donde se realizan
las analíticas, "sin mediar palabra se abalanzó sobre él y le corto el
cuello con una cuchilla que llevaba oculta en su boca".
Los servicios médicos del centro actuaron rápidamente para tapar la
herida y comprobar la profundidad del corte, que quedo a escasos
milímetros de la yugular, según indica este sindicato de prisiones, que
precisa que en la enfermería del centro penitenciario consiguieron parar
la hemorragia, suministrar antibióticos, y curar la herida, siendo
necesarios ocho puntos de sutura.
Las mismas fuentes sindicales alertan del "calvario que tiene que sufrir a partir de ahora el
funcionario de prisiones" ya que tendrá que someterse a un procedimiento
de 'accidente biológico', una presión añadida a la agresión sufrida,
"por si la cuchilla con la que le han cortado en el cuello pudiera estar
infectada con el virus VIH, o cualquier otro".
"Serán cinco años de pruebas y miedo a desarrollar la enfermedad en
cualquier momento" ya que "existen razones fundadas para creer que el
interno padece todas las enfermedades típicas de los presos drogadictos,
VIH, hepatitis, tuberculosis, etc., desconociendo el uso que le había
dado a la cuchilla".
El preso cumplía condena como uno de los internos del Módulo de Respeto
de la cárcel y gozaba de la confianza de la dirección, manteniendo un
puesto de trabajo para recoger la basura de los diferentes módulos.
También desempeñó otros trabajos de confianza como encargado de la
capilla del centro a las órdenes del sacerdote y el equipo de
capellanía.
Fuente: www.larazon.es
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