LA DEGRADACIÓN de la deuda pública de Cataluña por la agencia de
calificación S&P es una buena prueba de a dónde pueden conducir las
obsesiones identitarias y la política nacionalista de vuelo corto. La
noticia ha sido un duro golpe para el Gobierno de CiU -Mas-Colell se
declaró «perplejo»- cuya principal reivindicación, el pacto fiscal, es
precisamente la razón por la que la agencia norteamericana rebaja el
nivel de su deuda. Argumentan los analistas que la exigencia «perjudica
la coordinación con la Administración central» y ello no es bueno para
la ejecución de la ayuda financiera del Estado. Jordi Pujol insistió
ayer en que la sociedad civil reclame este pacto. Lo cual viene a ser
como pedirle a los ciudadanos un ejercicio de masoquismo que perjudica a
Cataluña en los mercados
epsimo y EL MUNDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario