miércoles, 22 de agosto de 2012

EL CIRCO GORDILLO: Resort, paella, piscina y bronceado para la nueva revolución de Izquierda Unida

 Los jornaleros de Sánchez Gordillo toman al asalto un palacete reconvertido en hotel
Junta socialista de Andalucía, una factoría de chorizos
Tarde de resort y largos de piscina para seguir haciendo la revolución. La pintoresca corte de los milagros de la que se hace acompañar el líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo hizo ayer un alto en el camino en su larga marcha a pie hacia Córdoba para pegarse un ratito de vida padre a costa de un explotador latifundista, según ellos, cuyo Palacio de Moratalla tomaron al asalto.
El caserío está siendo reconvertido en un hotel de lujo, en cuyos jardines de diseño prepararon y se jalaron un arroz a banda al estilo de la tierra. Después de hacer la digestión a torso descubierto bajo la inclemente canícula de agosto, decidieron que había llegado la hora de refrescarse y aprovecharon un resquicio junto a una puerta para forzar la entrada y zambullirse en su piscina. Un día es un día, los jornaleros se tiraron a lo bomba y las tumbonas se repartieron como buenos camaradas.
Tan a gusto estaban, que los 400 dizque activistas del SAT pasaron la noche en la finca asaltada, en Hornachuelos (Córdoba). Así se decidió en una asamblea debido, según argumentaron ellos, a las fuertes medidas de presión a las que estaban siendo sometidos. Desde su punto de vista, se vieron obligados a pasar la noche en este palacete, ya que denunciaron que la Guardia Civil estaba imponiendo multas de 300 euros a todo aquel que abandonaba el recinto. Así fue.
Los más de 20 agentes desplazados hasta la zona no pudieron impedir el asalto y permanecieron a lo largo del día a las puertas del palacio esperando una orden de desalojo para poder actuar. Una orden que no llegó, puesto que el propietario, un aristócrata, decidió con paciencia tolerar la ocupación y mostró su intención de no denunciar siempre y cuando no se dañara la finca.
Esta ocupación «no violenta», como la calificó el diputado autonómico por IU Juan Manuel Sánchez Gordillo, pretendía ser una crítica al latifundismo andaluz. El también alcalde de Marinaleda animó a los jornaleros a resistir pacíficamente hasta la llegada de una orden de desalojo, mientras tanto dijo, «permaneceremos todo el tiempo que sea posible» en los jardines de este hermoso paraje. Y, como no se estaba mal, se quedaron.
En cuanto a las ocupaciones, Sánchez Gordillo manifestó que se seguirán realizando cuando sea necesario, siempre desde la «no violencia activa». Dice el diputado por IU que esto parte de una larga trayectoria «basada en los votos de Gandhi» como forma revolucionaria para cambiar la sociedad sin violencia. Gordillo afirmó que hay que superar el capitalismo y buscar un sistema «al que hay que ponerle un nombre», donde la economía esté al servicio del ser humano y sus necesidades y no al «afán de ganar dinero». Él no lo dijo, pero se supone que con piscina, jardines de diseño y raciones de paella para todos.
En este asalto participaron jornaleros llegados de todos los rincones de Andalucía. Desde Marinaleda, El Coronil, La Rinconada o Pedrera. También hubo algunos procedentes de Madrid, concretamente de Vallecas y Getafe. Los sindicalistas anunciaron que están dispuestos a llegar hasta el final. Según afirmó el responsable del SAT en Córdoba, Javier Ballesteros, Andalucía está sufriendo el paro más que ninguna otra región y si a eso se suma la crisis y el atraso histórico que sufre la comunidad, «nos lleva a luchar aún más por nuestros derechos». Ballesteros señaló que el fin de sus ocupaciones es lograr que los medios de producción pertenezcan a la clase obrera y por ello puso el ejemplo de Somontes, una finca perteneciente a la Junta de Andalucía ocupada para el cultivo social. El sindicalista defendió que la tierra tiene que ser para quién la trabaje, una propuesta muy novedosa.
epsimo y EL MUNDO

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