martes, 19 de junio de 2012

Traslado relámpago en solo cuatro horas de los 176 internos de la vieja a la nueva cárcel de Pamplona


los 158 varones y 18 mujeres llegaron al mediodía al centro de santa lucía para comer
Se les transportó en 7 viajes y en grupos de 28 personas por un autobús blindado y entre un amplio dispositivo policial
La vieja cárcel de Pamplona ya se ha quedado vacía. Es historia. Los 176 internos, 158 varones y 18 mujeres, que se encontraban hasta ayer en el centro penitenciario del barrio de San Juan de la capital navarra fueron trasladados a primera hora de la mañana, en apenas cuatro horas y media, a la nueva y sofisticada prisión ubicada en la colina de Santa Lucía.
pamplona.  Ya durante el fin de semana se había llevado a cabo la mudanza de los enseres personales que poseen los internos. Varios funcionarios de Instituciones Penitenciarias ya llevaban trabajando varios días en la nueva prisión familiarizándose con las nuevas instalaciones y los sistemas de seguridad.
Además de los presos que fueron trasladados en un autobús blindado de la Guardia Civil, por la noche se tenían que incorporar al nuevo centro penitenciario aquellos internos que se encuentran cumpliendo el tercer grado (les resta poco tiempo para salir en libertad y solo regresan a la cárcel, en concreto al Centro de Inserción Social, para dormir). Estos pueden compatibilizar trabajos, tareas de reinserción u ocupacionales durante las horas que pasan fuera del centro penitenciario. Además de los citados, también había algún interno en situación de permiso penitenciario (que se solicitan para disfrutar algún día con la familia o por motivo de algún acontencimiento especial) y otro par de reclusos que estaban siendo tratados en el hospital de sus respectivas dolencias y que todavía no han realizado la mudanza al nuevo centro. Cuando se encuentren en perfectas condiciones, la harán escoltados por la policía.
El traslado de los casi dos centenares de presos se produjo en apenas cuatro horas, desde las 8 de la mañana, y en grupos de 28 reclusos. Ya esta noche han dormido por tanto los internos en las publicitadas instalaciones, con capacidad para más de 1.200 internos y que cuentan con unas condiciones de habitabilidad, sobre el papel, mucho más óptimas. Las nuevas celdas son de 13 m2, frente a los 11 de los actuales, con litera, estanterías de obras sin puertas, ventana al exterior y un baño abierto con sanitarios metálicos En cada celda se dispone de un interfono para que el interno pueda comunicarse directamente con el puesto central.
A partir de ahora, se abre la incógnita y el debate político municipal acerca del futuro que le espera a la antigua cárcel de Pamplona, en un terrero al parecer anhelado para varios proyectos. Sin embargo, todavía ninguna de las dotaciones que se presumen construir en este emplazamiento ha sido todavía consensuada. A falta de definir el proyecto, lo más seguro es que en septiembre se derribe la vieja prisión para realizar un parking disuasorio o un parque debido a la estrangulada situación económica que hace, por el momento, prácticamente inviable crear otra dotación. 
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