martes, 8 de mayo de 2012

¡NUNCA MÁS bancos PÚBLICOS! ¡Nunca más políticos y/o sindicalistas interviniendo en la gestión de empresas con fondos públicos!

El sacrificio de Rato da crédito a la reforma

SI MARIANO RAJOY dijo ayer que inyectaría dinero público en la banca si llegara a una «situación límite», estamos muy cerca de alcanzarla. El súbito abandono de Rodrigo Rato de la presidencia de Bankia y su no menos fulminante sustitución por José Ignacio Goirigolzarri, uno de los ejecutivos bancarios con más experiencia en el mundo financiero, indican que el saneamiento de la banca española había encallado a pesar de los esfuerzos de este Gobierno y del anterior. Y Bankia es la quilla rota de esa embarcación varada.
El FMI emitió un informe hace unos días en el que instaba a una profunda reforma del balance, la gestión y el gobierno corporativo de Bankia, aunque no citara expresamente a la entidad. Y, sin duda, en esa referencia al gobierno corporativo es donde está la clave de la sustitución de ayer. Porque Bankia, la cuarta entidad financiera de España, no lo olvidemos, es el reflejo de por qué todos los planes de saneamiento iniciados en junio de 2009 con la creación del primer Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (Frob) apenas habían conseguido dar su fruto. Si su objetivo fue poner a la banca en condicionesde dar créditos, a la vista está que esos planes han fracasado. Es cierto que hemos asistido a un gran proceso de fusiones, pero en la mayoría de los casos sólo han surgido entidades mayores con los mismos problemas.

Bankia, pues, se crea por razones políticas y se busca a un político de indiscutible prestigio en el ámbito económico, Rodrigo Rato, para que la dirija. Caja Madrid se fusiona con la valenciana Bancaja no por motivos financieros sino porque era otra caja de ahorros en la órbita del PP con muchos problemas de morosidad. Por último, una vez realizada esa integración, Rato no acepta una fusión con La Caixa, que hubiera sido una salida lógica, también por razones ajenas al negocio bancario.

Además de estas operaciones, es notorio que Rato no ha conseguido despolitizar tampoco la gestión de Bankia. Hay que reconocerle que en dos años logró la integración en una entidad de siete cajas de ahorros distintas y la salida a bolsa del nuevo banco, pero a la vista está que eso no ha sido suficiente. Por ejemplo, mantuvo en el consejo de administración del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz del grupo, a muchos de los políticos, sindicalistas y representantes sociales que ya estaban en Caja Madrid durante la etapa de Blesa. Tampoco aplicó el mismo criterio de reducción de personal entre los empleados de a pie que con los directivos de las cajas fusionadas. Hasta el punto qu hoy en Bankia hay más del doble de ejecutivos que en La Caixa, por ejemplo.

El frenético movimiento del fin de semana muestra que el Gobierno sí parece dispuesto a culminar de una vez por todas la reestructuración del sector. Hasta el punto de que ha sacrificado al referente del milagro económico español de los 90. Rajoy hubiera tenido muy complicado justificar las ayudas públicas a una entidad presidida por un egregio militante del PP. Lo ha sustituido por un hombre de banca, con un gran ascendiente en el sector, y que pidió «manos libres» para hacerse con la entidad porque sabía dónde se metía. Goirigolzarri, que se fajó en la fusión del BBV con Argentaria, tendrá la misión de limpiar los consejos, la dirección, la gestión y el balance de Bankia hasta conseguir un banco que funcione con criterios de eficiencia.

La defenestración de Rato, junto al anuncio de Rajoy de que habrá dinero público para ayudar al sector hizo que la Bolsa registrara ayer la mejor sesión del año, con subidas en los bancos -excepto Bankia- superiores al 4%. Los inversores entendieron que, esta vez sí, puede ser la definitiva. Porque no hay señal más elocuente que una cabeza insigne cortada en el ara de la utilidad política.
 

 epsimo y EL MUNDO
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario