EL CONSEJO de Política Fiscal y Financiera (CPFF) finalizó ayer con el éxito de que Hacienda sólo rechazó las cuentas de Asturias y dio el visto bueno a las demás 17 comunidades autónomas. Andalucía logró un acuerdo in extremis y después de una tensa negociación, tras recortar otros 300 millones sobre los 2.500 que la Junta había anunciado el pasado martes. Se trata de un primer paso adelante positivo porque el control de las cuentas autónomicas es clave para conseguir el objetivo de déficit en 2012. Pero ahora viene lo más duro: poner en marcha los planes de ajuste, muchos de ellos exigentes y que pueden generar contestación social. Labor del Gobierno central será vigilar que se llevan a cabo, porque la situación no está controlada. Ayer mismo, Moody's rebajó las calificaciones de Cataluña y Murcia al nivel de bono basura y dejó a un paso del mismo a Extremadura y Andalucía. ¿La razón? La agencia dice que por «la baja probabilidad de que los gobiernos regionales sean capaces de alcanzar el objetivo de déficit en 2012». Desafortunadamente, una agencia de calificación mueve mucho más a los mercados que las intenciones del CPFF. Eso es lo que cuenta.
epsimo y EL MUNDO
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