Un asesino preso, que fue capturado por llevar tatuado un mural
gráfico de la escena del crimen en su pecho, consiguió rascar más de
30.000 dólares de la prestación por desempleo mientras se encontraba en
el sistema penitenciario del condado de Los Ángeles, según ha informado
el portavoz del sheriff.
Anthony García, de 26 años, contaba con la ayuda de su familia y amigos
para cobrar sus 1.600 dólares en cheques al mes mientras él cumplía
condena, señaló el capitán Mike Parker, portavoz para el Departamento
del sheriff del condado de Los Ángeles. Sus cómplices pudieron depositar
una parte del dinero en la cuenta carcelaria de García. Ellos también
compartieron el dinero en efectivo con los compañeros de la banda de
García encarcelados, informa 'Los Angeles Times'.
La Policía arrestó al padre de García, de 47 años, Juan García, y a
sus novias: Sandra Jaimez, de 45 años, y Cynthia Limas, de 25. Todos
fueron arrestados por el fraude en las prestaciones de desempleo y por
otros cargos, según dijo Parker.
"Es realmente vergonzoso pensar que alguien ha estado sentado en la cárcel cobrando su prestación de desempleo", agregó Parker, que no aclaró si Anthony García se enfrenta a más cargos.
El dinero se ingresó en la cuenta carcelaria de García desde octubre
de 2008 a marzo de 2010. "Los investigadores determinaron que... García
estaba recibiendo de familiares y amigos y de forma fraudulenta
bisemanalmente un dinero en efectivo que procedía de los cheques de la
prestación por desempleo", establece Parker en un comunicado.
Parker dijo que el dinero recibido por desempleo fue "usado para beneficiar a una banda criminal".
"Robo, venta de drogas y crímenes violentos son parte integrante de
la cultura de la banda" señala por su parte el sargento Kevin Lloyd, del
Buró de Homicidios del sheriff en un comunicado. "continuaremos
luchando allí donde haya miembros de bandas y sus asociados intentando
cometer sus crímenes. Nuestra meta es reducir la violencia y solucionar
crímenes y eso es lo que estamos haciendo. Esta investigación
continuará", añade.
El departamento del sheriff fotografió el tatuaje de García después
de capturarle durante un control rutinario de tráfico y bajo la sospecha
de que conducía con una licencia caducada. Más tarde, un detective
familiarizado con un crimen sin resolver en 2004 a las afueras de una
tienda de licores de Pico Rivera empezó a hojear las fotos y se quedó
asombrado al ver la escena del crimen perfectamente detallada alrededor
del pecho del joven.

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