Comunica a los sindicatos que la obra "queda en suspenso" por los recortes presupuestarios
Los recortes presupuestarios promovidos por el Gobierno de Mariano
Rajoy se cobran otro proyecto para la ciudad de Vigo. La ampliación del
ya saturado Centro de Inserción Social (CIS) –como rebautizaron a la
antigua cárcel de la Avenida de Madrid– quedará de momento aparcada pese
a que el anterior ejecutivo la dejó licitada en 10,5 millones de euros.
La actuación triplicaría la superficie de las actuales instalaciones y
su conclusión estaba fijada para 2014. La confirmación de que la obra
"permanecerá en suspenso" fue comunicada a los sindicatos por un alto
cargo de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias,
dependiente del Ministerio de Interior. Ante la falta de concreción
sobre el tiempo de suspensión, los trabajadores sospechan que "en la
práctica es una obra descartada".
El anuncio ha sembrado la preocupación entre la plantilla del CIS por cuanto esperaban que la actuación pusiese fin a los problemas de "saturación que sufre el actual centro". Inaugurado el 6 de julio de 2006 por la entonces responsable de Instituciones Penitenciarias Mercedes Gallizo, el Centro de Inserción Social (CIS) "Carmen Avendaño", destinado a internos de régimen abierto, "ya quedó pequeño a los pocos días de su apertura", como aseguran los sindicatos. Con una capacidad para 135 plazas debe atender a toda la población reclusa en la etapa final de su condena, denominada como tercer grado. Pero aparte de los internos obligados a dormir cada día o incluso fines de semana en sus instalaciones, atiende a otro sector de usuarios del CIS, como los condenados por malos tratos cuyo control vía telemática se ejerce desde la central de la Avenida de Madrid; quienes realizan trabajos sociales en beneficio de la comunidad como cumplimiento de su condena (la mayoría por delitos de tráfico); y otros con programas específicos de desintoxicación de drogas.
"Estamos rayando la masificación. Resulta imposible atender a tanta gente en el CIS de Vigo, y llegará un momento que la cárcel de A Lama no pueda derivarnos internos. Esto entorpecería la progresión del grado penitenciario que concede un juez a un recluso, con el enorme perjuicio para él, porque con escasos meses para cumplir la pena se le obligará a convivir con otros que les faltan 15 años por ejemplo", argumenta un sindicalista.
De ahí que fuera tan celebrado por el personal del CIS la ampliación. Según lo anunciado el pasado octubre por el Ministerio de Interior, las obras ahora paralizadas arrancarían a principios de este año. Se preveía la construcción de tres nuevos pabellones anexos al edificio central. En concreto 7.600 metros cuadrados más de superficie que se añadirían a los 4.900 actuales. Entre las características del proyecto destacaban las 150 habitaciones dobles (ahora ofrece 66), una biblioteca, comedor, espacios para talleres ocupacionales y formativos, sala de estar, gimnasio, zona de lavandería y local para enfermería asistencial.
Oficina de extranjería
Otro proyecto corrió igual suerte que la ampliación del CIS de la Avenida de Madrid. La iniciativa de abrir una Oficina de Extranjería en parte del inmueble conocido como la "Casa de América", ubicado en Cánovas del Castillo, también quedó guardada en un cajón. Tal era el compromiso con la realización de esta obra que disponía de presupuesto consignado e incluso los permisos municipales. Pero el ministerio matizó en marzo de 2010 que la Oficina de Extranjería que quedaba "en suspensión" para destinar todos los fondos disponibles a "actuaciones estratégicas como el AVE".
El anuncio ha sembrado la preocupación entre la plantilla del CIS por cuanto esperaban que la actuación pusiese fin a los problemas de "saturación que sufre el actual centro". Inaugurado el 6 de julio de 2006 por la entonces responsable de Instituciones Penitenciarias Mercedes Gallizo, el Centro de Inserción Social (CIS) "Carmen Avendaño", destinado a internos de régimen abierto, "ya quedó pequeño a los pocos días de su apertura", como aseguran los sindicatos. Con una capacidad para 135 plazas debe atender a toda la población reclusa en la etapa final de su condena, denominada como tercer grado. Pero aparte de los internos obligados a dormir cada día o incluso fines de semana en sus instalaciones, atiende a otro sector de usuarios del CIS, como los condenados por malos tratos cuyo control vía telemática se ejerce desde la central de la Avenida de Madrid; quienes realizan trabajos sociales en beneficio de la comunidad como cumplimiento de su condena (la mayoría por delitos de tráfico); y otros con programas específicos de desintoxicación de drogas.
"Estamos rayando la masificación. Resulta imposible atender a tanta gente en el CIS de Vigo, y llegará un momento que la cárcel de A Lama no pueda derivarnos internos. Esto entorpecería la progresión del grado penitenciario que concede un juez a un recluso, con el enorme perjuicio para él, porque con escasos meses para cumplir la pena se le obligará a convivir con otros que les faltan 15 años por ejemplo", argumenta un sindicalista.
De ahí que fuera tan celebrado por el personal del CIS la ampliación. Según lo anunciado el pasado octubre por el Ministerio de Interior, las obras ahora paralizadas arrancarían a principios de este año. Se preveía la construcción de tres nuevos pabellones anexos al edificio central. En concreto 7.600 metros cuadrados más de superficie que se añadirían a los 4.900 actuales. Entre las características del proyecto destacaban las 150 habitaciones dobles (ahora ofrece 66), una biblioteca, comedor, espacios para talleres ocupacionales y formativos, sala de estar, gimnasio, zona de lavandería y local para enfermería asistencial.
Oficina de extranjería
Otro proyecto corrió igual suerte que la ampliación del CIS de la Avenida de Madrid. La iniciativa de abrir una Oficina de Extranjería en parte del inmueble conocido como la "Casa de América", ubicado en Cánovas del Castillo, también quedó guardada en un cajón. Tal era el compromiso con la realización de esta obra que disponía de presupuesto consignado e incluso los permisos municipales. Pero el ministerio matizó en marzo de 2010 que la Oficina de Extranjería que quedaba "en suspensión" para destinar todos los fondos disponibles a "actuaciones estratégicas como el AVE".
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