María del Carmen Calvo es la viuda del agente José San Martín. Uno de
los etarras del ‘comando’ era José Manuel Fernández Pérez de Nanclares,
al que Interior ha concedido el tercer grado por arrepentirse.
Hoy se cumplen 20 años del asesinato de José San Martín Bretón. ETA
asesinó a este guardia civil en Guecho (Vizcaya). Uno de los terroristas
que colaboró en el atentado fue José Manuel Fernández Pérez de
Nanclares. El Gobierno concedió el tercer grado –es decir, salir a la
calle– a este etarra hace unos días, entre otras cosas por su “petición
de perdón expreso a las víctimas”, según rezaba la nota elaborada por el
Ministerio del Interior. Sin embargo, María del Carmen Calvo, viuda del
agente de la Benemérita, denuncia que no ha recibido perdón alguno y
por ello acusa al Ejecutivo de “mentir”.
Aquel gris 25 de febrero de 1992 no se borra de su memoria. Los
etarras acabaron con la vida de su marido. Al enterarse del vil crimen,
ella misma sufrió un ataque al corazón. Ahora vive con disgusto pero con
“fuerzas para luchar” la excarcelación del hombre que siguió a su
esposo y pasó la información a otros pistoleros que le descerrajaron dos
tiros en la nuca. Las lágrimas atoran su voz y anegan su conversación,
dura y escueta pero necesaria, con LA GACETA.
-El Gobierno dijo que se ha concedido el tercer grado a Pérez de Nanclares por haber pedido perdón a sus víctimas...
-¡No es verdad!
-¡No es verdad!
-¿Cómo?
-Que no es verdad, no ha pedido perdón. Nadie me ha pedido perdón por el asesinato de mi marido. Y yo no perdono, ni olvido. Lo que reclamo es la cadena perpetua para los asesinos.
-Que no es verdad, no ha pedido perdón. Nadie me ha pedido perdón por el asesinato de mi marido. Y yo no perdono, ni olvido. Lo que reclamo es la cadena perpetua para los asesinos.
-Pero el Ministerio del Interior hizo un comunicado en que aseguraba...
-Es mentira. Pero pienso seguir luchando, con las armas que tengo, con mi voz, mientras no me la apaguen. No me queda mucho tiempo de vida, estoy muy enferma, pero seguiré luchando mientras pueda.
-Es mentira. Pero pienso seguir luchando, con las armas que tengo, con mi voz, mientras no me la apaguen. No me queda mucho tiempo de vida, estoy muy enferma, pero seguiré luchando mientras pueda.
-¿Cómo definiría que este señor salga a la calle?
-Pues que si lo tendría delante... Si los tuviera en frente, haría la justicia por mi cuenta. Si yo pudiera... Me daría igual que me metieran a la cárcel. ¡Ya me sacarían! Si sacan a los asesinos... A mi marido lo mató, pero a mí y a mis hijos nos mató en vida. Él tenía 48 años y yo 47. Desde entonces no he vivido.
-Pues que si lo tendría delante... Si los tuviera en frente, haría la justicia por mi cuenta. Si yo pudiera... Me daría igual que me metieran a la cárcel. ¡Ya me sacarían! Si sacan a los asesinos... A mi marido lo mató, pero a mí y a mis hijos nos mató en vida. Él tenía 48 años y yo 47. Desde entonces no he vivido.
-Además, es el aniversario del asesinato...
-Fue a las dos y media de la tarde, cuando mi marido venía para casa... Mi esposo no va a volver, aunque lo sigo esperando.
-Fue a las dos y media de la tarde, cuando mi marido venía para casa... Mi esposo no va a volver, aunque lo sigo esperando.
-¿Qué opina de que ETA deje las armas?
-Mientras no las entregue no hay nada que hacer. Creo que se están rearmando. Desgraciadamente, volveremos a sufrir atentados. Yo estoy indignadísima. Estoy con Rosa Díez, porque creo que ETA todavía no está vencida.
-Mientras no las entregue no hay nada que hacer. Creo que se están rearmando. Desgraciadamente, volveremos a sufrir atentados. Yo estoy indignadísima. Estoy con Rosa Díez, porque creo que ETA todavía no está vencida.
-¿Cree que este Gobierno hará las cosas de otra manera respecto al anterior?
-A mí ya, este Gobierno, qué quieres que te diga, ha recibido la peor herencia que podía recibir. Zapatero hizo mucho daño a las víctimas, nunca estuvo con nosotras, siempre nos utilizó. Ya me da igual quién esté en el Gobierno. Insisto, eso de que el asesino de mi marido nos ha pedido perdón es totalmente incierto.
-A mí ya, este Gobierno, qué quieres que te diga, ha recibido la peor herencia que podía recibir. Zapatero hizo mucho daño a las víctimas, nunca estuvo con nosotras, siempre nos utilizó. Ya me da igual quién esté en el Gobierno. Insisto, eso de que el asesino de mi marido nos ha pedido perdón es totalmente incierto.
El testimonio emotivo y demoledor de María del Carmen Calvo choca
con la nota de Prensa que emitió el Ministerio del Interior cuando
anunció, el pasado 10 de febrero, la concesión del tercer grado para el
preso etarra José Manuel Fernández Pérez de Nanclares. “Lleva en prisión
desde 1992, habiendo dado muestras de una evolución positiva,
cumpliendo las exigencias legales establecidas en la legislación
penitenciaria, entre ellas: la desvinculación de la organización
terrorista, la petición de perdón expreso a las víctimas y la
disposición a la reparación del daño”.
En efecto, este terrorista, condenado por su colaboración en el
asesinato de José San Martín y en otros crímenes, lleva años
desvinculado de ETA. Incluso, es uno de los terroristas que han firmado
documentos en que se expresa el perdón a las víctimas. Pero en genérico.
Porque 20 años después, el etarra no ha pedido perdón a María del
Carmen. Ella, con problemas psicológicos y familiares que ya nunca
sanarán, no puede olvidar que Pérez de Nanclares siguió en el tren los
pasos de su marido, que facilitó esa información a los pistoleros Javier
Martínez Izaguirre y Juan Carlos Iglesias Chouzas, que el día del
atentado robó junto a ellos el vehículo donde se trasladaron hasta el
lugar del crimen y que, después de que perpetrasen el vil asesinato, les
cobijó en su domicilio. Demasiado para la simple firma de un documento.
Con el tercer grado para Pérez de Nanclares, Interior reactivó la
vía de la reinserción para los reos etarras disidentes. Una vía que
articuló e impulsó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para
sembrar divisiones en el seno del entramado terrorista que dirige ETA.
Sólo 40 reclusos de 600 siguen ese camino.

No hay comentarios:
Publicar un comentario