La prisión de Guantánamo ha recibido un insólito 'paquete': un ejemplar de la revista 'Inspire', vinculada a la red terrorista Al Qaeda. Así lo ha revelado un fiscal militar en una declaración sobre la normativa de seguridad en el servicio de correo.
El comandante del campo, el contraalmirante David Woods, dio
instrucciones el mes pasado de chequear la correspondecia remitida a los
presos por sus abogados. En la actualidad permanecen bajo vigilancia en
la base 171 prisioneros. Woods ha señalado en el tribunal que juzga los crímenes de guerra de Guantánamo que las nuevas normas eran necesarias para evitar el contrabando en el recinto, sin dar más detalles.
Uno de los fiscales que trabaja en el caso de un presunto terrorista de Al Qaeda ha admitido en la corte que el antiguo sistema no había funcionado. "Había material dentro, como la misma revista 'Inspire'", ha señalado el fiscal, el comandante de la Marina Andrea Lockhart.
'Inspire' se promociona a sí misma como la publicación de Al Qaeda en
cuyas páginas pudo leerse el famoso reportaje 'Prepara una bomba en la
cocina de tu madre'. Estados Unidos considera a la cabecera un
instrumento de propaganda y reclutamiento del grupo. En septiembre de
2011 un ataque desde un avión no tripulado acabó en Yemen con la vida del editor de la cabecera.
Un portavoz del Pentágono no ha facilitado detalles del ejemplar de
la revista que acabó entrando en la base. Lockhart ha señalado que fue
enviado por un abogado civil que representa a un detenido de Guantánamo
para impugnar su detención en Washington. Estos 'habeas corpus' civiles
son independientes de los tribunales de guerra que operan a trancas y
barrancas en Guantánamo.
El primer golpe de Al Qaeda
Sólo un preso se enfrenta en estos momentos a cargos en un tribunal: Abd al-Rahim al-Nashiri. Su abogado ha notificado que no fue él quién recibió la copia de 'Inspire'.
El reo, un saudí de 47 años, está acusado de organizar en octubre de
2000 un ataque que mató a 17 marineros estadounidenses y provocó decenas
de heridos a bordo del destructor 'USS Cole'.
Terroristas suicidas empotraron una lancha cargada de explosivos en un
costado del buque de guerra estadounidense mientras repostaba en el
puerto yemení de Adén.
Nashiri podría ser ejecutado si es condenado por unos cargos que
incluyen asesinato, intento de asesinato, conspiración con Al Qaeda y
ataques contra civiles. Dos días de audiencias previas al juicio del
saudí se han centrado en las restricciones que Woods ha impuesto a la
correspondencia de los prisioneros.
El contraalmirante ha especificado que el equipo de contratistas del
Pentágono, que incluye a abogados, traductores y ex oficiales de
inteligencia, ha revisado el correo para asegurarse de que no contiene
contrabando de objetos o de información. Con sus directrices, los
vigilantes dividen la correspondencia en tres categorías.
Los letrados de Nashiri han argumentado que con el fin de llevar a cabo esa tarea, los inspectores tenían que leer la correspondencia confidencial cursada por vía legal.
La defensa ha sostenido que los documentos relacionados con el caso
supervisados con ese sistema les obligaría a revelar ilegalmente su
estrategia de cara al juicio, violando el derecho de Nashiri a un juicio
justo. Al mismo tiempo, han afirmado que se trataría también de una violación ética que podría poner sus propias leyes en peligro.
El juez de la causa, el coronel del Ejército James Pohl, ha oído los
argumentos de ambas partes y ha dado a conocer que se pronunciará al
respecto en un par de semanas.
Nashiri fue capturado en Dubai en 2002 y fue trasladado bajo custodia
de la CIA a Guantánamo en 2006. Los fiscales esperan comenzar el juicio
contra él en marzo de 2013. La defensa ha asegurado que el proceso no
estaría listo antes de marzo de 2015, en parte porque se deben ordenar
hasta 556.000 páginas de pruebas, algunas de las cuales deben ser traducidas, mientras que otras requieren un tratamiento especial por ser secretas.
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