Esta banda y el cártel de Sinaloa han eclipsado a los que hace una década dominaban el mercado de las drogas
El cártel de los Zetas es ya el más extendido en México, donde se reparte y pelea el tráfico de drogas con el cártel de Sinaloa. En su informe anual, la empresa de análisis de seguridad Stratfor destaca la polarización de las mafias en torno a estas dos bandas: Grupos más pequeños "han sido incluidos por la Federación de Sinaloa, que controla gran parte del occidente de México, y Los Zetas, que controlan gran parte del este".
Según un informe de la Fiscalía en Delincuencia Organizada,
Los Zetas operan en 17 estados mexicanos, mientras que el cártel de
Sinaloa está presente en 16 entidades federadas. A diferencia de sus
rivales, que actúan en gran medida mediante sobornos, Los Zetas "prefieren la brutalidad,
la intimidación y la violencia (...). Su modo de operación tiende a ser
mucho menos sutil que el de sus contrincantes de Sinaloa, y con un
liderazgo compuesto de antiguos soldados de operaciones especiales son
bastante eficaces al emplear la fuerza y el miedo para lograr sus
objetivos (...). Puesto que son exmilitares. Los Zetas tienden a
ascender en la jerarquía del grupo por méritos, en lugar de por
conexiones familiares, (lo cual) contrasta enormemente con la cultura de
otros cárteles".
Durante
2011 Los Zetas se trasladaron a los estados de Zacatecas y Durango,
"logrando el control del primero y retando a la federación de Sinaloa en
el último", y comenzaron a extender su dominio en el estado de Colima.
Pese a perder a 17 de sus cabecillas el
pasado año, la banda se mantuvo "fuerte" y dominante en la península
del Yucatán. Al contrario que las alianzas que forma Sinaloa, como la
que lo une al cártel del Golfo, las relaciones que forman Los Zetas son
"más efímeras". Mientras, la organización de Joaquín "El Chapo" Guzmán perdió
a una decena de capos, lo que parece haber mermado su producción de
metanfetamina, droga que dominaba tras la desintegración del cártel de
La Familia Michoacana.
Respecto a otros grupos, destaca el ascenso de Los Caballeros Templarios, creado hace un año por Servando Gómez, "La Tuta", y Enrique Plancarte, tras la muerte del líder de La Familia Michoacana, Nazario Moreno, "El Más Loco".
Por el contrario, los cárteles de Tijuana (de la familia Arellano
Félix) y de Juárez (de los Carrillo Fuentes), que dominaban el mercado
de las drogas hace una década, apenas son sombra de lo que eran y ahora
están al servicio de los dos megacárteles dominantes.
El
informe indica que la violencia ha cambiado de escenario,
incrementándose en ciudades como Veracruz, Monterrey, Matamoros y
Durango y disminuyendo en Ciudad Juárez, que aún es la localidad más violenta del
país. En términos generales, "la violencia en México no disminuyó
sustancialmente en 2011", concluye el informe, que, a falta de las
últimas cifras oficiales, estima en 17.000 en número de muertos a cuenta
del crimen organizado.
Respecto
a las soluciones, la agencia vaticina que "la única forma en que el
Gobierno mexicano puede reducir la violencia es permitir que un solo
cártel se convierta en dominante en todo el país -algo que no parece
posible a corto plazo-, o que se alcance algún tipo de tregua entre las
dos bandas hegemónicas, Los Zetas y Sinaloa".
En 2012, Stratfor prevé que los cárteles "se impliquen más en el Caribe, Europa y Australia", ante las crecientes dificultades para introducir drogas en Estados Unidos.
ABC.es
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