domingo, 29 de enero de 2012

La cárcel atenúa a Bretón el protocolo para evitar suicidios

El padre de los niños de Córdoba se encarga de la limpieza de su zona y le facilitan utensilios personales

 José Bretón, encarcelado en Alcolea (Córdoba) desde el 21 de octubre por la desaparición de sus hijos Ruth y José, permanece desde ese día incluido en el protocolo de prevención de suicidios (el conocido como PPS), por orden del juez instructor. Se trata del régimen más duro en prisión, de ahí que la dirección de la cárcel haya decidido suavizarle un poco más sus condiciones de vida, según ha podido saber ABC.

Bretón ocupa una celda del módulo de ingresos en Alcolea y permanece las 24 horas con presos de apoyo (uno de día y otro de noche), tal y como marca el protocolo para evitar que atente contra su integridad. Hace 14 años intentó quitarse la vida, según declaró él mismo y consta en el procedimiento. A esa vigilancia se le suman otras condiciones. Hasta ahora permanecía todo el tiempo completamente desocupado, sin otra actividad que leer o ver la televisión, comiendo en su celda y sin compartir zonas comunes, salvo un rato de patio con muy pocas personas y en función de la disponibilidad de los funcionarios.
Ahora, se le ha encomendado la limpieza de su zona, una pequeña área del módulo de tres o cuatro celdas que le mantendrá algo más activo, o mucho, teniendo en cuenta su obsesión por la pulcritud. Hasta ahora ese trabajo lo hacían sus presos de apoyo. Asimismo, se le han facilitado cubiertos menos endebles que los que usaba que, sin llegar a ser metálicos, al menos no se parten con tanta facilidad y de los que se había quejado con frecuencia e incluso les había achacado parte de su falta de apetito.

Una inteligencia de 121

Su mayor queja en cuanto a utensilios se centraba en el cepillo de dientes. El habitual en ese estricto régimen carcelario no tiene mango para evitar que el interno pueda fabricarse un «pincho», y esa dificultad añadida para su higiene contrariaba profundamente al atildado preso que no toca nada con las manos sin haberlo limpiado antes. Son, de momento, las concesiones que va a tener después de que el juez decidiera el miércoles prorrogar el secreto del sumario y dar a conocer a las partes solo los informes psiquiátricos y psicológicos.
Dichos informes reflejan, como avanzó ABC, que el padre de Ruth y José no sufre ningún trastorno de la conducta ni enfermedad mental, tiene una inteligencia de 121, y es una persona «manipuladora» y autoritaria, entre otros rasgos. Bretón ha reaccionado con «absoluta normalidad» después de que se conozcan esos datos, según fuentes de la prisión.

Afectado pero no hundido

«No le han hecho mella» y eso que los ha seguido a través de los medios de comunicación. Sí le está empezando a pesar, en cambio, el tiempo transcurrido entre rejas. La psicóloga que lo visita con regularidad ha señalado que está más «afectado» que cuando ingresó, aunque en ningún modo «hundido».
El juez de Vigilancia Penitenciaria también se ha entrevistado con el interno en un par de ocasiones y ha pedido informes sobre su evolución, después de que Bretón denunciara que se sentía torturado en la cárcel por el duro régimen que se le impuso. El juez no ha apreciado ningún elemento anómalo. Su abogado José María Sánchez de Puerta ha anunciado que mientras persista el secreto del sumario no recurrirá la prisión de su cliente, acusado de dos delitos de detención ilegal cualificada y otro de simulación de delito.
ABC

No hay comentarios:

Publicar un comentario