Desde la Sección Sindical
de CSI·F de Puerto III queremos
expresar la indignación que siente
la plantilla por la manera de actuar del Director del Centro, Juan Carlos
Carrillo Mellado, no sólo con sus formas sino con la última medida que supone
un atentado contra la dignidad de muchos compañeros con unas reestructuraciones
efectuadas en algunas guardias.
La semana
pasada se dio aviso a varios compañeros de cambio de turno sin otro menester
que un reajuste en la plantilla de Vigilancia Interior-1. Eso se entendería
siempre después de una merma de efectivos, como por ejemplo, tras la resolución
de un Concurso de Traslados, pero nunca un intercambiando de funcionarios como
si fueran cromos de fútbol.
El actual
director lleva más de dos años utilizando el Centro como si de un Cortijo se
tratase, a la vieja usanza. Nadie es capaz de mover un dedo sin su beneplácito.
En los últimos tiempos se ha venido acrecentando esta situación hasta desbordar
el vaso de la paciencia, incluso de aquellos que veían todavía algo de
coherencia en sus decisiones.
Una persona
que ostenta la máxima representación de un Centro no puede ir pegando voces a
sus compañeros –habría que recordarle que todos, sin excepción, somos sus
compañeros-, con la lógica humillación que supone para el que lo recibe,
pegando patadas en las puertas de los rastrillos para que le abran, poniendo en
tela de juicio la profesionalidad de muchos compañeros sólo por el hecho de
proceder de un centro contiguo y de régimen cerrado –Puerto I- y tratarlos como
si fueran unos malos ejemplos a seguir, cuando han tenido que soportar
estoicamente malos tiempos con motines, plantes, agresiones, etc … Algunos de
esos, llevan más años de patio que él en prisiones y ninguno ha sacado pecho
por ello como sí ha hecho él con sus
tres oposiciones y el largo historial de Dirección de 7 años que lleva: tres en
Ibiza, dos en Cáceres y otros dos en Puerto III, como si fueran los Centros más
complicados del panorama penitenciario español, y un largo etcétera que podríamos
enumerar de sus modos a la hora de tratar a los compañeros de todas las áreas
del centro.
Según el Código
Deontológico de II.PP. que promulgó la SGIIPP y que el propio Director se encargó de que
se dieran charlas a toda la plantilla, y en especial a los representantes
sindicales, no es la mejor manera de hacer gala de sus preceptos, tal y como recoge
el Artículo 13 del citado Código “Trato Respetuoso”:
"En sus relaciones de
trabajo, el personal penitenciario mantendrá un trato cívico, correcto y respetuoso
con todas las personas con las que se relacione, y evitará cualquier actuación
que pueda producir situaciones de discriminación, desprecio, humillación o
acoso".
En verano
sufrimos un trágico suceso con la muerte de un interno a manos de otro en el
Módulo de Aislamiento, donde no había cámaras de seguridad en las Salas
–instaladas recientemente- y una falta de personal que hace totalmente
imposible la presencia en todos los puntos de dicho módulo, al igual que nos
ocurren a todos los funcionarios actualmente en casi cualquier prisión de
España. Además, de un gran número de deficiencias de ése módulo y las pautas a
seguir dentro del régimen del mismo que hacían inevitable el lamentable suceso.
Esto motivó
la apertura de expediente disciplinario de dos compañeros. Ambos siguieron y
siguen trabajando en la actualidad con las mismas ganas –incluso salvando un
mes más tarde de ese suceso a otro interno en un incendio provocado en su
celda, y sin recibir ninguna felicitación por su parte-. La exsecretaria General,
Sra. Gallizo, quiso que su gestión quedara indemne de éste hecho y las
explicaciones a dar en el Congreso de los Diputados fueron a recaer sobre el
eslabón más débil de la cadena, los funcionarios de a pie. Todo ello sin que
salpicara la gestión de la
Dirección de Puerto III, que podía haber hecho mucho más para
evitar esta injusticia con dos compañeros que exhiben una profesionalidad fuera
de toda duda razonable, y que seguramente otro Director de más peso hubiera
sabido reconducir.
Sólo en
Puerto III lleva anotados 19 fallecimientos, 13 en el interior y 6 fuera en el
exterior, y 23 evadidos, por diversas causas, sin computar todos aquellos que
volvieron mucho más tarde de permiso o fueron detenidos por la Policía. Un bagaje que
no haría sacar a relucir una buena gestión, más bien todo lo contrario.
Ahora, vuelve
a hacer gala de un enorme ejercicio de diálogo y enmascara, bajo una reestructuración,
una sanción encubierta a varios compañeros con cambio de guardia y sólo por no comulgar con sus directrices
imperativas o por un rencor vengativo, pobre y que roza lo infantil. Y no atreviéndose
hacerlo en persona e interponiendo al Subdirector de Seguridad para comunicar
su cobarde decisión.
De éste modo rompe
las relaciones tanto profesionales como personales de varios compañeros y se ha
visto enrarecido el ambiente de trabajo en las últimas dos semanas. Al mismo
tiempo, ha indignado a una gran plantilla que no se merece y que en su amplia mayoría da
la cara en las adversidades y escenario penitenciario que nos encontramos. Mientras,
no se atreve a meter en cintura a todos aquellos sinvergüenzas, que lejos de
encontrarse en un lugar de trabajo incómodo se les otorga un retiro espiritual
o un rastrillo para la lectura. Así aplica mano dura para el currante y la
debilidad para el caradura. Lo que ha ocurrido siempre en prisiones.
Son muchos los que esperamos
se aplique sentido común y desde la nueva cúpula de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias
otorgue la dirección de este Centro a alguien
que sepa trabajar en equipo y que sobre todo dignifique y respete la labor de los funcionarios, provengan
del centro que provengan.
¡¡¡ CESE PARA CARRILLO !!!
SECCION SINDICAL CSI·F CP PUERTO III
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